☄ CAPÍTULO 18 - MOMENTO ESPECIAL ☄

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NARRA JOEL PIMENTEL

La hora de regresar a clases había llegado, el mes de vacaciones de verano fue simplemente, el mejor de mi vida, Erick era un chico bastante atento, pero si, lo he escuchado muchas veces, cuando una relación va bien, sabes que hay algo que tarde o temprano, va a fallar, todo lo que tiene un comienzo, tiene un final, lamentablemente, mi caso con Erick no era la excepción.

Mi último día en casa de los Arista, la pasamos en un parque de diversiones, en las afueras de la ciudad, Esmeralda sonreía como nunca y nosotros, nos sentíamos... como nunca. Era un sentimiento especial.

Después de esa tarde de diversiones, llegamos a casa y yo preparé mis maletas.

- ¿Por qué no te inscribes en una escuela de aquí? – preguntó la pequeña ayudando a doblar mi ropa.

- Bueno, es que ya casi terminaré la carrera y no tiene caso hacer tanto papeleo. – expliqué.

- Los adultos son complicados. – tosió. – y casi nunca son divertidos.

- Lo sé. – me puse en cuclillas para mirarla a los ojos. – algún día comprenderás lo que es serlo. – sonreí. – y entonces ahí, disfrutarás lo que es realmente tu vida.

- Eso nunca pasará. – puso un puchero. – no quiero que te vayas, porque si tú te vas, Erick llorará de nuevo.

- ¿Llorará? ¿Por qué llora? – pregunté intrigado.

- Lo hace todas las noches, llora por mí. – bajó la mirada. – llora porque no quiere quedarse solo.

- Pero tú siempre estarás para él, pequeña. – forcé una sonrisa. – nunca está solo.

- Lo estará muy pronto. – susurró.

- ¿Por qué dices esas cosas? – "Maldición, ese temblor en mi voz y ese vacío en mi estómago"

- Los adultos son tontos. – respondió a mi pregunta, después calló durante unos segundos. – creen que los niños somos los tontos, pero es al revés, yo sé que pronto no estaré más con mi hermanito. – se lanzó sobre mí, enredando sus brazos en mi cuello, se había roto en llanto. – Yo no quiero dejarlo solo, no quiero verlo llorar más, nunca más. – sollozó.

- Tu hermano nunca estará solo, porque incluso cuando yo esté lejos, tu siempre lo protegerás en donde sea que estés, siempre estarás a su lado. – comenté con lágrimas en mis ojos.

Esmeralda no me soltó en ningún momento, al menos hasta que el sonido de la puerta principal abriéndose, nos hizo separarnos.

- ¡Ya traje papas! – gritó el ojiverde desde la sala. – a comer.

Limpié las lágrimas de la menor y ambos salimos de la habitación.

- ¿Qué hacían? ¡Esto se enfría! – exclamó ordenando la mesa.

- Esmeralda me ayudaba a terminar de doblar mi ropa. – lo besé en los labios.

- Bien, entonces comamos, para que podamos ir a dormir, mañana será un día difícil. – respondió sentándose.

Durante la comida nadie habló solo hacíamos gestos para romper un poco la tensión, había quedado sorprendido de lo que Esmeralda me había confesado. Y a decir por su expresión en este momento, Erick no sabía nada sobre eso.

Terminamos de comer, Esmeralda fue a su recamara, yo fui con Erick a la suya.

- Amor. – susurré pegando mi pecho a su espalda.

- ¿Qué sucede, Joey? – preguntó removiéndose en la cama, permitiéndome cubrirlo con mis brazos.

- No quiero que llores. – pedí. – haces las cosas más difíciles para Esmeralda.

El chico se dio vuelta y quedamos cara a cara, pude ver confusión en su rostro, era verdad, no sabía nada sobre las experiencias de Esmeralda.

- ¿De qué hablas? – preguntó en un hilo de voz casi inaudible.

- Esmeralda me dijo que lloras todas las noches por ella. – respondí.

Vi como sus ojos comenzaban a cristalizarse, el llanto estaba a punto de salir.

- Ella sabe, ¿cierto? – preguntó en llanto, con su rostro enrojecido. – ¿Que va a morir?

- Si. – hice una mueca. – no es tonta, bebé.

- No puedo evitar pensar en un futuro sin ella. – se hundió en mi pecho.

No respondí, pues sería mejor que se desahogara, hasta quedar dormido y así fue, después de un rato, durmió en mis brazos, con su rostro hundido en mi pecho, rato después dormí yo.

... tiempo después ...

Metí las manos en mi bolsillo mientras observaba la cara de mi mejor amigo, procesar aquella idea loca que le había dado sobre una idea de "aniversario" no era un año, pero Erick y yo llevábamos cinco meses juntos, y quería hacer algo especial.

- ¿Cómo sabes que funcionará? – preguntó Johann. – quizá a Erick ni le gusten esos lugares. – sacudió su cabeza en negación.

- No se me ocurre otra cosa, me rompí la cabeza toda la noche pensando en eso, solo necesito arreglar unas cosas y llevar a Erick a ese lugar. – opiné adelantándome un poco.

- ¿Oye? – escuché sus pasos alcanzándome. - ¿Por qué me abandonas?

- No eres de mucha ayuda, no das soluciones, solo más problemas, no es lo que busco, Johann.

- Está bien, le avisaré a mi tío. – rodó los ojos, a lo que yo sonreí victorioso. – tendré que cobrar algunos favores por eso, pero, te ayudaré, te odio. – sacó su celular.

Después de un rato de hacer un par de llamadas de aquí a allá, regresó hasta mi posición y me sonrió fastidiado.

- Está listo, este fin de semana solo el mar, la luna, unos cuantos paquetes de condones, alcohol, mucho, pero mucho olor a sexo, Erick y tú. – escribió sobre un papel. – llega a este lugar. – extendió el trozo de papel.

- Quiero aclarar, que no pretendo tener sexo con Erick. – sonreí tomando el papel. – gracias Johann, eres el mejor amigo que he tenido.

- Soy el único. – rio. – no sé cómo siempre me convences.

- Espera, ¿Qué? Tu siempre me convences a mí de hacer locuras, aun cuando ruegue y pataleé que no, siempre terminas haciendo lo que quieres. – me crucé de brazos.

- Cállate, gracias a mí, conociste a Erick, por una de esas locuras de las que hablas.

- Y te lo agradezco, pero no más locuras. – lo abracé. – gracias por esto. – levanté el papel caminando rápido hasta mi hogar.

... el fin de semana ...

Después de dejar a Esmeralda con Yoandri, esperé tranquilo a que Joel llegara, tenía una extraña adicción con celebrar todo, cada mes, cada semana, cada día, cada hora. Era algo extraño, pero me gustaba, subí mis pies sobre la mesa de centro y encendí el televisor, esperando la llegada de mi novio.

Pasado un rato, Joel llegó y no como lo imaginé, salimos de la casa y subimos a su auto, ¿Qué nueva locura tenía en mente? 

El chico de la noche anterior ☄ Joerick ☄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora