23.

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Ethan y yo habíamos creado un plan, lo llamamos:
"Secuestro de Jenna (sutil e inteligente)"

Y básicamente consistía en hacerla entrar a uno de los salones de la escuela y encerrarla para que dejara de evitarme y que finalmente me escuchara.
Ethan y yo solamente estábamos juntos por las tardes, porque yo le pedí que se quedara con Jenna durante las clases. Y de todos modos ella últimamente salía al terminar la escuela, así que no estaba enterada de que Ethan me otorgó su perdón.

—Entonces yo le diré que me acompañe a visitar al maestro Ronaldo y en el salón vas a estar tú.

Me dijo Ethan repasando los pasos del plan una última vez.

—Sí, estaré detrás de la puerta y cuando entren los dos la cerraré antes de que Jenna se pueda escapar.

Repasé a carcajadas, era una pésima idea.

—Dios, esto es un plan horrible. Si me mata yo te mato.

Me aseguró y yo me reí el doble.
Estábamos en el baño escondiéndonos como si tuviéramos cinco años, pero era de lo más divertido. Ethan salió primero que yo para no levantar sospechas, a la 1:30 pm en punto ellos debían estar entrando por la puerta del salón número 25.
Me encontraba en clase de historia y únicamente podía pensar en la reacción de Jenna, por el bien de ambos esperaba que ella me perdone. Básicamente la iba a obligar a que hablara conmigo.
Mi celular vibró cuando la clase terminó y vi que se anunciaba un mensaje de Ethan.

OPERACIÓN SECUESTRO EN MARCHA, CAMBIO.1:25

Era un idiota, tan sólo tenía cinco minutos para entrar al salón antes que los gemelos. Al llegar verifiqué que ya nadie se encontrara dentro y me coloqué justo detrás de la puerta a modo de que no me viera, cuando entraran sólo tendría que empujarla para cerrarla y listo, era lo único en lo que no debía fallar.
Escuché las voces de Ethan y Jenna acercándose cada vez más y mi corazón comienzó a latir muy rápido.
Me arrepiento, me arrepiento, me arrepiento.

—Sólo va a ser un segundo, Jenna.

Escuché a Ethan con deseperación en su voz y me entraron unas ganas mortales de reírme pero tapé mi boca con fuerza para no arruinarlo todo.
Logré ver a Ethan entrar y seguido de él, Jenna, en cuestión de un segundo cerré la puerta y le coloqué el seguro.

—¿Qué diablos?

Preguntó Jenna dirigiéndose a Ethan, a mí ni siquiera me miraba.

—Hola Jenna, perdón por ponerte en esta situación pero yo necesito que me escuches y no encontramos otro modo de que lo hicieras.

Le expliqué y ella solamente me miró.

—Ya sé que te he herido y te ofrezco una disculpa. Los extraño mucho a los dos y de verdad yo no quería que las cosas salieran así, te pido me perdones.

Jenna se quedó en silencio unos segundos, que parecieron horas. Ethan estaba sentado sobre una de las mesas y  miraba hacía la ventana.

—Por favor dime algo Jenna. Ya sé que raptarte aquí y obligarte a escucharme no mejora la situación, pero es que necesito que me perdones.

Transcurrieron unos segundos más y Jenna seguía en silencio, hasta que finalmente abrió la boca y me preparé para su discurso, pero en lugar de ello recibí una carcajada y una muy fuerte.

—¡Ustedes son unos idiotas!

Dijo riéndose mucho y tratando de recuperar la respiración.

—¿De quién fue la idea de "raptarme"?

Preguntó haciendo comillas con sus manos mientras no dejaba de reír.

—De Ethan.

—De Thomas.

Respondemos al unísono y todos comenzamos a reír. Finalmente Jenna me abrazó y entendí que un secuestro lo soluciona todo.

Mientras tú dormías. |En edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora