ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ [ʙɴʜᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ]

ᴇꜱᴘᴇᴄɪᴀʟ 10ᴋ

Si sí, ya sé que somos ya 17k, y lo estoy flipando.

Pero no os iba a dejar sin el especial 10k, aunque si llegamos a los 20k seguramente haga otro.

Me he retrasado un poquito porque no tenía muchas ganas de escribir estos días, sorry.

Peeero además de esta, he empezado otra nueva historia, que es una de Todoroki x Reader. Me alegraría mucho que os pasaraís a verla porque tengo muchísimas ideas buenas y la historia puede quedar muy guay. ^^

Dejo de contaros mi vida y empezamos.

***

-Noche de navidad-

Todoroki y Midoriya Villain!

25 de diciembre... El día de Navidad.

La noche en la que todos los jóvenes salen de fiesta con sus mejores vestimentas después de tener una cena bonita con su familia.

"Será divertido", decían mis amigas, "vamos a la discoteca".

Y ahora me encuentro a las cinco de la mañana, de camino a mi casa por un dolor de barriga tremendo.

Por poco no vomito en frente de todos...

Creo que me excedí un poco con la bebida.

Las calles estaban desiertas, solo podía escuchar el sonido de algunas bombillas de las farolas parpadear.

-Creo que... Me voy a marear...- dije mientras me apoyaba en la pared con una de mis manos.

-Disculpe señorita, ¿Necesita ayuda?-

Me pilló por sorpresa esa voz masculina.

Giré a ver quién era, y era un chico bastante guapo, su pelo estaba rapado por la parte de abajo y era de color blanco y rojo, también tenía una quemadura al rededor de uno de sus ojos.

-E-eh... No se preocupe... Puedo ocuparme yo sola- dije, no quiero molestar a las demás personas por el simple hecho de que haya bebido demasiado.

-Estás muy blanca- me puso la mano en la frente, tomando mi temperatura.

Ese gesto me pareció muy mono, y además del sonrojo que tenía por el alcohol, este se aumentó por el tacto del chico.

-Dios, estás muy caliente, déjame que te acompañe a casa por favor- me dijo con cara preocupada.

-Bueno... Está bien, gracias-

Él entrelazó su brazo con el mío para que tuviera un punto de apoyo y poder caminar mejor, y comenzamos a caminar.

No sé si era la bebida, pero abracé su brazo y apoyé mi cabeza con su hombro.

Sentía como su brazo era bastante musculado, se notaba a partir de su camisa apretada.

-Eh... Te estás poniendo muy cómoda- me dijo él.

-¡Ah! Perdón- me separé de él al instante.

Se rió.

-No pasa nada, te lo permito-

Aunque me dijo eso, ya me dio vergüenza ponerme así de nuevo.

-He dicho que lo permito-

Alzó su otra mano y me empujó contra su hombro.

Fue muy brusco.

-¡Ay! ¡Oye!- me volví a separar de él, pero esta vez también de nuestros brazos entrelazados.