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Vale:

Quedaban dos días pal cumple del Seba y ya tenía su regalo, se lo había comprado dos semanas antes.

-¿Estai seguro que no queri un carrete piola?- le preguntó el Nacho a mi pololo. Estabamos en recreo planeando una salida.

-No, sabi, no quiero nada.- andaba medio triste y yo no sabía porque.
Tocó el timbre y todos se fueron, él igual, pero lo detuve.

-Podemos salir, si quieres.- le sonreí, estaba super feliz.

-Si, como quieras.- apenas me miró, estaba triste, no sé que le pasaba.

-Seba, ¿estás bien?- lo miré a los ojos, estaba preocupada, jamás lo había visto tan mal.

-Sí, son solo problemas familiares.- veía que todos se iban a sus salas.

-¿Me quieres contar? Nos saltamos esta clase y me cuentas.- le sonreí, de nuevo, esperando una sonrisa devuelta.

-No, no puedo saltarme las clases, perdón.- se fue dejandome sola, me sentí mal.

¿Hice algo mal?

[...]

Llegó el día de su cumpleaños y yo estaba más emocionada que él.

-¡Feliz cumpleaños, amor!- lo abracé tan fuerte y él también a mí, cuando me quise separar, él no me soltó. Sentía como si no lo hubiera visto nunca.-¡Tengo tu regalo!- le sonreí y por fin, después de esos dos días largos, me dió una sonrisa.

-¿Que es?- preguntó, sus ojos volvieron a brillar.

-Toma.- le pasé una caja de cigarros en forma de ataud con una cinta encima.-Abrelo.- sonrió.-Me gusta el olor a nicotina que llevas y decidí regalarte ese ataud con esos cigarros adentro.- ví que sacó uno.

-¡Gracias! Me gusta, es pequeño, portatil.- sonrió, se veía tan lindo cuando estaba feliz, pero esa felicidad duró poco, todo el día se la pasó triste.

[...]

-¿Vamos a comer?- pregunté, estabamos saliendo del liceo y vi a una cabra con un uniforme, pero el uniforme no era del mismo liceo, era de un colegio particular de las Condes. ¿Que hace esta hueona acá?

-Ya po, vamos.- aceptó, pero cuando vió a esa cabra se puso super raro. Caminabamos rápido, hasta que escuché que lo llamaron.

-Seba.- la misma cabra con el uniforme del colegio particular, lo llamó.-Hola.- se detuvó al verme, al vernos de la mano.

-Hola, ¿querí algo?- le contestó super pesao mi pololo. Nunca lo había visto así. Pude ver mejor a la cabra, era alto, ojos verdes y rubia. Era mucho más bonita que yo.

-Ya me enteré lo de tus papás y quería decirte que mis papás van hacer lo mismo.- miré al Seba confundido.

-Que bueno, me tengo que ir.- nos dimos la vuelta y nos fuimos a la chucha.

No quise preguntar quien era, pero lo hice luego de veinte minutos de silencio.

-Seba, ¿quién era?- pregunté media nerviosa porque se notaba que estaba molesto.

-Nadie.- llegamos a una cafetería y nos sentamos, ibamos a comer cualquier hueá. Habíamos salido con el uniforme, porque nos daba paja ir a nuestras casas y cambiarnos ropa.

-No me mientas, ¿quien chucha era?- insistí.

-La hueona que jugó conmigo.- estaba molesto, se notaba. Pedimos lo que queríamos comer y nos quedamos un rato callados.

¿Me enganché de un mateo? [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora