Querubines Pendragon

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Madame Suliman había cumplido su palabra a la mañana siguiente llegaron varios paquetes de colores para los pequeños de parte de madame Suliman, en su interior se encontraban hermosos vestidos para campo y de fiesta, y también muchos elegantes trates para su hermano y muchísimos pares de zapatos para cada pequeño llenaron aún más su guardarropa con los obsequios de esta mujer que los quería como si fueran de su sangre.
-Mira mamá, este vestido rosa le queda muy bonito ha Candy. La pequeña salió detrás de su hermana con la mirada en el suelo por la vergüenza y eso la hacia ver más tierna de lo que ya era, su madre que estaba en un sillón llevo una de sus manos ha su mentón y observo de arriba hacia abajo a su pequeña y vio lo lindo que le quedaba ese vestido sonreía de solo imaginarla trepando árboles como ha ella tanto le gusta con su vestido ondeando en el viento y sus alitas desplegadas.- Que linda te ves princesa muy bonita.
La pequeña se ruborizó y agradeció el cumplido para después sentarse a un lado de su madre para escoger un vestido para su hermana y se decidieron por un vestido amarillo de manga larga y encaje en el pecho y también en el cuello que era largo ese vestido era igual al de Candy exepto por el color y ambas se veían muy lindas.
Su padre y hermano habían salido ha cabalgar por un rato mientras ellas se medían todo lo que les habían regalado para lo cual tardarían un largo rato. Al final del día estaban muy agotadas de tanto dar vueltas y al final todo se les veía muy lindo, las pequeñas se sentaron a los lados de su madre abrazándola por la cintura mientras ella las abrazaba por los hombros y les daba un beso en la frente después de un rato de compartir ese calor tan agradable se quedaron dormidas las mellizas tenían los pulgares en la boca mientras abrazaban ha su madre, quien las cubría con unas alas blancas que sobresalían de su espalda, ella despertó lentamente y al ver a las pequeñas dormidas tan tranquilamente no tuvo el valor de despertarlas y como pudo cargo con un brazo a cada una que para su suerte no pesaban la gran cosa y las llevo a su habitación, mientras subía las escaleras se abrió la puerta y entraron Howl y Morgan muy felices. Morgan al darse cuenta de como traía su madre a sus hermanas rápidamente fue ha ayudarla puesto a que Sophie casi se le caía por el susto que le habían puesto.
-Hola mami, me dejas ayudarte.- el pequeño tomo en brazos ha su hermana y la convirtió en una bebé de un año más o menos y se la paso ha su madre al tiempo que hacía lo mismo con su otra hermana y después llegó su turno pero para no caer al piso le pidió los brazos ha su padre.
-Papi me cargas.
-Claro ven acá. Se inclino levemente y lo tomo en brazos a tiempo ya que se había convertido en un bebé que le regalaba una sonrisa desdentada este se rió ante su ocurrencia y lo fue arrullando asta que se quedó dormido y para eso no falto mucho ya que el pequeño ya venía muy cansado después de cabalgar con su padre.
-Amor que te parece si los llevamos a dormir con nosotros.
-Esta bien Sophie, pero antes hay que enseñarle a los bebes ha Calcifer.- y hací la pareja comenzó ha caminar a la salita donde estaba Calcifer, que al verlos se sorprendió al ver que tenían unos bebés en brazos.
-Amo Howl, no me diga que son los trillizos.
Decía haciendo una cara de extrañes ante los pequeños puesto que en la mañana para el eran tres niños de 5 años y ahora eran tres bebés que estaban enrollados en sus alas con la carita y la sonrisita más tierna jamás vista.
-Haci es, ha Morgan se le ocurrió transformarlas para que los pudiéramos cargar mejor, ya que ha cierta personita no quiero decir quién verdad Sophie, casi se le cae Alice.
-Perdón pero esque me tomaron por sorpresa.
-Nadie había dicho que fueras tú mi vida. Bueno que conste que ella solita se delató, jajaja.
Todos en la sala se reían de muy buena gana asta que recordaron que traían ha tres bebés dormidos y en brazos para variar.
-Howl, podrías hacercarme ha Morgan.
Y como o lo había pedido el demonio, el rubio se inclinó para mostrarle ha su pequeño, el lo veía con mucha atención mientras lo estudiaba asta que supo cada detalle de esa transformación.
-Valla Morgan si que es impresionante.
Decía en l demonio muy orgulloso del pequeño.
-Ha que te refieres Calcifer?
-Sophie, me refiero ha que Morgan fue capas de reducir sus cuerpos ha cuando tenían un año sin borrar lo que han aprendido asta ahora a excepción de caminar, ya que sus cuerpos son muy frágiles y tampoco pueden cosas pesadas, hací que en pocas palabras se convirtió ha si mismo y a sus hermanas en unos bebés y como tal necesitaran esos cuidados.... exepto lo del cambio de pañales.
Lo último lo dijo riendo de buena gana después de haber visto las caras de susto de la pareja.
-Ho que alivió, bien Sophie vamos ha subirlos al cuarto.
Ella asintió y comenzó a caminar escaleras arriba cuando el la alcanzó y la abrazo por la cintura y hací siguieron caminando hasta llegar al fondo del pasillo donde estaba su habitación, Howl la soltó y abrió la puerta, dándoles el paso libre ha ella y a las bebés, entraron rápidamente y ellos después.
Ya estando en la habitación había una cuna algo grande para que cupieran los tres juntos, no le habían dado uso desde hace mucho tiempo y ahora que se presentaba la oportunidad no la iban a desaprovechar hací que recostaron uno por uno ha los bebés mientras ellos se ponían el pijama para estar más cómodos y sacaron tres pijamitas de bebé y eran tres panditas de lo más tiernos, después los metieron bajo los cobertores en medio de ambos y hací se quedaron dormidos los cinco.

Mi Futuro Es ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora