Déjame olvidarte

Epilogo.

Andrew cuenta.

Todo acabo con...

Bueno, decir que toco acabo suena a que Elizabeth me hubiera rechazado, que todo lo que teníamos terminaría, ella escaparía a otro país para convertirse en monja y alejarse de cualquier hombre; yo terminaría totalmente deprimido, con traumas de ser rechazado, por lo que me aislaría y engordaría diez kilos por semana por que comería pura chatarra y me compraría cinco gatos.

Creo que exagere un poco.

Menos mal que todo eso era solo las ideas que pasaban por mi cabeza mientras esperaba una respuesta de parte de Elizabeth, luego de esperar tanto tiempo ella me dijo la palabra que estuve esperando por mucho tiempo, esa palabra que cambia el destino de dos personas para unirlos en un futuro. Ella dijo “si”

Y al decir que todo termino, me refiero a que finalmente Elizabeth ya no pudo contenerse con mis maravillosos encantos y atributos y termino rindiéndose ante ellos o más bien gracias a mi gran perseverancia por querer estar con ella, Elizabeth acepto de una vez por todas.

Fue un momento increíble, me sentía demasiado feliz como para expresarlo en palabras, es uno de esos momentos en el que te das cuenta que la persona que amas te corresponde.

Por otro lado los negocios con Tom no salieron tal y como me lo esperaba, pero si fue un buen trato a final de cuentas, al terminar aquella reunión fui en busca de un anillo perfecto de compromiso, Elizabeth no quería un gigantesco diamante en su dedo, ella quería algo sencillo por lo que compre un anillo con un diamante de tamaño considerable y que se veía muy bien en su mano.

Joanne parecía más emocionada que Elizabeth sobre la boda... En realidad creo que yo y Joanne estábamos más emocionados de la boda que Elizabeth.

Cuando hablamos de aquello, ella me dijo que quería algo íntimo y pequeño.

Andrew Parker había conseguido que Elizabeth me acepte, eso tenía que saberlo todo el mundo o al menos los cuatrocientos trabajadores más cercanos de la empresa.

Joanne hizo la lista de invitados, yo llame a sus padres y gracias a mi francés pudimos comunicarnos muy bien, su padre lloro al otro lado de la línea, su madre me explico que era porque gracias a mi Elizabeth ahora si estaría verdaderamente feliz.

Los invite a la boda, pero su padre tenía algunos problemas con su presión y otras problemas más de salud, que el doctor le dijo que no sería posible que el viaje, obviamente su madre no lo podía dejar solo, ambos se disculparon y me pidieron que por  favor les pase una grabación de la boda entera.

Su hermana acepto, vendría ella con toda su familia.

Si se lo preguntan planee todo esto de la boda para que nos pudiéramos casar en dos semanas, yo quería una semana pero Joanne insistió que con tan solo una semana sería una boda muy desorganizada.

Fue algo complicado pero pudimos encontramos un buen lugar para la boda,  era de espacio suficiente para todos los invitados y muy elegante también; las invitaciones las mando a hacer Joanne en un tiempo récord, ella también se encargó de la torta y de contratar a alguien que nos case; la comida, música y flores a cargo de mi madre y Emily que vinieron encantadas y emocionadas en cuanto les conté de la boda.

¿La reacción de Elizabeth?

Pues ella fue a la única persona que se me olvido decir que nos casaríamos en dos semanas, bueno ahora faltaba solo una semana.

-¡¿Nos casamos en una semanas?! -pregunto Elizabeth levantando la voz y con el ceño fruncido

-¿No te lo dije?