Capítulo 1 (Prólogo)
Él era perfecto. Cabello negro, ojos oscuros, voz suave y cuerpo delgado. Él era todo lo que podía desear. Pero no era mío.
Nico di Angelo, ese era su nombre. De origen italiana, había llegado a mi instituto a principios de curso y con su cálida sonrisa me había enamorado.
Era un año más joven que yo. Todos sus compañeros de clase decían que Nico era una persona despistada y un chico oscuro. Pero esa no había sido mi primera impresión.
- ¿Te gusta el nuevo de tercero? - Esa fue la reacción de mi mejor amiga, Aelita, cuando se lo conté. Era una buena chica, pero la discreción no era lo suyo.
- Creo que sí - contesté yo, más que acostumbrada a su tono de voz.
- ¿Has hablado alguna vez con él? - Preguntó en un tono más confidencial.
A buenas horas baja esta el tono de voz pensé un poco irritada.
- No - contesté secamente. Sabía lo que estaba pensando Aelita y no quería escucharlo.
- Deberías hablarle, al menos así sabrías si es tan oscuro como dicen - dijo mi amiga, a quien no le sorprendió mi tono malhumorado ni mi actitud irritada y, pese a que no quería oírlo y ella lo sabía, lo había dicho igual.
- Quizás mañana - dije tras oír la campana que indicaba el final del recreo.
Cuando subíamos hacia clase nos encontramos a Nico sentado en las escaleras escuchando música con el móvil, apenas se oía nada, pero tanto Aelita como yo, pudimos identificar la canción: Welcone to my Life, de Simple Plan. Mi canción favorita.
Estaba tan atontada por haber descubierto que teníamos algo en común, que me había quedado allí de pie mirándole. Y Aelita se había ido.
Supliqué en silencio que no me hubiera visto y seguí andando hacia mi aula.
- Eh! - Me llamó.
- ¿Es a mí? - Le pregunté con tono de inocencia y culpabilidad a partes iguales.
- Sí - Me sonrió y, por primera vez, me fijé en sus preciosos ojos castaños, que me miraban alegremente - ¿Cómo te llamas? - preguntó.
- Olivia - Contesté -, pero todo el mundo me llama Liv.
- Encantado, yo me llamo Nicolás, pero me llaman Nico. - Parecía contento de hablar conmigo. - ¿Vives cerca? - preguntó mientras se levantaba.
- Sí, vivo a un kilómetro y medio de aquí.
- Genial - dijo volviendo a sonreír. Me di cuenta de que le brillaban los ojos cada vez que sonreía. ¿He comentado ya que era perfecto? - ¿Te puedo pedir un favor? - dijo con un poco de vergüenza.
- Por supuesto - dije apenas medio segundo después de que me preguntara.
- Es que... Solo llevo una semana aquí y no conozco a nadie... - Comenzó a caminar hacia las clases -¿Te importaría enseñarme el pueblo? - dijo un poco sonrojado.
- Claro - dije más roja que un tomate.
Llegamos a la puerta de mi clase y nos despedimos.
Aelita estaba sentada en mi mesa con esa sonrisa que decía: ya te lo dije y quiero que me lo cuentes todo ahora mismo.
Y eso hice, contárselo todo. Mi amiga estaba a punto de gritar de alegría cuando nuestras otras amigas, Lily y Emma, entraron en clase.
- ¿Aún no ha llegado? - dijo Emma sin un deje de sorpresa en la voz.
- Ni la menciones, no vaya a ser que aparezca - susurró Lily.
Sobra decir que aún no había terminado la frase cuando nuestra profesora de economía apareció en el umbral de la puerta.
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Amor Verdadero
Teen FictionUna historia de amor con complicaciones adolescentes, engaños y un triángulo amoroso. Todos los personajes son míos, excepto el nombre del protagonista (Nico di Angelo) que pertenece a Rick Riordan, pero solo el nombre no la personalidad.