Capítulo 46

1.8K 69 2
                                    

No pude dormir en toda la noche. O más bien, estaba durmiendo cuando algo me despertó. Algo precioso, algo que llevaba desde pequeña queriendo ver: La aurora boreal. 

Me vestí rápidamente y salí a fuera a verla. Era mágico, muy mágico. La belleza de la naturaleza en su mayor esplendor. Me había imaginado mil veces, aquí, mirándola. Pero ni siquiera mis pensamientos le hacían justicia a su belleza.

-Es preciosa -Dijo alguien a mi espalda dándome un susto -Tranquila, no chilles. Soy yo, Justin. No quería asustarte -Rió.

-Bueno, pues lo has hecho.

Estaba tan concentrada en la aurora boreal que no había escuchado sus pasos en la nieve.

-¿No podías dormir?

Y justo cuando pensaba que la noche no podía ser más bonita, Justin sonrió. El romántico brillo que venía de la aurora boreal le hacia más atractivo de lo normal; con su perfecta piel, su pelo castaño desordenado de haber dormido, sus brillantes ojos mieles, y su perfecta sonrisa. Pero, por supuesto, otra vez, fui sacada de mis pensamientos por una voz que me recordaba que Justin era mi profesor.

-No, la aurora boreal me ha despertado. ¿Y tú? ¿Me estás siguiendo?

-¿Qué pasa si lo estoy haciendo? ¿Me vas a castigar?

-Bueno, podría devolverte todas las bolas que me has lanzado al culo esta tarde...

-No lo harás.

-¿Qué no? Madre mía ya te digo yo a ti que sí.

Me agaché e hice una enorme bola de nieve y se la lancé a su cara. ¡Diana! Le había dado en toda la nariz. Aproveché que aún estaba sorprendido por el lanzamiento para empezar a correr.

-Oh, _____... Acabas de cometer el mayor error de tu vida.

Me comenzó a perseguir y, desafortunadamente para mí, él era más rápido que yo. Rápidamente me cogió y me lanzó una bola de nieve gigante. Empezamos una guerra de bolas de nieve. Jugábamos como niños, pero eso lo hacía divertido. 

En un momento en el que intentaba escapar, Justin me agarró del brazo y me atrajo hacia él.

-Oh, te tengo, señorita _____ -Dijo con una sonrisa victoriosa. 

Estábamos los dos sin aliento y cada vez caminábamos más despacio. Él caminaba hacia atrás, aún sosteniendo mi brazo. Sabía muy bien lo que iba a pasar ahora, pero como Justin iba caminando demasiado despacio hacia atrás, no notó la gran cantidad de nieve en sus pies, lo que le hizo caer y empujarme con él.

Justin aterrizó en el suelo con un sonoro golpe mientras que yo aterricé encima suyo. Nos empezamos a reír como si no hubiera un mañana, y en un descuido estampó una bola de nieve en mi cabeza. 

Le miré fijamente enfadada. Cada vez nos íbamos acercando más el uno al otro, creando un ambiente romántico. 

-¿Estás cómoda encima mío? -Dijo con una sonrisa burlona. 

-Yo...Uh... -Tartamudeé. Imágenes muy inapropiadas de Justin y de mi me venían a la cabeza.

-Tómate tu tiempo en levantarte, no te preocupes. ¿No crees que así se está muy bien? -Me miró fijamente a los labios y me acercó más a él como si me fuera a besar.

Estaba jugando conmigo. Sabia que no me iba a besar. Así que me levanté y decidí darle un pequeño castigo; le di "accidentalmente" con mi rodilla en sus partes.

-Ups -Dije falsamente.

-Eso no era necesario -Se quejó desde el suelo con un gemido.

-¡Lo merecias! Y lo volveré a hacer si vuelves a molestarme.

-Entonces supongo que tendré que comenzar a ponerme un protector para mis partes...

Eso significaba que no dejaría de molestarme. Incluso pensaba que podríamos llegar a llevarnos bien alguna vez, pero él solo estaba jugando a ser amable y divertido, y yo lo había olvidado.

-Deja de jugar conmigo, Justin -Susurré.

Me limpié los restos de nieve de la ropa y me fui hacia la cabaña.

El profesor |J.B y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora