Aprendiendo a volar

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Al anochecer los niños ya estaban dormidos en una de las habitaciones que nos prestó Elroy pero llegó la hora de irnos, hací que tuve que cargarlos con ayuda de Sophie quien llevaba a Candice y yo a Morgan y a Sophia los metimos con cuidado al auto en el asiento trasero y nosotros enfrente Sophie se daba la vuelta para verlos de vez en cuando y hací fue todo el camino asta llegar ha casa yo suponía que seguirían dormidos para cuando llegáramos pero cual fue mi sorpresa que los niños cuando me estacione estaban más que despiertos y nos veían curiosos ha mi y a su madre.
-Hola dormilones, ¿Que pasa?
-Papi tengo hambre.
-Nosotras también.
-En ese caso que les parece si comemos al aire libre.
-Y como papá si ya es de noche.
-Que observador Morgan. Pero nadie dijo que lo haríamos en esta dimensión.- Una sonrisa pícara se asomó en los labios de su padre.
-Que piensas hacer Howl.
-Sophie, que te parece si los llevamos a nuestro jardín privado.
-Me parece bien seguramente allí aún no es de noche hací sirve que pasamos un rato en familia que les parece.
-Siiiiii.- Dijeron los trillizos al unisono.
La familia muy emocionada entro a la casa y se fueron ha cambiar de ropa por algo más cómodo para que pudieran divertirse libremente.
-Calcifer, están listos los caballos?
-Si amo Howl, están esperándolos en el establo.
-Muy bien entonces es hora de irnos.
-Pero, Howl que vamos ha llevar para comer.
-No te preocupes mi vida ya todo está listo en la cabaña.

Y hací fue como la familia Pendragon salió hacia las caballerizas para encontrarse con cinco pegasos listos para salir.
-Niños será mejor que se monten en sus pegasos y que no se separen de nosotros por nada, entendido.
-Si papá.
-Bueno entonces vámonos.
Cuando se abrió la puerta de las caballerizas cinco pegasos salieron ha todo galope hacia la oscuridad. Que se vio interrumpida por una luz que estaba cada ves más cerca de ellos asta que llegó el momento de atravesarla encontrándose con un paisaje mágico. Miles de flores regadas por todas partes y varias lagunas que reflejaban el azul del cielo con una que otra nubesita que irrumpía en el cielo.
Los trillizos quedaron maravillados ante tal paisaje que sin pensarlo dos veces saltaron de sus corceles y empezaron ha correr por todos lados felices de la vida mientras sus padres abrazados los miraban con ternura.

Después de un rato de ver ha mis hijos corriendo por todos lados, Howl y yo fuimos ha la cabaña para preparar algo para los niños por que seguramente después de correr como locos por todos lados se van ha cansar y les dará hambre. Ya adentro de la cabaña encontramos la mesita llena de ingredientes para sándwiches de cualquier tipo, pero nosotros optamos por unos de jamón y queso ya que eran de los más sencillos y rápidos de preparar.
-Sophie?-Me preguntó Howl mientras veía por la ventana atentamente a los niños yo estaba cortando el queso.
-Si, Howl?
-¿ Cres que sea un buen momento para que aprendan ha volar?
- No sabría decirte con exactitud, pero me parecería buena idea. Tal vez sea bueno para ellos.
-Entonces, ¿Eso es un si?
-Si me parece muy buena idea.- Terminamos de preparar los sandwiches y salimos con una canastita y una manta para que cubriera el suelo y hací sentarnos sobre el.
-Niños es hora de comer.
Ellos no tardaron mucho en llegar ha donde estábamos, para cuando menos contaba ellos ya estaban allí estaban un poco sucios de las rodillas al parecer se calleron un par de veces.
-Que les pasó? Están todos sucios- Su padre los vio con ganas de reirce de ellos estaban todos sucios y parecían pollitos recién levantados.
-Nada solo que me caí en el lodo cuando trate de atrapar a Lincy y a Klin y las chicas por correr detrás de mí también calleron.
-Haci es mamá, pero no nos pasó nada, solo que Sophie se ensució un poco las alas por que callo encima de nosotros.
-Ya veo, pero díganme niños van ha dejar que su padre se ría de ustedes por como vienen.
Howl, ya tenía unos minutitos desde que empezó ha reirce de los niños, hací que se me ocurrió una forma para que las pagará.
- Porsupuesto que no- Contestaron los niños al unisono antes de abalanzarce hacia su padre para hacerle cosquillas, el al ver que los niños lo hiban ha atacar se levantó de golpe y salió corriendo como alma que lleva el diablo para subirse a un árbol eso no le sirvió de nada Candy subió más rápido que su padre y lo alcanzó, de inmediato bajo de allí y corrió con dirección hacia mí, parece que ya se había dado cuenta de que yo les pedí a los niños que lo atacarán hací que no pasó mucho tiempo para darme cuenta de que el ya me había despegado del suelo sin el más mínimo esfuerzo y estábamos por los aires viendo a los niños desde el cielo.
-Creiste que no me daría cuenta, eeee, cariño?- El empezó ha hablarme con ese tono seductor que me volvía loca, de inmediato se me pusieron los nervios de punta al sentir sus manos en mi cintura y sus labios en mi cuello.
-Hemmm, no se de qué me estás hablando mi vida. Además recuerda que estamos con los niños y que nos están viendo desde abajo.
-Niños, si quieren que baje a su madre tendrán que subir asta aquí. Entendido?
- Si papá. Pero como llegaremos asta allá?
-Que observadora mi querida Candy, pero díganme para que quieren alas si no las usan?- Howl estaba retando a los niños para que subieran ha rescatar ha su pobre madre, ósea yo.
-Pues de adorno no las tengo padre.- Sophie fue la primera en despegar por un momento creí que ella caería cuando la azoto una corriente de viento, pero supo tomarla ha favor y hací llegó asta la espalda de su padre.

