Andrew cuenta
Desperté a eso de las diez de la mañana, había dormido muy bien gracias a Elizabeth, fue una noche increíble, me sentía tan feliz. Esta mujer era perfecta en todos los sentidos.
Estire mi brazo intentando encontrar su cuerpo, pero nada, ella no estaba aquí. Tal vez está haciendo el desayuno. El timbre de mi celular me despertó por completo, estire mi brazo hasta alcanzar mi celular, cuando lo jale hacia mi escuche un pequeño sonido, creo que algo se cayó. Cuando revise mi celular vi que era una llamada de Joanne.
-¡Joanne! ¿Cómo estás?
-Que buen humor Andrew, el jefe me obligo llamarte para hacerte recuerdo que solo te queda un mes de vacación y mejor si vuelves antes, me está volviendo loca.
-Está bien, veré que puedo hacer.
-Y en lo que a mí me concierne… ¡¿Qué tienes en la cabeza?! Cuando fuimos al aeropuerto me asusté mucho cuando dijeron que había una tormenta y de paso tú te ofreces a pagar todos los asientos con tal de volver a Canadá. ¡Casi me matas de un infarto! –Tuve que alejar un poco el celular de mi oído, los gritos de Joanne eran peor que los de mi madre.
-Solo no se lo digas a mi madre, como mínimo ella me golpeara.
-Te lo mereces, estuve muy preocupada por ti.
-Pero llegue bien, tranquila Joanne.
-No puedo creerlo, por favor no vuelvas a hacer algo así.
-Lo prometo, y lo siento.
-¿Qué hare contigo?
-Amarme.
-Golpearte.
-Que violenta.
-Solo cuídate ¿quieres?
-Está bien, te veo pronto Joanne.
-Y quiero que me cuentes de esa muchacha… ¿Elizabeth?
-¿Cómo sabes de ella?
-Tu madre me hablo de ella, dice que volviste a enamorarte.
-Es increíble, ya lo veras. Te lo digo enserio algún día me casare con ella.
-Pero que soñador, me cuentas más luego. Tengo trabajo que hacer.
-Te cuidas Joanne. -Colgué.
Me levante de la cama y un pedazo de papel estaba debajo mis pies, lo levante y decía:
“Me enamore, lo lamento. Atte Elizabeth C.”
¿Qué es esto? ¿Se enamoró? Seguro fue de ese tal Marcus o Mario o lo que sea que se llame ese tipo. Me cambie con lo primero que encontré y salí de mi habitación directo a la suya, entre y estaba vacía…completamente vacía, con los armarios abiertos y mi sabana encima su cama, volví a mi cuarta para recoger mi celular, al lado de este estaban sus llaves…se ha ido.
Marque su número, pero su celular estaba apagado, me sentía confundido, celoso, dolido. Incluso mas que esa vez cuando me entere del engaño de Sophia.
Después de quedarme pensativo por unas dos horas, hice lo que todo hombre hace cuando está confundido…visitar a su madre.
-Eres un completo idiota. -Espeto mi “adorable” madre.
-Te lo agradezco mamá ¿Sabes? uno esperaría que me abraces y digas que todo estará bien.
-Eso era cuando te caías de tu bicicleta, ahora eres un hombre o al menos eso espero.
-¡Madre! -Suspire un poco y hable. -Leer esa carta fue extraño, no sabía que pensar.
-Realmente eres un idiota, pero antes de que continúes, como empezó todo esto.
Me apreté las manos fuertemente, respire hondo unas cuantas veces para sentirme calmado, aclare mi garganta y empecé.
-Ya sabes del anuncio del departamento y todo eso. La cosa empezó cuando la conocí, fue bastante peculiar en realidad, abrí la puerta y ella se encontraba cabeza arriba, me dijo algo que tarde horas en descifrar y se desmayó. Como todo un caballero la levante y la coloque en el sofá, se veía muy bonita, más que en la foto que me envió, en realidad creo que no es muy fotogénica, pero en persona era preciosa. Cuando despertó pude ver unos perfectos ojos oscuros, lo cual ya era raro para mí, jamás me sentí atraído a una chica así, sabes que mis novias anteriores eran rubias de ojos azules o avellana, mayores a mi….
-Y muy esqueléticas, realmente Andrew tenías un mal gusto en cuanto mujeres.
-¡Madre! No interrumpas.
-Lo lamento continua “caballero”- Dijo haciendo comillas en la última palabra.
-Luego empezamos a hablar, me sentía en confianza con ella, poco a poco la conocí más, y cada día me sorprendía. Me refiero a que ella es una mujer excepcional, podía comer más que un chico adolescente, podía llegar a ser tan adorable, tan segura de sí y cada día sonriendo como si fuera un maldito unicornio que saltaba por las nubes. -Me reí al recordar sus sonrisas, era realmente difícil saber si había tenido un mal día o un buen día. Y también me hablaba de un tal Marcus o Mario o creo que era Mark.
-¿Quién es Mark?
-Era su profesor en la maestría, seguro Elizabeth se enamoró de ese idiota, de cabezota gigante y se fue con él.
-¿Ya lo viste alguna vez?
-No, pero Elizabeth dice que era muy inteligente y me lo imagino como si fuera Jimmy neutrón.
-Me tienes que hacer recuerdo cuántos años tienes, porque aparentas tener 29, pero tienes la mentalidad de uno de 5.
-¡No es cierto!- Hice pucheros, de los cuales ella se rió.
-Continua con la historia, antes de que empieces a gatear.
- Teníamos un contrato, que decía que si alguno se enamoraba de quien sea, Elizabeth se iría. Pero si ambos nos enamorábamos uno del otro lo hablaríamos. Tonta clausula Creada por Emily…Y también que la seducción estaba permitida.
-Te escucho -frunció el ceño y me miró fijamente. Estaba molesta.
-Ayer lo logre, y llegamos más lejos que eso. -Me sentía incómodo al contar esto a mi madre, pero sabía que era la única que me ayudaría. -Incluso le dije que la quería.
-Viviste conmigo y con tu hermana y aun así no aprendiste nada sobre mujeres- Y eso que yo me creía un experto.- ¿enserio crees que ama a Mark?
-Pero si ella se fue es porque se enamoró de alguien más.
-Déjame preguntarte algo. Qué pasa si enserio Elizabeth realmente ama a Mark, ¿Qué harías?
-Dejar que sea feliz. –Dije sin siquiera pensar en que estaba diciendo.
-¿No te das cuenta o no quieres admitir que te pasa con ella?
-No quiero admitirlo.
-Andrew, querido. No creo que ella sea una de esas mujeres que se acueste con alguien mientras está enamorada de otra persona, parece que ella tiene otros motivo. Tú eres el único que puede saber sobre eso. Tienes que buscarla y admitir de una vez por todas que no solo la quieres. ¿La amas? ¿No es cierto?
-La amo.
-¡Más fuerte!
-¡La amo!
-¡MAS FUERTE!
-¡LA AMO! MALDITA SEA.
-Ahora ve y encuéntrala.
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Gracias por leer! espero que la historia te este gustando!! :D
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Déjame olvidarte
RomanceElizabeth Clark se va a Canadá con tan solo tres simples planes: Conseguir un buen trabajo. (Una vez que concluya con su maestría.) Tener un gato y comprarse unos maravillosos tacones. También tenía una regla: ¡No enamorarse! Y no crean mal, esta r...