Ya estaba todo listo, solo mi madre daba vueltas en la casa buscando no se que cosa. Tenía mi maleta en mano y mi padre esperaba en el auto, mi hermano en la puerta acercándose a mi para ayudarme en las últimas cosas. Finalmente, mamá caminó hacía nosotros, pero fijando su vista en mi preguntando si no me faltaba nada que llevar. A lo que negué. El colectivo (autobús, transporte) saldría pronto así que teníamos que apurarnos.
Mis amigos estaban afuera, vinieron a despedirse, no sabía cuando volvería a verlos. No me quería largar a llorar ahora, así que solamente los abracé. Éramos un grupo de tres, no era de tener muchos amigos que digamos, pero con ellos dos era con los que podía confiar.
Me dirigí al auto, subía en la parte trasera juntó con mi hermano rumbo a la estación. Una vez el auto arrancó miré hacia atrás despidiéndome, con mi mano, de mis amigos. Regresé la vista al frente con una leve sonrisa y nervios en todo mi cuerpo. Sentí una mano sobando mi hombro, era mi hermano, como lo extrañaría... Iba continuar mis estudios en Seúl, fue una decisión algo difícil, pero me veía con más oportunidad estando allá. Seguramente me cueste un poco adaptarme a la gran ciudad, estando solo, pero era un gran paso, teniendo 21 años pensaba en un futuro próspero, ayudando a mi familia luego de terminar de estudiar y conseguir un trabajo. Aunque eso no me detenía a poder buscar un trabajo mientras esté estudiando, ya que tenía que pagar mis estudios, además de alimentarme, algún medicamento si llegará a enfermar por un descuido mío.
Miraba por la ventana, haciéndome saber que pronto llegaríamos a la estación. Suspire una vez el auto se detuvo. Bajé junto con mi hermano, ambos a la parte trasera del auto a sacar mis maletas del baúl. Solo con una mochila en mi espalda nos adentramos en el lugar a buscar donde debía hacer la fila.
Observaba por todos lados, al igual que revisaba mi boleto en mano que número debía buscar, hasta que me di cuenta de que ya estaba parado en el lugar así que fui al final de la fila. En la espera de que el colectivo llegará, mis padres me fueron advirtiendo, como si fuera un niño de 10 años, que no hable con desconocidos, pero, como iba a hacer amigos sino?.
Rodé los ojos, no se como mi hermano menor podía con tanto, aunque él era más cercano a papá, y mamá me puso más atención cuando mi hermanito iba al trabajo de papá a ver la experiencia. Ella aun me seguía tratando como si fuera un niño. Ahora que me voy, seguramente se le haga difícil dejar a su hijo. Pero después de todo, ella quería que fuera el primero en darle un nieto, nunca le presente una pareja, y no es porque no quiera, es porque nunca tuve una. Aunque en la secundaria era bastante notorio por mi rostro, no prestaba atención a quienes no fueran mis amigos, las clases, y en mis pasatiempos. Tal vez nadie de ahí presente me llamo la atención, pero si recuerdo una vez la cual me sonroje, cuando un chico tomó mi mano antes de cruzar la calle para ir a mi casa. Un auto iba pasando, si no fuera por él tal vez estaría en el hospital. Ese suceso me hizo confundir, pensando en ese muchacho, que obviamente no lo volví a ver nunca.
Sentí un pequeño empujón el cual me trajo a la realidad, la fila estaba avanzando, no escuché en qué momento llegó el colectivo, mientras avanzaba con mis maletas miré a mi familia, ya era momento de despedirse, un hombre aun no subía pues estaba guardando su equipaje. El momento del cual las lágrimas brotaron de mis ojos, mi familia me estaba abrazando, todos sollozando. Segundos después nos separamos, me limpié mi rostro con la manga de mi campera.
Era mi turno de subir y mostrar mi boleto al conductor, este arrancando la parte de abajo del boleto para cerciorar de que no haya entrado nadie más o el boleto sea falso. Una vez dentro, y asegurarme de meter mis maletas en el baúl del colectivo, busqué mi asiento junto a la ventana, viendo a mi familia saludar con la mano y mandar besos, que me hicieron sacar una leve sonrisa devolviendo el saludo. Unos muy pocos minutos bastaron para escuchar y sentir en movimiento el colectivo. Miré una última vez a mi familia ahora nuevamente con lágrimas en sus ojos, no siendo los únicos en acompañarlos a llorar, seguramente había otras personas viajando, quizás estuvieron de vacaciones en Busan, y regresaban a la ciudad, o como mi caso, que se iba de su ciudad natal e iba a crear una vida nueva en otro lugar.
Mientras más me alejaba, ya menos visible tenía a mi hermano, mi madre y mi padre, en ese momento me puse los auriculares, y saqué mi almohada de cuello para viaje, me dormiría hasta llegar a Seúl, no creo que durará estar despierto después de que mi madre me hizo levantarme a las 7am para ir a bañarme, y sabiendo todo lo que demoraba, para asegurarse de que no olvidaba nada, ya que el horario de salida del colectivo era a las 13pm, tiempo para cambiarme desayunar, y que mis amigos al menos durmieran un poco más que yo antes de que estuvieran a tiempo de verme antes de que me vaya. Estas cinco horas las aprovecharía para recuperar el sueño que me quitaron.
Me acomodé en mi asiento, guardando mi celular en el bolsillo de mi campera que daba a la ventana, no quería que, aunque sea el chico a mi lado robara mi celular, abracé mi mochila y me dispuse a cerrar mis ojos y entrar en sueño en el transcurso a la cuidad.
Tenía nervios, no podía negarlo, llegar a un nuevo lugar es tan emocionante como al mismo tiempo nervios de conocer algo nuevo que nunca has visto o apreciado en persona. Me cuestionaba que era lo que me esperaba en Seúl, la Universidad... si podré lograr hacer amigos, conseguir todo lo que me propongo.
¿Qué me esperaba?
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~~~ Hola bueno espero que les guste mi primer fic, dudaba si en escribirlo o no pero mis amigas me convencieron así que aquí estoy
Saranghe ♥♥♥
►Reescrito
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Always by your side (Kookmin/Jikook)
FanfictionJimin viaja a Seul dejando atrás a su familia, para terminar sus estudios y buscar una nueva vida, en el transcurso conoce a los que serían sus nuevos amigos, se propone conseguir todo lo que puede dar, incluso más. Una conexión con un chico de sonr...