Amor Verdadero

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Capítulo 21

Me vestí un poco asqueada y observé embobada cómo Ángel se vestía a su vez. Nico salió del baño completamente vestido e "invitó" a Ángel a marcharse a su casa, a la vez que hacía comentarios nada alargadores sobre su familia. Le acompañamos a la puerta y vimos que ya era la hora del almuerzo. Nos sentamos en la cocina, extrañados de que María y Jack no estuviesen en casa.

Se nos pasó en cuanto los vimos entrar por la puerta con un almuerzo del McDonald's. Comimos en silencio. De vez en cuando le lanzaba a Nico una mirada avergonzada.

Salimos aquel primer día de enero sobre las cuatro de la tarde hacia el parque en el cementerio.

- Nico - llamé.

Él dio un respingo hacia atrás y luego se giró para quedar mirándome a los ojos. Eso es lo que me gusta de Nico, siempre me mira a los ojos. Pero Ángel te sabe dar lo que quieres dijo la, cada vez más irritante, voz en mi cabeza. Pero te quieres callar, contestó la otra perdiendo la paciencia. Sonreí por mi discusión mental y Nico me miró extrañado.

- Verás... Yo... Siento mucho lo de anoche. Y siento todavía más que tuviese que ser con Ángel. Cuando bebo no puedo pensar con claridad. Para ser sincera, no tengo recuerdos de... eso... todo lo que sé me lo contó Ángel esta mañana mientras te duchabas - se lo expliqué mirando al suelo porque no podía con la culpa.

Él me levantó la barbilla hasta que nuestras miradas se encontraron.

- Yo accedí, así que la culpa sería, en tal caso, de ambos. No me agrada Ángel. Pero me aseguré de que apenas te tocara. Aunque tú insistías bastante la verdad - añadió con una sonrisa triste -. Entiendo que él lo haga mejor que yo. Pero quiero creerme que lo nuestro es Amor Verdadero, no sólo una noche loca.

- Lo es - asentí con una sonrisa de oreja a oreja.

¿Estás segura? Preguntó la puñetera voz en mi cabeza. La ignoré. Quería a Nico. Y eso no estaba dispuesta a discutirlo con esa irritante voz en mi cabeza.

Fueron pasando los días y volvimos al instituto para el segundo trimestre. El 22 de enero celebramos nuestros cuatro meses juntos cenando en El Asador solos. Se acercaba el cumpleaños de Nico y aún no sabía que regalarle. Me había dicho que no quería fiesta pero... Sólo se cumplen 17 años una vez.

- No tiene amigos... Así que aunque le organizara una fiesta no iría nadie que lo quisiera... - Comenté a Aelita, intentando pensar qué hacerle a Nico por su cumpleaños.

- ¿Cuánto sabes de él exactamente? - Preguntó mi amiga con tono inquisitivo.

- Se llama Nico di Angelo - empecé por la parte obvia - y cumple 16 años la semana que viene. Es veneciano. Sus abuelos maternos viven allí todavía. Su madre se llama María. Y no conoce a su padre. - aclame asombré de lo poco que sabía de él.

- Quizás deberíamos buscar datos más personales... - dijo Aelita con una sonrisa -. A ver... ¿Color favorito?

- No sé... - dije un poco avergonzada.

- Bueno, vale, no pasa nada... - dijo mi amiga intentando tranquilizarme - Su... ¿Grupo favorito? - Negué con la cabeza decepcionada - ¿Cantante favorito? ¿Qué quiere estudiar? ¿Dónde quiere vivir? ¿Su mayor sueño? ¿A qué le tiene miedo? ¿Tiene alergias?¿Tiene más familia a parte de su madre y sus abuelos? - Negué y me encogí de hombros tras cada pregunta de Aelita.

A se pasó los siguientes diez minutos haciendo preguntas concretas sobre Nico que no pude responder. Se rindió.

- Entonces: sabes su nombre y su fecha de nacimiento. Ya está - resumió mi amiga sin poder creérselo -. ¡Llevas cuatro meses saliendo con él! - se indignó - ¿Cómo es posible que no sepas más de él que esas dos cosas?

No respondí. Pasamos el resto de la tarde hablando de la relación de Aelita con. Miguel, de famosos y de programas de televisión. A se fue después de cenar y yo decidí llamar a Nico. Quedamos para salir por la noche. Me vino a recoger y fuimos a su casa.

- Nico... Hablando hoy con Aelita me he dado cuenta de que no sé casi nada de ti - empecé intentando no sonar demasiado brusca. Él se encogió de hombros.

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