Amor Verdadero

Capítulo 17

- Me alegro por ti mamá... - Dijo al fin, a media voz.

Su madre le sonrió y empezamos a comer.

- Oh Dios mío! - Exclamó María. - Liv, cariño que poca consideración he tenido contigo... ¿Tú tampoco sabías nada, verdad?

- Bueno... - Le iba a decir que en realidad ya me lo figuraba pero mi tío me dio una patada por debajo de la mesa - No tenía ni idea - mentí - Pero me alegro mucho por vosotros - dije con media sonrisa.

Mi tío sonrió de manera forzada. Acabamos de comer con charlas superficiales y nos sentamos en el salón para ver el programa de humor que hechan todos los años en la tele antes de las doce.

- Pelad las uvas, yo iré a por el Champagne! - Dijo mi tío contento. 

Vimos el programa soltando carcajadas todos a la vez sin ningún incidente, aunque Nico fulminó a mi tío con la mirada en varias ocasiones.

Empezaron la cuenta atrás con una conexión en directo desde la Puerta del Sol en Madrid y yo, como siempre, nerviosa.

- FELIZ AÑO NUEVO!!! - Dijimos todos a la vez con la boca llena de uvas en cuanto terminaron de sonar las campanadas.

Brindamos por que fuera un buen año y estuvimos otro rato charlando. A las doce y media me levanté del sitio.

- Voy a cambiarme, he quedado con Aelita a la una en el centro - Dije a mi tío mientras caminaba hacia la habitación.

Entré y miré al armario. Escogí un vestido negro muy corto y con mucho escote. Cogí unos zapatos de tacón rojos y un bolso a juego que iban a la perfección con mis labios recién pintados. Salí al comedor y Nico se quedó mirando hacia mí.

- Nos vamos - le dije a mi tío ignorando la mirada de desaprobación de mi novio.

- Pero... ¿No crees que eso es un poco corto? - Dijo Nico.

Yo lo ignoré otra vez y observé a mi tío.

- Vale - dijo Jack.- Te quiero aquí para el desayuno.

- Sí señor! - Dije haciendo un saludo militar de broma.

Mi tío rio y yo me dirigí a la puerta sin esperar a mirar si Nico me seguía.

- Espera! - Gritó Nico desde la escalera. - ¿De verdad no crees que eso sea muy corto?

- Oh cariño - dije con fingida compasión - ¿Por qué crees que lo he elegido? - Continué con un toque de sarcasmo en la voz.

- Vale... - Dijo con la cabeza gacha y visiblemente apenado.

- No te preocupes cielo... - Le acaricié la mejilla tiernamente y le di un corto beso en los labios.

Él sonrió levemente y me cogió de la mano. Llegamos al centro cinco minutos después de la una de la madrugada y Aelita ya estaba allí con un vestido idéntico al mío pero en rosa y los complementos en negro.

- Hola! - Me dice abrazándome - A ver, el plan para esta noche. Vamos primero a la disco del centro, bebemos un poco pasamos un rato con la gente y luego nos vamos a hacer botellón al cementerio.

Nico puso mala cara ante la mención del alcohol, aunque no supe por qué.

- He quedado con Miguel a las dos - dijo guiñándome un ojo.- Y cuando volvamos te llamo para quedar otra vez.

- Perfecto! -Dije sonriendo ante el plan de mi amiga.

- Pero...

- ¿Siempre tiene que haber un pero? - dije con resentimiento.

- ... hay una mala noticia - siguió mi amiga sin hacer caso de mi comentario - Ángel también viene.

- ¿Qué? - Preguntó mi novio de malas maneras.

Aelita lo miró sorprendida y yo le eché la mirada de "luego te lo cuento".

- Si no Miguel no iba a venir - dijo como disculpándose.

- No te preocupes...

- Te tienes que quedar con él mientras yo estoy con Miguel.