☄ CAPÍTULO 05 - JUEGO DE PALABRAS ☄

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NARRA JOEL PIMENTEL

Johann y yo habíamos llegado al hotel donde nos quedaríamos la noche, arreglamos un poco las cosas y nos dimos una ducha, era ridículo estar en un hotel, por el simple hecho de que vivíamos a no más de una hora de camino en auto.

Esperé a Johann en la parte baja del edificio, me encontraba mordiendo mi dedo pulgar mientras daba algunos "Me gusta" a las publicaciones de una chica nueva en el colegio, "Geraldine", la chica más linda, belleza que mis ojos jamás habían visto.

- ¿Acosándola nuevamente? – preguntó el ecuatoriano caminando a mí.

- ¿Soy tan obvio? – repregunté sin apartar la vista del celular.

- Deja eso y vamos por unos explosivos de mango (tipo raspado con chamoy, frutillas, etc.), el día es largo y hay mucho que ver en la ciudad.

- Dime que no iremos a los colegios a acosar a las menores de edad. – cuestioné poniéndome de píe.

- Esta vez juro que serán señoritas mayores. – respondió.

Salimos del hotel, caminamos directo hasta un local a comprar los explosivos, entramos y ordenamos nuestras bebidas, nos dieron un ticket, nos pidieron esperar en los asientos del exterior y eso hicimos.

El sonido de los autos no me permitía concentrarme en el juego que había instalado esta mañana para distraerme durante el camino, quité mis anteojos y los dejé sobre la mesa.

- Palabra de cinco letras que comienza con "c", termina con "z" y tiene la forma de una copa. – pregunté observando a mi compañero.

- Palabra de ocho letras que comienza con "e", termina con "o" y te describe a la perfección. – entrecerró los ojos.

- Número uno, no soy un estúpido y número dos, estaba hablando enserio.

- Es un cáliz, tarado. – rodó los ojos.

Introduje la palabra y si, era esa, seguí jugando hasta que sentí su brazo moverme de un lado a otro.

- ¡Ya viste! – susurró emocionado.

- ¿Qué? – dije sacudiendo mi brazo para alejar su brazo.

- Voltea disimuladamente. – pidió.

Hice caso a su sugerencia y volteé lo más casual que pude, encontrándome con mi dolor de cabeza y mi pesadilla, cuya pesadilla tenía nombre y apellido, Erick Brian Colón.

- Maldición. – susurré volteando nuevamente, mirando a Johann. – Tenemos que irnos, no debemos dejar que nos vean.

- ¿Serás así de grosero? – preguntó, nuestra orden llegó y Johann tomó su vaso y se puso de pie. – yo si iré a saludarlos.

- ¡Johann, no! – ordené susurrando.

- No seas princesa. – y eso fue lo último que dijo antes de caminar hacia Erick y Yoandri.

Cerré los ojos y maldije en un susurro, entonces también me puse de pie y caminé hasta ellos.

Vi la expresión de Erick en cuanto nuestras miradas se cruzaron otra vez, vi la desesperación y las ganas incansables de desaparecer de ese lugar.

- ¿Cuánto si vernos, Yoandri? – saludó Johann al chico que se ponía de pie.

- Olvidé lo guapo que eras. – dijo el chico. – hola Joel. – dijo en cuanto me miró.

- Hola, Yoandri. – forcé una sonrisa, la incomodidad llegó en el momento en que tenía que saludar a Erick. – Ho-hola, Erick. – rasqué mi nuca en señal de nerviosismos.

El chico de la noche anterior ☄ Joerick ☄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora