Capítulo 64

1.5K 56 3
                                    

-¡Vale, espérate aquí mientras voy a buscar algo de beber! -Gritó por encima de la música. 

El bar estaba lleno de gente de mediana edad y había un par de jóvenes que, como nosotros, se aprovecharon que no pedían DNI para entrar. No había mucha gente, pero tampoco estaba muy vacío, el ambiente era muy bueno. La verdad es que nunca había venido a un bar a beber, pero me estaba gustando.

Miré a mi alrededor y me di cuenta de que muchos hombres me estaban mirando. No me sentía para nada cómoda con las miradas y encima estando sola. De repente, un hombre mayor se acercó a mí. Claramente estaba bebido y tenía una vibra peligrosa, agresiva.

-¿Qué tal, guapa? 

Su comentario me incomodo mucho y empecé a buscar a Will con la mirada. Estaba tardando mucho.

-Muy bien, muchas gracias. Aunque estaré mejor si te vas -Tenía mucho miedo, pero tenía que dar la imagen de que estaba segura de mi misma. Me giré dandole la espalda, esperando a que cogiera la indirecta.

-Aunque disfruto mucho viendo la parte trasera de una mujer prefiero que me miren a los ojos cuando hablo con ellas -Dijo agresivamente -¡Había un tiempo dónde las mujeres respetaban a los hombres, ahora todas os comportáis como perras! ¡Mírame cuando te hablo, perra! -Me cogió por la espalda con tanta agresividad que parecía que querría arrancarme la piel. Necesitaba a Will, pero no conseguía verlo. Intenté correr, pero me cogió del brazo con tanta fuerza que no podía moverme. ¡Tenía mucho miedo! -¡Voy a enseñarte como respetar a los hombres!

Me dolía mucho el brazo por su agarre. No podía creer que nadie hiciera nada. 

Analicé mi situación. Solo tenía dos opciones; o defenderme por mi sola o chillar por ayuda. Decidí chillar por ayuda, yo sola no podía librarme de su agarre.

-¡Ayuda! -Chillé lo más fuerte que pude.

-No hace falta que chilles, nadie te va a hacer caso -Se rió -Ahora te vas a venir conmigo.

Su agarré aumentó. Estaba perdida. ¿Dónde estaba Will?

-¡Suéltala! -Dijo una voz a mis espaldas.

Me giré a ver quien era mi superhéroe, y me encontré con una cara bastante conocida.

-¿J-Justin?

Justin cogió mi mano, me separó del hombre y me puso detrás suyo. 

-Ah, tienes más de un novio por lo que veo. Suerte la tuya, al menos uno es lo suficiente hombre como para defenderte. Será un hombre, pero uno muy estúpido, seguro. 

Justin soltó mi mano, cruzó sus brazos e hinchó su pecho, como si no estuviera intimidado por el hombre.

-Sé que no debería esperar modales de una pieza de mierda como tú. Pero tu madre debería de haberte enseñado a no poner la mano encima a una mujer.

La gente de alrededor empezó a tomarnos atención cuando vieron que empezaba una pelea. Empezaron a reír con el zaska que le había hecho Justin a hombre.

-¡Cómo te atreves a hablar de mi madre!

Apretó los puños y apuntó agresivamente a Justin, que se mantuvo firme, sin moverse ni un poco.

-¡Cómo te atreves tú a tocar a mi alumna!

Descruzó sus  brazos y apretó el puño. Las cosas se estaban calentando.

-Espera, ¿Alumna? ¿Tú eres su profesor? -Rió -Vaya, un amor prohibido.

Nerviosamente acaricié el brazo de Justin, tratando de hacerle saber que no creía que debería  pelear con este hombre. Era por lo menos el doble de grande que él, y probablamente, también tenía más experiencia peleando.

-Sí, soy su profesor, pero, al parecer, eres tú el único que necesita que le enseñen algo -Dijo con  una ceja levantada y una mirada diabólica en los ojos.

-¡Serás gilipollas! ¡Te voy a patear el trasero! -Se lanzó hacia nosotros como un loco rinoceronte. Justin se mantuvo firme y levantó los puños. Parecía tener más experiencia peleando de la que yo pensaba. 

Empezaron a pelear. Me asusté mucho cuando el hombre lanzó un puñetazo al brazo de Justin que le hizo agarrse.

-¡Justin!

-¡Mantente detrás, _____!

-Voy a robarte a la chica, guapito -Se rió el hombre.

Fue como si esa frase hiciera efecto en Justin y empezó a lanzar golpes como si fuera un profesional. En un visto y no visto, el hombre estaba en el suelo noqueado. 

Nunca había pensado que Justin supiera pelear tan bien y fuera capaz de ganar a un hombre dos veces él.

Cuando se giró para verme, me di cuenta de que tenía sangre en su ceja izquierda y en su labio. 

-¡Justin! -Me acerqué a él rápidamente mientras lloraba a abrazarle.

-Ow, ow, ow -Gimió.

-Lo siento, lo siento.

-Tranquila, estoy bien -Sonrió -Pero vamos a llevarte a casa.

De repente me acordé de Will, yo había venido aquí con él.

-Pero Will...

-Es obvio que no está aquí, así que vamos.

--------------

¿Por qué siempre que sale de casa la rayis pasa algo? Esa mujer es un imán para los problemas.

-Pau.

El profesor |J.B y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora