Mi mas hermoso sueño

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Narra Sophie.
Estaba sentada a la orilla de un lago muy hermoso mirando las ondas que se creaba después de rozar el agua con un dedo, cundo de repente mi momento mágico se vio interrumpido por los saltos de una roca sobre el agua dió cuatro para ser exacta, un poco molesta me di vuelta para ver quién había interrumpido tan abruptamente mi momento y fue cuando mis ojos dejaron de dar crédito a lo que veían y unos nervios horribles se apoderaban de mi. Veía detenidamente a esos ojos tan azules y profundos como el mar, que parecía no despegarse de un punto en especial y fue cuando escuché su tierna y dulce voz, pero no fue par darme un alago precisamente.
-Hola pecosa que haces.
-Ho....ho...hola,Quien eres?
-Yo.
-Pues quien si no.
Le contesté un poco burlona y riendo levemente.
-Tienes razón, mi nombre es Terrence Grandchester.
Respondió haciendo un linda reverencia.
-Y tu, mmmm déjame adivinar. Mmmmm. Seguramente te llamas Pecosa. Y el empezó ha reír se escuchaba tan lindo.. que diga.... Tierno... Que diga..... hay ya mejor me callo.
-Pecosa yo?
-Y quien si no.
Y siguió riendo como si no se le acabará el oxígeno, me devolvió mi broma y de qué manera.
-Para tu información, mi nombre es Sophia Alice Pendragon Andrew.
-Sophia eeee? Mmmm déjame pensar, nop creo que mejor te diré pecosa.
-Que grosero.
En ese momento me levanté y empeze a caminar pero él me tomo de mi brazo y me pidió quedarme.
-Perdón por favor, no era mi intención tratarte hací, me perdonas?
Me decía mientras se aguaban sus hermosos zafiros. Yo no pude estar mucho tiempo enojada con el hací que lo perdone y le di en leve abrazo, que el correspondió al separamos el me miró con una linda sonrisa de lado que hacía que se le viera un lindo oyuelo en su mejilla izquierda.
-Me alegra, ahora dime, en donde estamos Pecosa?
-Que acabamos de decir Terrence.
-Perdón, pero esque me gustaría poder decirte hací claro si tu me lo permites. Y si quieres tú también me puedes dar un apodo, aunque lo veo imposible soy perfecto.
Decía mientras pasaba sus manos enfrente de si, señalándose levemente.
-Uyyy pero que arrogante.
Eso es!!!
Al parecer mi grito lo tomo por sorpresa.
-Que es que?
-Que ya se tu apodo.
- Ha si y cuál es según tu?
- Arrogante.
-Arrogante? Y por qué?
-Por que eres muy arrogante. Y hací se queda.
-Esta bien pecosa. Pero dime en donde estamos?
-No lo sé, lo último que recuerdo fue haberme dormido en el auto junto con Candy.
-Y quien es ella?
-Ella, es mi gemela, porque?
-Simple curiosidad, supongo que ella y tu son igual de Pecosas.
El empezó ha reirce de nosotras, mientras yo hacía un puchero y me cruzaba de brazos.
-Tranquila linda, supongo que eres más bonita que ella.
Mis oídos me engañan o me dijo linda? Muy arrogante, muy grosero, pero muy galante.
-Ha decir verdad no, yo soy la feita de los trillizos.
Dije bajando la cabeza y con un tono triste. El me tomo de las manos y me dijo.
-No lo creo, eres muy linda.
Y me guiño el ojo, muy coqueto el se veía tan lindo con ese pantaloncito de dormir azul rey con lunares en azul cielo y su camisa ha juego y no me había dado cuenta de sus pantunflitas eran como unos ositos. Esperen si el estaba en pijama cómo estaba yo? Me mire y ví que traía un mameluco de panda con gorro de panda y las pantuflas como si fueran sus piecitos. En ese momento me empeze a poner roja, y lo mire a los ojos el también me miraba cambiando de un ojo al otro.
-Pecosa, disculpa que me meta, en algo que no debería importarme, pero por qué tienes un ojo de un color y otro de otro?
-Haaa eso, esque bueno, hací nací.
-Encerio? Son muy lindos tus ojos mira uno es como un zafiro y el otro parece una esmeralda, son muy lindos.
Sus alagos eran muy lindos y yo bueno sobra decir que estaba muy roja y hací fui despertando con un último recuerdo de el que era su hermosa sonrisa y su abrazo.