Ví como Sophie despegó, hací que trate de hacer lo mismo que ella.

Candy no tardó en despegar después de haber tomado impulso y aletear con fuerza, Morgan siguió el ejemplo de sus hermanas he hizo lo mismo, en un par de minutos ya estaban ha nuestra altura y fue cuando me di cuenta que era hora de huir con su madre antes de que ellos me alcanzarán, la tome por la cintura y volé hacia la cabaña, no tenía ni idea de porque pero tenía los nervios de punta porque los niños para su edad volaban muy rápido, por suerte mi pegaso y el de su madre estaban en el río que estaba junto a la cabaña.
-Sebastian, Bianca!!- Ambos pegasos llegaron rápido ha mi punto de aterrizaje y hací fue como monte ha Sophie en Bianca y yo en Sebastian de inmediato salimos ha trote de allí.
-Howl, no me digas que les tienes miedo ha tus propios hijos?
- No es miedo, mi amor, lo que pasa es que, está bien si, tengo mucho miedo de que ellos me alcancen. Y no entiendo porque.

No pude resistir más y comencé ha reír, no entiendo como un padre puede tenerle miedo ha tres niños de cinco años, que le pueden hacer. Pedirle chocolates o un helado, wow muy letales.
- De que te ríes?
-De que le temes ha tres niños de cinco años.
-No es temor ya te lo dije.
-Entonces que es.
-Mmmmmm déjame pensar, mmmmmm es mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm, precaución eso es.
- Y de que?
-De que me roben ha su bella madre.
Eso me tomo por sorpresa, pero recordé que tenía hijos y miré hacia atrás para ver si nos seguían, como no los vi me detuve de inmediato su padre se dió cuenta de esto y también se detuvo, no lograba ver a los niños y fue cuando escuché.
-Hola, mamá que están viendo?
Me di vuelta para encontrarme con los niños detrás de nosotros, estaban montados sobre sus pegasos y riéndose de la cara de su padre, pobrecito estaba todo pálido y con expresión de susto.
-Nada, Morgan pero díganme cómo llegaron tan rápido?
-Bueno pues les pedimos a los pegasos que volarán y hací los encontramos. Verdad chicas?
-Si hací es.
-Estoy deacuerdo con Candy y Morgan. Pero porque huían de nosotros acaso nos querían abandonar.-
No me había dado cuenta de que nuestras acciones pudieron haber tenido un impacto negativo en los niños hací que me apresure ha decir antes que su madre.
-Por supuesto que no. No pienso perderlos de nuevo.
-Entonces por que se escondían. - Mi pequeña Sophie casi lloraba y sus hermanos también eso me partía el corazón.
-Pequeña, solo estábamos jugando con ustedes, no nos estábamos escondiendo, bueno yo si, tenía miedo de que me robaran a su madre.- Los abracé lo más rápido que pude, no me había dado cuenta de como ellos tomarían este juego, ahora entiendo ha que se refería Sophie con eso de que un corazón es una pesada carga, ahora me duele un poco por lo que mis pequeños trillizos pudieron haber entendido de mis acciones.
-Bueno, pero tienes que compensarnos está papá.
-Como mi querida Candy?
-Mmmmmm, ya se.
-Haber, dímelo.
-Bueno pues, comiendo algo porque yo ya tengo mucha hambre.
-Nosotras también papá.
-Ves Howl, por hacerlos correr y volar como locos hiciste que les diera más hambre de la que ya tenían. Vamos niños suban ha sus caballos. Y díganme qué les parece una carrera hacia la cabaña.
-Siiiiii- Sin duda estos niños están llenos de energía, no pasaron ni dos segundos para cuando me di cuenta de que sus caballos empezaron ha correr a una muy alta velocidad eso era increíble, nisiquiera nos habiamos dado cuenta de que ya habían salido hasta que nos recuperamos del shock, en eso su padre y yo nos volvimos partícipes de la carrera.
Y hací fue como mis pequeños trillizos aprendieron ha volar.

Mi Futuro Es ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora