CONTINUACIÓN DE OBLIVIATE
La guerra continua y los sentimientos confusos de Hermione igual, se siente confundida, y risueña, quizá no sabe quien es, pero sabe que alguien la protege. El hombre de la nutria plateada.
-. ¿En algún lugar de Hogsmeade? -. Sugirió Hermione.
-. ¿En la Casa de los Gritos? -. Dijo Harry. -. Nunca va nadie por allí -.
-. Pero Snape sabe cómo llegar allí, ¿No sería eso un poco arriesgado? -.
-. Dumbledore confiaba en Snape -. Le recordó Harry.
-. No lo suficiente como para decirle que había intercambiado las espadas -. Dijo Hermione.
-. Por lo que habrá escondido la espada bien lejos de Hogsmeade ¿Qué supones tú, Ron? ¿Ron? -. Ron estaba tendido en una litera envuelto en las sombras, inmóvil.
-. Oh, se han acordado de mí, ¿Eh? -. Dijo.
Perplejo, Harry miró a Hermione en busca de ayuda, pero ella negó con la cabeza, aparentemente tan confusa como él.
Harry y Ron comenzaron a pelear otra vez.
-. Ron -. Dijo Hermione, pero con una voz tan baja que Ron podía pretender no haberla oído sobre el ruidoso tamborileo de la lluvia que ahora golpeaba la tienda.
Pero ellos siguieron discutiendo.
-. ¡Ron! -. Dijo Hermione, esta vez de forma claramente audible sobre la lluvia que retumbaba contra el techo de la tienda, pero otra vez la ignoró.
La discusión continuaba.
-. Quítate el relicario, Ron -. Dijo Hermione, su voz inusualmente alta. -. Por favor quítatelo. No estarías hablando de esa forma si no hubieras estado usándolo todo el día -. La lluvia aporreaba la tienda, el rostro de Hermione estaba embargado de indignación hacia Ron, le dolía que pensara de esa forma. -. ¡Ron! -. Dijo Hermione, forzando su camino para interponerse entre ellos. -. No creo que signifique que haya pasado nada nuevo, nada de lo que no estemos enterados; piensa, Ron, Bill ya tiene una cicatriz, a esta altura mucha gente debe haber visto que George perdió una oreja, y se supone que tú estás en tu lecho de muerte con Spattergroit. Estoy segura que eso fue lo que quiso decir... -.
Harry reaccionó, pero antes de que cualquiera de las dos varitas de ellos estuviera fuera de los bolsillos de sus propietarios, Hermione había levantado la suya.
