NARRADOR OMNISCIENTE
Joel se había quedado estático ante la mirada de ambos hombres que solo fijaban su mirada en él.
- Diviértanse chicos. – vociferó Johann tomando de la mano a Yoandri.
Erick se había puesto más nervioso de lo normal en cuanto estuvo solo en esa habitación con Joel, de pronto se escucharon unos pasos acercarse nuevamente a ellos, era Johann quien caminó directamente a Joel.
- Apégate a lo básico, no ordenes fuera del menú. – dijo entregándole tres mil pesos y un condón.
- Johann por favor, no me hagas hacer esto. – dijo entre dientes tomando la muñeca del mayor.
- Si, Joel, puedes ir al cuarto de mi hermana. – gritó haciendo que Erick levantara su mirada.
Joel solo cerró sus ojos avergonzado mientras Johann lo arrastraba hasta el cuarto de la chica y Erick los seguía.
Al esperar a que ambos chicos estuvieran dentro cerró la puerta y puso el seguro.
Joel se quedó parado recargado en la puerta mientras observaba como el ojiverde se retiraba su chaqueta de cuero con timidez.
- Y bien. – susurró Joel sentándose en la cama. - ¿Cuál es tu nombre?
- Me-me llamo Erick Brian, mucho gusto. – miró al suelo.
- Si, bueno yo soy Joel, pero eso ya lo sabías. – sonrió ladeando su cabeza. – levantó su mirada después de tomar una bocanada de aire. – oye no tienes porque en verdad hacer esto.
- Oye entre más rápido hagamos esto, será más fácil para ambos. – habló Erick rápidamente caminando hasta Joel.
Subió sobre su regazo y enredó sus brazos en el cuello del mayor, acercó sus labios a los del rizado quien solo mantenía los ojos fuertemente cerrados.
- ¿Todo está bien? – susurró el cubano al ver la expresión de casi asco del mayor.
- Es que... - susurró nervioso. – nunca había hecho esto con un chico.
- Bien, si te hace sentir bien, yo tampoco, ¿eres gay? – preguntó aun en su posición, Joel abrió su boca en señal de querer hablar, pero Erick se adelantó y habló primero. - ¿Sabes? No contestes, tu erección ya respondió por ti. – rio nervioso.
Retomó lo que estaba a punto de hacer hace unos momentos y acercó sus labios a los del mexicano, uniéndolos suevamente, presionando ambos labios.
Los movió sin respuesta pues Joel tenía cerrada la boca y sin movimiento alguno.
Erick se dio por vencido después de unos segundos y se separó.
- Bien, quizá no te gustan los besos. – susurró bajándose del cuerpo del mayor.
- No es eso. – dijo limpiando su boca. – creo que no estoy lo suficientemente ebrio.
- Mira. – dijo serio. – en verdad necesito el dinero mucho y no pienso arriesgarlo solo porque "no estas lo suficientemente ebrio" – marcó las comillas con su dedo. – solo coopera ¿sí?
Joel solo escuchó atento, se había quedado sorprendido, sin pensarlo solo asintió y aflojó un poco su cuerpo, observó cómo Erick se ponía de rodillas frente a él
NARRA ERICK BRIAN
Tomé el botón del pantalón del chico de la bandana con mis manos palpitantes los desabroché y bajé el zipper, tomé el borde del pantalón y lo bajé con delicadeza, el chico ayudó levantando su cadera un poco, quité sus botas y después retiré el pantalón, maldije al ver su erección, era grande.