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- ¿Qué haces aquí Julián? Son casi las diez de la noche.
- Lo sé, pero sé que es viernes y es noche de películas. ¿Dónde está Santi?
- ¿Vienes después de seis meses a preocuparte por tu hijo?
- No voy a discutir Maguie, no tengo ganas. - pasó, sin ni siquiera pedir permiso. - ¿Y tu quien eres? - me tensé, Hilâl estaba acá.- ¿Papá? - me rompió el corazón la voz de temor que tenía Santi. - ¿Eres tu?
- Si, hijo. ¿No me vas a saludar? - Santi sonrió y corrió hacia él, abrazándolo. Hilâl se paró al lado mío, rodeando mi cintura con su brazo. No sé por qué se lo permití, pero me sentía protegida ante la sorpresiva presencia de Julián. Este nos miró, rebajándonos con la mirada. "Estás rebajando a un jeque Julián, yo que tu me controlo" pensé, riéndome de mi propia mala suerte. - ¿Vos quien sos?- Hilâl es un amigo de mami, ¡Le gusta Transformers! Y me trajo helado, y era de mi gusto favorito. Chocolate.
- Señor Arredo, mucho gusto - la sonrisa del jeque era increíble. Irónica. Estaba disfrutando esto, y no sé por qué yo también. Era la primera vez en cinco años que lograba dejar callado a Julián. - Soy Hilâl Hasbún, amigo de Maguie.
- Un gusto señor... Hasbún.Todo fue muy incómodo. Por un presentimiento, me imaginé que la idea original de Julián era llevarse a Santi a su departamento como solía hacer. Pero al ver a Hilâl aquí, no quiso llevárselo para no dejarnos solos. Sabrá Dios las ideas que pasaron por su mente. Mi yo interior bailó de la felicidad y del gozo.
Julián se sentó y habló con Santi en el sillón, mientras nuestro hijo le contaba que hizo en estos seis meses que no lo había visto.
Hilâl, usando de excusa el dejarlos solos, me llevó a la cocina. Nos sentamos en las butacas, mientras preparaba café.- Imagino que no tiene buena relación.
- Tenemos la relación suficiente porque él es el padre de mi hijo. Pero no, no me llevo con una persona que pasa seis meses sin ver a su hijo, y luego aparece a las diez de la noche de un viernes como si tuviera todos los derechos. No quiero que lo ilusione, diciéndole que no se va a volver a ir, cuando sé que no lo va a cumplir. - suspiré con tristeza - creo que hasta Santi dejó de creerle.
- Tienes un niño inteligente, y se nota el amor que tiene. Además, hacía mucho tiempo que no veía a un niño que tenga tanto respeto por su madre. Hoy en día, los niños manejan a los padres, y no al revés.- Tengo que admitirte que soy una madre sobre-protectora e insoportable. Siento que tengo que cumplir los dos papeles. Preocuparme por partida doble. Lo amo, y tengo miedo todo el tiempo. Le enseñé a andar en bicicleta, y la primera vez que se calló sentí que le había enseñado pésimo. Me hubiera gustado que el papá le enseñe, o al menos tener a alguien al lado que me diga que es normal que se caiga. Que es un niño, y que se va a lastimar y va a estar bien. - Agité la cabeza - Perdóname, no tienes porque escuchar todo esto.
- Me gusta escucharte. Me gusta oír tus problemas, me gustaría escucharte quejarte de cosas tontas y de cosas importantes. Me das paz, ¿sabes? - no pude evitar sentirme colorada - Vivo en un mundo en el que puedo confiar en pocas personas, dónde cada vez que conoces a alguien no sabes si lo está haciendo por interés o por curiosidad.
- Vas a tener que perdonar mi ignorancia, pero siempre tuve la duda... ¿Cómo es que alguien se convierte en jeque?
- La palabra "jeque" se refiere a alguien que posee algún cargo político importante, o de negocios. Suele referirse a alguien sabio.Deriva de la palabra árabe Shayj. Normalmente un jeque es respetado por su edad y por su conocimiento.
- Pero vos sos muy jóven- También se hereda. Yo soy uno de los nietos del fundador del estado moderno de arabia saudita. Entonces, somos jeques, claro está, a menos que renuncies al puesto o que mi abuelo no haya dejado expresado sus deseos de que seamos jeques.