Al despertar no podía ver bien hací que frote mis ojos y me enfoque un poco y me di cuenta de que había algo blanco y esponjositos sobre mi, además de que sentía otras dos respiraciones a los lados. Me volte hacia la izquierda y estaba Morgan y a la derecha estaba Sophie, ese no era el problema más bien era saber en dónde estabamos, por que ese obviamente no era mi cuarto, en eso entro papá cómo siempre sonrriendonos y se dió cuenta de que había despertado.
-Buenos días princesa. Porque esa cara de pucherito eee?
-Buenos días papá, solo es que no se en donde estamos.
-Haaa eso, pues verás mi princesa, nos mudamos desde anoche ha Ingary, pero como tú estabas dormida no te quisimos despertar, tus hermanos ya sabían solo faltabas tu y bueno ahora lo sabes. Y entiendes de que tuviéramos que mudarnos verdad?
-Si papá no te preocupes, pero dime en donde estamos?
-En casa, en donde más.
-Mmmmmm ya veo. Papito, me sacas de aquí, porfis.
Le decía con una vos tierna y juntando mis manos para después extenderlas hacia el.
-Claro, ven aquí princesa.
Me abrace a su cuello y el me abrazó de la cintura para sacarme, y fue que me di cuenta de que encerio traía el mameluco de panda y me vote hacia mis hermanos y ellos traían algo parecido Candy uno de oso polar y Morgan uno de oso grizzly, se veían muy tiernos y Candy al no sentirme también despertó al igual que Morgan.
-Buenos días dormilones.
Dijimos papá y yo al unisono.
-Mira quien habla, la que se quedó dormida durante la mudanza.
-Ya Morgan deja a tu hermana. Y tu Candy ven acá.
Papá cargo con el otro brazo disponible ha mi hermana y fue entonces que me di cuenta de que nuestros pijamas tenían cola y para variar era esponjositamente peludita.
-Papá y yo que.
Preguntó Morgan desde abajo con carita triste.
-Pues como no tengo otro brazo súbete ha mis hombros.
Y hací papá se cento para que Morgan se subiera, al ya estar cómodamente instalado nos volvió a cargar a nosotras y debo admitir que tenía bastante fuerza por que mira que cargarnos ha los tres no cualquiera lo hace.

Y hací fuimos bajando a la cocina para tomar el desayuno. Ha mamá casi le da un infarto al vernos bajando las escaleras en los brazos de papá y Morgan en sus hombros, y no sólo eso sí no, que bajo corriendo.
-Howl como se te ocurre. Que hubiera pasado si te hubieses caído y peor con los niños en brazos.
-Tranquila linda no pasó nada. Miramos estamos perfectamente bien.
-Si mami, y mis hermanas y yo tenemos mucha hambre, no es hací chicas.
Decía el pequeño asomándose por la cabeza de su padre y viendo a sus hermanas que ya traían puestos sus gorritos sobre esos lindos rizos y al voltear hacia arriba le dieron una muy linda sonrisa.
-Si mami, Sophie y yo tenemos hambre. Ya que hicieron para desayunar.
Decía la pequeña pecosa mientras se ponía un dedo en la boca.
-Jajaja hay mi pequeña glotona, verás para hoy pedí que les hicieran avena de frutos rojos de manzana y canela o de durazno con fresa.
-Mmm que rico, bien que esperamos, papi bajanos que Candy ya se está saboreando la avena y Morgan bueno al parecer también.
Ya estando en el suelo corrimos a la cocina y todo estaba precioso, era una casa muy hogareña y de buen tamaño el comedor no era muy extenso y eso era bueno hací podríamos estar todos juntos.
El desayuno transcurrió en silencio y al terminar nos lavamos las manos y la cara en un baño y entonces entro mamá con unas toallas para bañarnos y papá detrás de ella para llevarte a Morgan a bañar en otra habitación. Entonces mamá se dió vuelta hacia nosotras y nos quitó el pijama después metió a una gran tina con agua tibia, nos ayudó ha bañarnos y al terminar nos puso unos pantalones como los que usa papá y también unas botas para cabalgar al igual que una camiseta blanca definitivamente el día de hoy quería que nos viéramos iguales, ha excepción de los listones los de Candy eran verdes manzana ya que ese era el color de sus ojos el día de hoy en cambio los míos eran de dos tonos diferentes de azul uno era aguamarina y el otro celeste y hací eran mis listones.
Al parecer hay saldríamos ha dar un vuelta por la ciudad o almenos eso escuché.
Lo primero que ví al estar frente a la puerta fue un círculo que tenía cinco colores y también un picaporte que al girarlo también giraba el de arriba y ambos se ponían del mismo color, ambas estábamos muy emocionadas, mi madre lo puso en el rojo y entonces Morgan y mi padre llegaron detrás de nosotras, al abrir la puerta la luz me cegó por un momento y fue cuando ví que estábamos en una ciudad real.
-Bien pequeños, están listos, iremos ha ver ha madame Suliman al palacio.

Continuará...

Mi Futuro Es ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora