ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ [ʙɴʜᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ]

ᴍɪᴅᴏʀɪʏᴀ ɪᴢᴜᴋᴜ (ɪ)

-Nueva vida-

Hace un mes exacto que me uní a la academia más impresionante y famosa de héroes.

La academia Yuuei.

Era un sueño echo realidad, mi sueño de ser heroína profesional podría cumplirse, así que tenía muchas esperanzas desde que puse mi pie en la academia.

Estoy estudiando en la clase 1-A. Mis compañeros son muy buenos y simpáticos, me llevo bien con todo el mundo aunque sea algo tímida.

Pero, aunque todos los estudiantes eran algo peculiares y únicos, hay alguien que destacaba entre todos.

Ese era un peliverde llamado Midoriya Izuku.

A parte de su quirk y de lo genial que era, yo sabía que desde el primer momento en el que le vi sentía algo por él.

¿A quien no le gustaría? Es una monada de chico.

Pero para mala suerte la mía, él nunca se fijaba en mi, es más solo hablamos una vez en todo un mes y era para preguntar qué tarea había.

Las esperanzas también se me esfumaban cuando veía que se llevaba tan bien con Uraraka y Tsuyu.

Yo a comparación de ellas, no era nada.

No soy tan mona y ni mucho menos tenía un cuerpo tan genial como ellas.

Yo era normal, pero seguramente no llegaría ni a tener una conversación normal con aquel peliverde.

Suspiré mientras tomaba asiento en el aula de la clase 1-A.

- ¡Ya está! Hoy será el gran día - Pensé mientras retomaba mi compostura.

- Hoy me declararé a Midoriya-kun, quiero decirle todo lo que siento -

Mientras que me seguía haciendo ilusiones, no pude atender nada en la clase de Aizawa-sensei.

Todo el tiempo estuve pensando en el peliverde, pensando en cómo iba a hacer para declararme.

Terminaron las clases, mis nervios estaban a flor de piel.

En un cambio de clases le dije al peliverde que me esperara en la salida ya que tenía que decirle algo.

Iba hacia la salida.

Estaba allí, apoyado en la pared, mirándome a lo lejos.

- Hola, (T/N)-san - me dijo mientras se acercaba a mi.

- H-hola... - titubeé por lo bajo -

- ¿Que me tenías que decir, (T/N)? -

- Yo... Puede que hayamos hablado muy poco... Puede que también no tengamos mucha confianza pero... C-creo que desde que te vi por primera vez en clases... ¡Me gustas Midoriya-kun! - dije sin más rodeos.

Mi cara estaba completamente roja.

Seguro que me decía que no porque no era tan linda como Uraraka, o no tengo tan buen cuerpo como Tsuyu pero... Quería soltárselo.

Me extrañé porque el peliverde río un poco.

- Q-qué linda eres (T/N)-san... - su cara se tornó a un rojo carmesí

Y la mía ya era un tomate completamente.

- L-la verdad es que... Tu también me gustas mucho, a-aunque no me atrevía a decírtelo - iba a decirle algo pero me interrumpió -

- Uraraka-chan y Tsuyu-chan saben que tu m-me gustabas y les p-pedí ayuda p-para declararme... Pero te has adelantado - sonrió algo incómodo mientras que se arrascaba la nuca.

- E-entonces... ¿Q-quieres ser mi novio? - dije algo avergonzada.

- ¡S-si! - me contestó.

De la felicidad, le abracé con todas mis fuerzas mientras que tenía una sonrisa en la boca.

- ¡Gracias Midoriya-kun! - dije con todas mis energías.

Hasta que él me separó del abrazo.

Sujetó mi cintura con sus manos grandes y sedosas.

Para darme un lindo y tierno beso.

Nos separamos después de unos segundos, no era un beso atrevido ni mucho menos, era un beso muy tierno y algo tímido a la vez. Me encantó.

- Llámame Izuku - dijo con una sonrisa.

Afirmé con la cabeza, los dos teníamos un lindo sonrojo en nuestras mejillas.

Me acompañó a casa dados de la mano.

Uno de los mejores días de mi vida, sin dudarlo.

Fin.