- Wow... no puedo creer que estes tomando un cafe de cuarenta pesos conmigo en mi departamento un viernes por la noche. - largó una carcajada por mi comentario, cuando Julián entró a la cocina.
- Santiago se durmió. Voy a llevarlo a la pieza, y esperaré a que tu amigo se vaya para que nosotros conversemos. Tenemos que hablar.
- No hace falta Julián, yo llevo a mi hijo a su dormitorio. Podemos hablar mañana, o el lunes. Ahora estoy ocupada, por lo que vez.
- ¿Vas a posponer a tu hijo por un hombre?
- Creo, señor Arredo, que el que pospuso a su hijo durante meses fue usted. - intervino Hilâl. Julián abrió la boca, como intentando defenderse, y con solo una mano que el jeque levantó Julián se quedó mudo. "¿Que tipo de magia maligna tiene este hombre?" cuestioné. - Sé que usted no me conoce, y sé, porque soy un hombre que no debe ser agradable que otro se meta en su paternidad. Pero no voy a permitir que le falte el respeto a Maguie. No cuando ambos sabemos que es una excelente madre. Y su desplante no son más que celos por verme aquí. Lamento informarle, pero ahora me está dedicando tiempo a mí. Por lo que usted puede tomar el fin de semana para pensar sobre sus actos, y el lunes hablar de lo que usted quiera.
- Como dijo señor Hasbún, no voy a permitir que otro hombre se meta entre mi hijo y mi mujer. - "¿QUE?".
- Yo no soy tu mujer. Ya basta Julián, no te comportes como un niño, solo estas logrando avergonzarte. Mañana por la noche Santiago saldrá con tus padres, si quieres, puedes dormir con él y pasar el domingo jugando y compartiendo. Por la noche tenemos planes armados, así que deberás traérmelo. El lunes te espero en la oficina para que hablemos.
Julián no respondió. Se dio vuelta y oímos el portazo. Tuve miedo de que Santi se despertara.Pero no, estaba dormido y roncado levemente. Sonreí. Cuando fui a cargarlo, Hilâl se adelantó y lo cargó.
- ¿Me guías? - asentí. y lo llevé al dormitorio de Santiago.
Volvimos a la cocina, y comencé a sentirme incómoda. ¿Qué se suponía que tenía que decirle ahora? Hacía tanto tiempo que no estaba cerca de un hombre.
- Voy a dejarte tranquila ahora. - sonrió - Siento mucho si te incomodó que me metiera en tus asuntos. Pero tengo un carácter difícil, y nunca supe callarme.
- No importa, no me encanta que lo hayas hecho, pero realmente me tomó por sorpresa la visita de Julián, no estaba preparada.
- Bien, cambiando de tema, voy a aprovecharme de ti. Te invito a cenar mañana, y no puedes decirme que no, porque ya sé que Santiago va a estar en buenas manos. - sonreí, acentí.
- Bien, cenaremos en mi casa.
- ¿En el jate?- Sí, en el jate. Luego conocerás el resto de mis propiedades. Me gustaría recibir tu opinión acerca de algo que estoy por comprar. - se acercó y puso una de sus manos en mi mejilla, levantando mi vista hacia sus ojos - Tienes una casa muy bonita.
- Viniendo de alguien como vos, es una halago. Gracias.
- ¿Alguien como yo? - cuestionó, sonriendo. Mostrandome sus muy blancos dientes.
- Alguien importante.
- Quiero que me veas como alguien normal, quiero que sientas que soy una persona común y corriente.
- No lo eres. Aunque admito que me haces sentir así en algunos momentos. Yo q...- Shhh - me susurró - deja de hablar. Hay algo que tengo que hacer. - lo miré. Me miró.
Y me besó. No fue un beso dulce. Ni tierno. Fue un beso posesivo, uno que me dejó... ¿suspirando?
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Mi Hijo
RomanceJulián había vuelto a su vida como un terremoto, diciéndole que nunca se habían divorciado por un error en el papeleo, que él sabía de la existencia de su hijo y que ella ahora estaba obligada a ir a vivir con él por el bebé. Maguie había cambiado m...