Capítulo 34. La oportunidad que siempre he esperado

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Lexa

Desplazarse en autobús al sitio de operación de MWCO es algo tan normal para mí, el recorrido de un poco menos de 45 minutos se me pasa muy rápido, la mayoría de las veces duermo en el recorrido, especialmente el de la mañana para completar mi noche. En la tarde al regreso casi siempre converso con el compañero que se hace a mi lado, son buses cómodos y seguros para los empleados. Me gusta estar en la ventanilla, ver el hermoso paisaje de ida o vuelta, han pasado varios años y aún me sigue sorprendiendo. Una tarde salí del trabajo tan cansada que me dormí y me profundice, de pronto me desperté asustada y desubicada, no sabía si iba al trabajo ó venia de regreso, tuve que mirarme la ropa y di gracias de verme sucia porque entendí que iba a casa a descansar. Han sido años duros pero he amado cada día que he trabajado para MWCO y aquí sigo dispuesta a dejar la sangre en la arena como dicen mis peludos.

Esta tarde en el camino de regreso se ha sentado a mi lado un hombre de mediana edad que no conozco a que área pertenece, creo que es operador de la planta, usualmente lo hacen para curiosear mi vida, me los conozco, no pueden con la idea que una mujer sea mecánica y pueda llegar a supervisora, algunos no pueden disimular la envidia, otros me felicitan con sinceridad, en fin que ya no les prestó atención.

- Alexandria Woods, mucho gusto Oliver Sullivan soy operador de la planta

- Hola Oliver, veo que ya sabias mi nombre

- Y quien no – me dijo con una sonrisa que no pude interpretar si era simpatía o burla-

- Como que soy fácil de identificar – me disculpe-

- Hace unos años no se hubiera visto una mujer mecánica por estos lados!

- Si, he sido de las primeras mujeres que llegan a MWCO y en especial a mantenimiento.

- Y que estudio usted para llegar a trabajar acá – pregunto con sequedad-

- Tecnología mecánica – le dije con orgullo- y ahora estoy finalizando una licenciatura en informática y aspiro también a finalizar la ingeniería.

- Usted le queda fácil estudiar porque no tiene obligaciones, no como uno que ya tiene familia y no le queda más que partirse el lomo en la planta.

- Pero nunca es tarde para estudiar, siempre se puede- le dije dándole animo-

- No me venga con esas, que todos sabemos que usted no llego a supervisora por estudiar sino porque se lo dio al Ingeniero Titus y quien sabe a cuantos más – quede estupefacta ante el atrevimiento de este tipo-

- Se equivoca, me gano la vida tan duramente como ustedes, a mi nada se me ha dado, yo me lo he ganado con esfuerzo – le dije airadamente-

- Usted no se relaciona con obreros o con técnicos, usted solo le gusta estar con puros ingenieros, la vimos la noche del baile del minero, no le sirvió ninguno de acá sino que se trajo el marido de ciudad capital, dígale a ese man que se casen y se la lleve lejos así no le quita oportunidades a los compañeros – este era un imbécil y estaba a punto de partirle la cara, pero calma yo no soy así-

- Lo que "piensen" me tiene sin cuidado, yo sé que a donde he llegado es porque me lo merezco, así a muchos les cueste creerlo como a usted, le exijo respeto  y no hable de lo que no sabe. – respirar profundo..uno..dos..tres-

El hombre guardo silencio y el resto del camino se me hizo eterno, lamente ir del lado de la ventana porque sino hace rato me hubiera levantado para cambiarme de lugar, de pronto se recostó guardando silencio como si fuera a dormirse, yo en cambio no podía cerrar los ojos de la rabia que sentía, sabía que no eran muchos los que pensaban como este pero cuenta la leyenda que existen los imbéciles. De pronto el tipo aparéntenme dormido comenzó a echárseme encima y con su mano me toco la pierna, y eso si me encendió de furia y aprovechando que ya estábamos ingresando al casco urbano de The Ground, me levante del asiento para cambiarme de lugar y le grite al conductor.

Mi Patito FeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora