T R E I N T A Y S I E T E

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Los pitidos interrumpieron su tranquila siesta, intento estirar su mano para callar la alarma, pero su mano peso demasiado, soltó un quejido y sintió un apretón en su mano.

Realmente no quería abrir sus ojos, estaba tan agotada. Física  como mentalmente.

No logro poder dormir de nuevo, solo se mantenía en la oscuridad, sus ojos cerrados, no quería abrirlos, no quería saber quien era la persona que estaba tomando su mano, no quería ver de nuevo las paredes blancas. 

¿Cuántas mas veces volveré a este lugar?

Lo único que pudo formular su mente, el olor a hospital le hizo recordar que estaba aquí, tal vez por cuarta vez en menos de un año. Y no le gustaba estar ahí, no le gustaba ver la expresión preocupada de todos, ya no quería mas lastima de los demás, no más dolor.

—No llores, no ahora—  susurraron, acariciando su mejilla.

Habáa una persona que siempre, por encima de todos, y pasara lo que pasara, siempre iba a estar ahí. Y ese era él.

Scott.

Supo que Sara estaba despierta en momento en que dejo de respirar pausado y profundo, la conocía como la palma de su mano, sabia cuando estaba dormida y cuando solamente estaba descansando, sabia todos y cada uno de sus hábitos. 

La conocía tan bien...


—Deberías de ir a descansar— Scott se giro para entrar mirar a Asthon. 

—Estoy bien— respondió.

—Llevas dos días aquí—  insistió Asthon.

—Podría quedarme mucho más— apretó la mano de Sara y beso su frente —Se que estas despierta— susurro tan bajo como pudo. 

Sara solo apretó su mano a modo de respuesta, Asthon puso la palma de su mano sobre los ojos de la chica, para cuando abrió los ojos, la luz no la cegó como normalmente, Scott la protegía de la luz... Ella solo pudo sonreír. 

Sara se acomodo en la cama y le sonrió a Asthon.


—Llamaré a mi padre— informo Asthon luego de sonreír le.


Al ver que quedaron solos, Sara apretó la mano de Scott.

—¿Dónde esta?— pregunto en un susurro.

—Esta bien... Pero es una historia larga, apenas te den de alta te la contare— vi como Sara tenia la iniciativa de protestar —Lo prometo. 

Él tomo un vaso de agua que estaba en la mesa y le ofreció un poco a Sara, quien solo negó, pero luego de unos segundos en donde Scott la miro con reproche acepto el agua. 

—Pensé que no te volvería a ver por aquí— una voz más gruesa llamo su atención —No en mucho tiempo— Sara había visto a aquel hombre, él la había atendido luego del secuestro, y se encargo de salvar a su madre.

—Prometo que no volveré luego de esto— ella le dio una pequeña sonrisa. 

Luego de un breve chequeo, y unas horas más Sara pudo salir del hospital apoyada en Scott.


—No iremos a tu casa, es demasiado peligroso— informo Scott ayudando le a subir al auto. 

—¿Entonces, a donde iremos?

—A un lugar donde espero estés a salvo— susurro a la vez que salia del parqueadero del hospital.

Ella Es Perfecta©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora