ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ [ʙɴʜᴀ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ]

ᴇꜱᴘᴇᴄɪᴀʟ 200ᴋ: ɪɴꜱᴇɢᴜʀɪᴅᴀᴅᴇꜱ [ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴏꜱ]

–ᴍɪᴅᴏʀɪʏᴀ ɪᴢᴜᴋᴜ (ꜱᴏʙʀᴇᴘᴇꜱᴏ)–

Suspiros provocados por el calor y el cansancio salían de mi boca. Hoy en la clase práctica con el profesor Aizawa hemos hecho ejercicios de resistencia bastante duros. Todo el mundo estaba agotado.

—Bien, el siguiente ejercicio lo haréis individualmente. Ponéos en fila, y en orden daréis cada uno una vuelta al campo mientras os cronometro. La velocidad es crucial, así que dad lo mejor de vosotros. Iida —miró al nombrado. —Puedes utilizar tu quirk, no vas a ser rival para los demás, pero así entrenas tu particularidad. —terminó de hablar el mayor.

—¡Está bien, profesor Aizawa! —respondió Iida tan recto como siempre.

Conforme íbamos haciendo la fila, los nervios aumentaban. Mis inseguridades hacían que no quisiese que nadie me viera haciendo ejercicio físico, y menos todos los presentes. Siento que voy a hacer el ridículo en comparación con los cuerpos perfectos de cada uno.

Un nudo en mi garganta iba creciendo, sentía el pulso a mil y mis manos comenzaron a temblar por los nervios.

Desde pequeña he sido rellenita, y a pesar de que hago ahora más ejercicio que nunca por haber entrado en esta prestigiosa academia de héroes, no bajo de peso. Mis hormonas y genética son así, no puedo hacer nada al respecto...

Durante todos mis años académicos he recibido bullying de todo tipo, y gracias a esto, padezco de depresión y ansiedad. Psicológicamente ahora estoy en mis mejores momentos por haberme librado de mi clase anterior. En la UA de momento nadie me ha insultado u ofendido, pero, aún así, no puedo dejar de pensar que me están juzgando todo el rato en sus mentes.

La fila estaba avanzando cada vez más, casi llega mi turno...

—¿(T/N)? ¿Estas llorando? —dijo el peliverde, quien se encontraba detrás de mí.

No recuerdo cuándo mis lágrimas habían empezado a brotar, cada vez me costaba más respirar, y las burlas e insultos de antaño en las clases de gimnasia atacaban mi mente.

—I-izuku... —dije entre lágrimas, llamando la atención de todos mis compañeros y nuestro profesor, parándo el entrenamiento.

—(T/A), ¿te encuentras bien? —cuestionó Aizawa mientras los demás me observaban con preocupación.

—P-perdón por interrumpir la clase... —dije limpiando mis lágrimas lo más rápido posible. —¿puedo ir a la enfermería? —

El mayor sabía perfectamente sobre mis problemas por la ficha médica que tuve que entregar para ingresar en la UA, además, hablé sobre esto con él a parte, por lo que no dudó en darme permiso.

—¡Profesor Aizawa! —dijo el pecoso llamando la atención de todos. —¿puedo... acompañarla? —

Aizawa dudó por unos momentos. Me miró por unos instantes para ver si estaba de acuerdo, a lo que yo afirmé sin pensarlo dos veces.

—Puedes ir. —dijo el profesor para confirmarlo.

—¡Gracias! —Izuku hizo una reverencia e impartimos nuestro camino hacia la enfermería.