Hola niños

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El hombre se dispuso a hablar y los saludo de manera amable y entonces se presentaron.
-Mucho gusto mi nombre es Howl Jenkins Pendragon y ella es mi esposa Candice Sophia Andrew de Pendragon.
-Un placer pequeños.
-El placer es nuestro.-Respondieron al unisono.
-Mi nombré es Morgan.
-Yo soy Candy.
-Y yo soy Sophie.
-Lo sabemos, hací como también sabemos que tienen alas,poderes sobrenaturales, pegasos y un lindo lunar que los define ha cada uno por ejemplo Sophie tiene una media luna que cambia con las posiciones de la luna, Candy tiene un sol que cambia de color según como sea el día y Morgan tiene un eclipse solar.
Eso simplemente dejo sorprendidos ha los niños que se quedaron con la boca abierta de la impresión solo atinaron ha preguntar.
-¿Cómo lo supo?
-Bueno niños lo sé por que, bueno somos sus padres.
Los niños muy emocionados brincaron a brazos de sus padres, Sophie y Candy brincaron hacia su padre y Morgan hacia su madre los cinco compartían un gran parecido, la señorita Pony y la hermana María lloraron al ver tan hermosa escena.
Mamá y papá eran mejor de lo que había soñado, estoy muy feliz de que volvieran por nosotros no tienen idea de la falta que nos hacen.
Papá era muy apuesto tenía el pelo rubio y largo asta los hombros, era muy alto y delgado sus ojos eran capaces de provocar una gran paz ha quien lo viera, eran de un azul cielo profundo con el centro de iris azul rey, mamá era simplemente la vos de la belleza tenía una piel tan blanca como nosotros sus ojos desbordaban dulzura eso me hacía sentir muy segura eran de un café muy claro casi verde pero con el centro de su iris verde esmeralda, su cabello era largo de un rubio-rojizo que la hacia ver más blanca su hermosa piel también tenía pecas como nosotros, prácticamente nuestro parecido con nuestros padres era enorme Sophie y Morgan simplemente aún no lo creían sentimos la necesidad de pellizcarnos para comprobar de que no era un sueño lo que estábamos viviendo y dolió eso fue bueno ósea que ya estábamos con nuestros padres.
-Niños hemos venido por ustedes, lamentamos si nos tardamos mucho.
-No lo hicieron de echo llegaron ha tiempo, gracias por regresar.
-Bueno en ese caso es hora de irnos niños por favor vallan por sus caballos sus padres también quieren verlos en cuanto lleguemos ha casa, señorita Pony hermana María muchas gracias por cuidarlos tomé.
El señor Pendragon le extendió dos fajos de billetes y se los puso en las manos de la señorita Pony.
-Queremos ayudar a su horfanato en forma de agradecimiento por cuidar ha nuestros hijos muchas gracias.
-Nos convertiremos en donadores para el horfanato hací los niños podrán vivir mejor no lo cree?
-Muchas gracias señores Pendragon esperó que sus hijos llenen de dicha sus vidas.
-Muchas gracias, bueno ahora nos retiramos.
Salieron de la oficina y se dirigieron hacia la salida de el hogar los niños estaban allí con sus pegasos tan unidos unos ha otros. El caballo de Morgan era totalmente negro a excepción de las patas que eran blancas también era el hermano mayor de los pegasos como Morgan de las chicas. Ataron a los caballos detrás del coche y subieron ha los niños después de que se despidieron de todos con la promesa de que los verían pronto y dejándole una breve carta ha Anne para que supiera de que ya los habían adoptado y dejando su dirección para que mandara hacia allá sus cartas, el camino fue hecho un mar de abrazos besos y apapachos para los niños quienes desconocían estas sensaciones ahora descubiertas tras estar con sus padres.
Llegaron a una hermosa mansión con un portal de rosas y bajaron con cuidado y para su sorpresa allí estaba el, el chico que acababan de conocer en la colina, que las acababa de recibir con una cálida sonrrisa igual de impresionado que ellas aún no creía que esas pequeñas fueran dos de los trillizos de las que sus primos le habían hablado tanto detrás de sus piernas se escondía un pequeño de casi la edad de los niños el parecido con el era enorme el pequeño se quedó viendo ha cierta pequeña de ojos verdes y ella a el, no se dió cuenta de que había otros dos chicos idénticos a ella asta que su tío lo saco de sus pensamientos.
-Hola Albert, Anthony, les presento ha mis hijos ellos son Morgan, Sophie y Candy.
-Es un placer niños.-Dijo Albert
-El placer es todo nuestro.-Respondieron al unisono.
Las niñas no creían aún lo que veían se sentían como en un cuento de hadas al ver lo que estaba frente ha sus ojos de repente un bella mujer apareció detrás de los niños al parecer era la madre de Anthony su nombre era Rosmery.
-Tenemos visitas?- pregunto viendo a los trillizos.
-Ellos son mis hijos Rouse  recuerdas que te los mencioné hace unos días.
Pues son ellos.- Dijo Howl dirigiéndose a los niños.
-Encerio son muy lindos, se parecen mucho ha ustedes. Pero espera un momento ellos tienen... tienen .....alas.
-Haci es al parecer aún no han aprendido ha ocultar sus alas-Decia un padre muy orgulloso de sus hijos.
-¿Podemos ocultarlas?-Gritaron los niños al mismo tiempo.
-Haci es, pero no es necesario que le griten ha su padre.
-Perdón mamá-Esas simples palabras causaron grandes estragos en los cuatro tantó tiempo queriendo tener ha alguien para decirle hací y ahora se lo pueden decir ha su verdadera madre, ella por fin escucho lo que sus oídos ansiaban escuchar de los trillizos, que llamaran madre. Los cuatro emocionados se abrazaron sin percatarse de que un par de alas más grandes que las de los niños los cubrían, estás eran de un azul muy profundo casi negro y sobresalían del saco que traía puesto su padre en ese momento se dieron cuenta de donde sacaron tantas peculiaridades los pequeños, el abrazo se extendió unos segundos más asta que el momento se arruinó por un sonidito que fue provocado por los caballos al separence los niños de la manera más amable fueron a saludar ha la señora Rosmery

Mi Futuro Es ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora