Amor Verdadero

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Capítulo 7

 - Dime - dije todavía comparando a Nico con Ángel. La verdad sentía que le estaba engañando.

- Verás... - empezó Nico - he estado hablando con mis abuelos y me han dicho que estoy muy enamorado - dijo haciendo comillas con los dedos para señalar que era literalmente lo que ellos habían dicho - y que Venecia es una ciudad para personas enamoradas - dijo haciendo comillas otra vez - por lo que si tu tío te deja y tú quieres... que... - se aclaró la garganta - pues... es que...

- Nico, ¿puedes ir al grano? - dije riendo ante su elocuencia.

- Te han invitado a ir conmigo por las vacaciones de pascua a Venecia. - dijo con un leve sonrojo.

En ese preciso instante todos mis pensamientos sobre Ángel se evaporaron. Debía de tener una cara de "flipada" total por que Nico empezó a hablar de nuevo.

- Sólo es si tú quieres - se apresuró a decir - Sé que aún quedan más de tres meses y que es muy apresurado, pero tienes tiempo para pensarlo y hablar con tu tío. Mi madre iría con nosotros y tú podrías dormir en mi habitación, yo puedo dormir en el sofá y...

No pudo decir más porque me tiré sobre él para darle un beso. Cuando me separé de él me observó sorprendido.

- ¿Eso significa que puede que vengas? - Preguntó tímidamente con un toque esperanzado.

Asentí con la cabeza y esta vez fue él quien me besó a mí. Oímos las campanadas de la iglesia, las ocho y media. Que rápido se me había pasado el tiempo.

Le miré a los ojos un largo rato.

- Dormiré en tu habitación - dije seriamente.

Se puso nervioso y dejó de mirarme. Sacó su brazo de mis hombros, se incorporó del árbol en el que teníamos la espalda apoyada y se puso a tartamudear antes de dar una explicación.

- Pero yo dormiré en el sofá... - dijo sonrojado totalmente - Las habitaciones están en la segunda planta y el salón en la primera...

- ¿Y quién me garantiza que no vas a poner cámaras en la ducha? - Le pregunté intentando estar seria, pero se me escapó una pequeña sonrisa.

Se estaba poniendo muy nervioso y aún más rojo pero al notar mi sonrisa se tranquilizó y se volvió a recostar contra el tronco del árbol.

- ¿Me estás vacilando? - preguntó travieso.

- Hace unos diez minutos - le contesté con una sonrisa sarcástica.

Nos levantamos en cuanto el reloj dio las nueve menos cuarto y nos encaminamos al coche de mi tío.

Nos encontramos a Jack y María hablando seriamente. De repente supuse que la madre de Nico le estaría comentando a mi tío sobre el viaje a Venecia.

- Lo pensaré - dijo mi tío en tono serio. 

De pronto me vio y sonríe mientras se levanta para abrazarme.

- ¡Bueno! Mañana María se va a Italia por unas semanas por cuestiones de empleo - dijo mi tío a modo de introducción. - Creo que sería una buena idea llevarla a cenar a ella y a Nico a nuestro restaurante favorito.

Miré a mi tío sorprendida. Nadie sabía cuál era nuestro restaurante favorito. Me recuperé enseguida y le sonreí.

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