Capítulo 10

324 22 3
                                    

N/E: Me toca entrar temprano a trabajar y como no estoy seguro de cuando tendré un rato libre, prefiero adelantar la publicación del capítulo. 😘💙😎

N/A: Espero no estropearlo demasiado y que os siga gustando. Gracias por leerlo y dejar review, animan mucho :).

(Gracias a mi team por animarme a continuar :P)
.
.
.
.
Esa tarde, después de salir de trabajar y al poco de llegar a su apartamento, la abogada recibió un mensaje de Rick, preguntándole si cenaban juntos en su loft así que allí estaban ahora, en el loft del escritor, teniendo una bonita velada. Castle había preparado una lasaña especial, que según él, solo él sabía preparar.

-¿Y bien, te ha gustado la cena? – preguntó, deseoso de saber la opinión de Kate acerca de su lasaña.

-Estaba muy rica – asintió ella, antes de dar un sorbo a su copa de vino. Lo cierto es que esa lasaña era la mejor que ella había probado, pero no quería alimentar más el ego del escritor.

-¿Muy rica? – Dijo él, casi ofendido – ¡Vamos, estaba deliciosa! No, mejor que eso.

Ella rodó los ojos, intentando comprimir una sonrisa.

-¿Y cuándo aprendiste a hacer esa lasaña? – preguntó, ahora curiosa.

-Hace unos años estaba haciendo las investigaciones pertinentes para poder escribir el primero de los libros de Derrik Storm, que conocerías si te hubieses leído – dijo, de nuevo haciéndose el ofendido – y me hice amigo de Domenico, el dueño del mejor restaurante Italiano en Nueva York, él me enseñó a prepararla.

-Así que…. Una receta que solamente conocías tú – dijo ella, mirándolo divertida.

-Bueno, la receta era suya, pero yo la ha mejorado – dijo él totalmente convencido, levantándose para recoger la mesa.

Ella simplemente rió, divertida, y se levantó para ayudarle a recoger.

-Te reto a una partida al Minecraft – dijo él, de repente.

-¿Al qué?

-No me digas que no sabes lo que es – Ella se encogió de hombros inocentemente – Es un juego de la PS4, te gustará.

-Oh, si quieres jugar, juega tú, a mí no me gusta jugar a esas cosas – él hizo una mueca, torciendo sus labios hacia abajo – Además, tengo trabajo Rick, algunos nos lo tomamos más en serio que otros.

-Como quieras – dijo él, alzando ambas manos – Pero algún día me pedirás jugar.

Ella rodó los ojos de nuevo y se dirigió hasta la entrada, donde anteriormente había dejado su maletín con el material que necesitaba para repasar los casos, y después se puso a trabajar en la mesa del salón que quedaba al lado de la ventana. Mientras tanto, Rick encendió el televisor, enchufando la consola y comenzando su juego, con los auriculares puestos para no molestar a la abogada.

Ésta se quedó observándolo durante unos minutos, pensando en lo diferentes que eran el uno del otro. Sus vidas eran diferentes. Suspiró pensando si eso no resultaría un problema a la larga, esperando realmente que no fuese así ya que jamás se había sentido tan viva y feliz como se encontraba ahora con él.

Las Leyes del Universo de BeckettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora