—I won't give up na, na, na, let meee love you...Canto al entrar por la puerta de mi casa, el piso no deja de dar vueltas y siento una energía excesiva recorriendo mi cuerpo.
Me muero de sed y hambre, necesito ir a la cocina.—¿Damián?
Escucho una voz que proviene de una de las esquinas de la cocina, está todo oscuro así que me sobresalto.
—¡Demonios! Me asustaste Rebeca.
Respondo al ver el cuerpo de la chica de la limpieza acercándose con lentitud. Lleva una pijama, bastante pequeña, dejando ver grandes cantidades de piel.
Qué buena está.
—Perdón, no era mi intención. ¿Estás bien?
Me pregunta y con una de sus manos toma mi brazo izquierdo, lo acaricia con suavidad y se acerca un poco más a mi cuerpo.
—Eh, s... sí. Tengo algo de sed.
Respondo arrastrando mis palabras, pensaría que es por causa del alcohol que consumí esta noche. Pero estoy seguro de que la razón es ella y su puta pijama provocadora.
—Puedo ayudarte a quitártela.
Dice ella con voz ronca.
Rebeca antes ya me había coqueteado, pero ahora pide a gritos mi atención.
Sin dejar que un segundo más transcurra me lanzó a sus labios y con desesperación la beso por todos lados.
Aunque estoy más ebrio que nunca logro ponerla sobre la barra de la cocina y abre sus piernas para que me coloque en medio. Ella lo desea.
Y yo también.—Espera Damián.
Dice separándose de mí cuando intento bajar sus shorts que trae de pijama. Pero la ignoro.
Ella quiere esto.—Damián que no.
Vuelve a apartarse de golpe, aunque yo soy mucho más fuerte. En un sólo movimiento consigo bajar mis pantalones y boxers.
—Deténte.
Me pide jadeando, pero ya es tarde, estoy dentro de ella.
Pienso que lo está disfrutando tanto como yo, pues sus manos aprietan con fuerza mis hombros, pero después de un par de minutos me doy cuenta que lo único que trata de hacer es separarme de ella.
Y que yo se lo impido con mis manos, que inconscientemente la aprietan con fuerza hacia mí.—Lo, lo, lo lamento.
Consigo decir, aunque estoy seguro que ya de nada sirve.
Ella no quería esto.
Y tampoco yo.
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Mientras tú dormías. |En edición|
Short StoryLa vida de Thomas Winfield dejó de ser sencilla cuando después de diversas tragedias sólo quedaron él y su hermano. Y aunque las cosas no parecían ir hacía otro rumbo, dos mellizos se interpusieron en su camino, recordándole que no está solo y sobre...