Mientras tú dormías. |En edición|

48.

—¿Necesitas ayuda?

Habló una voz a mis espaldas, mientras cargaba con dificultad una maleta y la colocaba sobre mi cama.
Era Emily.

—Claro que sí.

Le dije con una sonrisa y se colocó a mí lado, ayudándome a sacar las cosas de la valija.
Tenía puestos unos jeans y una blusa de tirantes color rosa, su cabello estaba recogido y un pañuelo amarillo lo adornaba.

Quería disculparme con ella pero no sabía cómo comenzar. Después del día de la borrachera en la que no respondió a mis gritos (afortunadamente) no la volví a ver. Tampoco quise preguntar por ella, sabía que necesitaba su espacio.

—Lamento haberme ido.

Dijo rompiendo el silencio que se acumulaba al rededor de nosotros. Negué con la cabeza en seguida y ella bajó la mirada.

—Hiciste lo correcto. No debí hacer eso.

Hablé a modo de disculpa y ella me respondió con una sonrisa, dándome a entender que las cosas ya estaban en el pasado.

—¿Quieres salir conmigo?

Le pregunte de repente, sin darle vueltas al asunto, dejando que todo fluyera y que las cosas ocurrieran como sea que debieran ocurrir.
Ella se quedó parada sin decir nada, probablemente meditando si la idea de salir con su "jefe" era la mejor.

—Puedes decir que no.

Le dije a modo de broma, deseando que fuera un sí. Me moría de ganas de conocerla más.

—¿No te meterás en problemas?

Me preguntó con un tono de voz muy bajo, con miedo de preguntar o quizá de escuchar la respuesta.

—No debería tener problemas por querer lo que quiero.

Le respondí con seguridad.

Asintió con la cabeza y sonrío como no lo había hecho en mucho tiempo.
Con inocencia, como la primera vez que la vi.

—Tengo que irme. Necesito hacer algo antes de salir contigo.

Le dije de prisa y tomé las llaves de mi auto.
Antes de salir de la habitación regresé a donde estaba, tomé su cabeza entre mis manos y le planté un beso en la frente, la abracé por primera vez y me dispuse a hacer lo último en mi lista que estaba posponiendo.
Necesitaba ir a casa de Hanna, era tiempo de terminar con eso.

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Prepárense mentalmente...
Si me dan mucho amor hoy, quizá lo suba en la nochecita. Lqm.