En el departamento de la pareja había silencio, JiMin hacía un puchero mientras jugaba con el cachorro. A YoonGi le habían encargado una canción con muy poco tiempo y había estado encerrado en su estudio desde que despertó, dejando solo al pequeño consentido.
—¿Crees que tenga hambre? —murmuró mientras lo acariciaba.
Holly solamente lo miraba, agradeciendo los mimos que su dueño le entregaba. JiMin lo dejó en el suelo y se dirigió a la cocina.
—Yoonie ama el café, le daré eso con unas galletitas. —se sintió feliz por ayudar.
Luego de tener todo listo caminó hasta el estudio, tocó la puerta y esperó.
—Pasa, cariño. —se escuchó.
—Te traje algo, pensé que podrías tener hambre.
—Ven aquí. —le indicó.
JiMin dejó las cosas en la mesa y fue dando saltitos hacia su novio, se sentó en su regazo y le sonrió.
—¿Me extrañaste?
—Claro que sí, sabes que si fuese por mí me hubiese quedado contigo todo el día. —le dijo el mayor, sacándose los lentes para descansar su vista.
—Me tenías abandonado, estuve con Holly jugando pero no es lo mismo.
—Lo siento bebé. —acarició su cabello.
—¿Necesitas que te ayude en algo?
—Podrías escuchar lo que he hecho y decirme qué tal.
—¡Lo haré! —sus ojitos se iluminaron y se puso los audífonos.
YoonGi puso la música y espero pacientemente, confiaba en la opinión de su novio, no le daría una respuesta solo para complacerlo.
—Me pidieron que escribiera el prólogo del álbum y que eligiera a una persona. Fue inevitable no pensar en tí.
—Pero hyung, ¿No será un poco de favoritismo? —rió travieso.
—Todos saben que eres mi favorito. —acarició su mejilla.
—¿Falta mucho para que termines? Quiero ver películas contigo y abrazarte.
—Aún me queda, pero puedes quedarte aquí conmigo. —lo besó.
JiMin rodeó el cuerpo contrario y apoyó su cabeza en el pecho. Sintió como YoonGi seguía trabajando y el perfume de su novio lo invadió para después caer dormido. No sabe qué hora era pero alguien lo levantaba afirmándolo por sus muslos.
—¿Amor? —preguntó adormilado.
—Vamos a dormir bebé, es tarde. Podemos ver las películas mañana.
—Bien. —restregó sus ojos.
—Perdón por haber demorado tanto.
—No importa cariño, es tu trabajo.
—Me ayudó tu presencia en el estudio, quizás es necesario que estés siempre conmigo.
JiMin sonrió y acercó su nariz para que tocara la contraria.
—Estaré toda la vida contigo.
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