Invocando el pecado - Noël Cades (traducción) BAJO EDICIÓN.

Capítulo 10

La mitad de la escuela había asistido a las audiciones para la obra, aunque solo las de sexto año -y las que tomaban inglés- podían participar. La sala estaba abarrotada y el ambiente era intenso.

La hermana Rosalind estaba desconcertada por tal interés. -No puedo pensar a qué se debe el súbito interés. Usualmente hacemos Shakespeare. ¿Tal vez eso ha alejado a las chicas en el pasado?

Gabriel tenía una idea clara de porqué habían tantos resultados. Ciertamente, no se debía a una preferencia por los dramaturgos estadounidenses en vez de los ingleses. Mantuvo su expresión cautelosa y evitó mirar a cualquier chica. Lo último que quería era ser acusado de favoritismo.

Sospechaba que el casting crearía muchos conflictos entre ellas. Él solo quería terminar, para que pudieran comenzar los ensayos. Ya se había sentido cada vez más intrigado por la idea de producir una obra de teatro. Él había estado involucrado en un grupo de teatro estudiantil en su época universitaria, aunque hacía tiempo que había renunciado a sus talentos para dedicarse a lo religioso.

-Si el resto de ustedes está aquí para observar, pueden sentarse tranquilamente en los asientos de atrás,- les ordenó. -Las de sexto año que deseen audicionar deben estar en las primeras filas.

Mai y Figgy, que habían venido solo para darle apoyo moral a Leonie, trataron de dirigirse al fondo de la sala, pero Leonie las detuvo. -Será mucho más genial si ustedes también obtienen partes.

Figgy parecía nerviosa. -Realmente no puedo actuar. Hablar en el escenario me aterroriza.

-Sin embargo, necesitarán ayuda detrás del escenario. Por favor. Será mucho más divertido si estás involucrada.

Figgy aceptó a regañadientes, y Mai dijo que ella también debería irse.

La hermana Rosalind y Gabriel habían elegido una breve escena del primer acto para usar en la audición. Las chicas fueron puestas en grupos y cada uno de estas leyó la misma sección.

Fue una gran mezcla. Algunas tropezaban con las líneas, otras fueron monótonas. Hubieron algunas actrices naturales, y luego estaban Suki y Leonie.

El grupo de Suki fue el primero, y Suki, naturalmente, eligió leer a Abigail. Al verla, Leonie sintió una punzada de duda. Suki estuvo muy bien. Logró poner una malicia sensual en las líneas, interpretando a Abigail como un personaje tortuoso y resbaladizo.

Finalmente fue el turno de Leonie. Ella subió al escenario y el mundo se escapó. Incluso con Figgy leyendo a Samuel Parris en un susurro nervioso y Mai logrando interpretar al reverendo Hale como un claro pastiche de Madre Benedict, Leonie fue retrasada trescientos años. Ni siquiera tenía que intentar actuar conscientemente, simplemente era Abigail.

Leonie-Abigail les estaba implorando que creyeran que ella nunca se había vendido. Que ella era una buena chica y una adecuada. Su apariencia en la superficie fue de sincera súplica. Pero debajo de esta fachada acechaba el astuto brillo de la mentira. Estaba hechizada y escalofriante y Gabriel contuvo el aliento al verla.

Bajó la mirada a su guión, no queriendo mostrar ningún prejuicio a la Hermana Rosalind. Vio que la monja arqueaba las cejas, pero no quería maldecir las cosas. Después de todo, ¿por qué debería importarle qué chica interpretara cada parte? Pero a él sí le importaba, quería ver a la joven estadounidense leyendo las líneas de Miller en el escenario.

-Gracias a toadas. El padre Gabriel y yo discutiremos el elenco, y se publicará una lista mañana por la mañana. Solo recuerden, aquellas de ustedes que no obtengan partes habladas tendrán una gran demanda de todos los otros roles involucrados en una producción. Espero que todas podamos pasarlo muy bien. La Hermana Rosalind las despidió y siguió su camino.

Mientras salía, Leonie no pudo resistir mirar al padre Gabriel. Él la miró y ella sintió una conexión entre ellos. Cuando rápidamente apartó la mirada estaba aún más segura de eso.

Por favor, déjame conseguir este papel, pensó.

Significaba mucho para ella. Era su oportunidad de probar si podía actuar lo suficientemente bien como para elegir la actuación como una carrera.

Leonie sabía lo difícil que era tener éxito, incluso si tenías algún talento. La competencia era una locura: habían cientos de actrices profesionales para cada rol. Miles, incluso. No puedes ser buena, tienes que ser excepcional. Y sabía que tenía un largo camino por recorrer.