Capítulo 60

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-Vaya están todos bailando.

Todas las parejas estaban bailando en la pista de baile una canción lenta.

-Sí, eso es lo que quería que hiciéramos. Así que... ¿Quieres bailar conmigo?

Definitivamente él ha tenido que venir a muchos eventos de estos. Era como si supiera que la gente iba a comenzar a bailar ahora y por eso teníamos que bajar.

-Me encantaría.

Se quitó la chaqueta y la puso encima de una de las sillas que habían al lado de él. Extendió su mano hacia mí y se inclinó ligeramente mientras me miraba sonriendo. De verdad me sentía como si fuera Cenicienta en el baile con el Principe Encantador. Deslizó su mano hasta el final de mi espalda y me empujó más cerca suyo. Podía sentir su cálido aliento en mi mejilla y juraba que podía sentir su sonrisa aunque no la pudiera ver. Todo parecía un sueño.

Su olor, su toque, las luces, las flores, la decoración, y la música me recordaron a un videoclip de Taylor Swift. 

(-------------)

-Muchísimas gracias por llevarme al baile, David. Me lo he pasado genial.

-Tengo que admitir que la noche ha estado mejor de lo que me imaginaba. Tenía miedo de que fuera raro.

-Yo también estaba asustada.

-Normalmente estos eventos son aburridos. Sí, son por una buena causa, pero son muy aburridos. Pero tu has aportado algo especial a esta noche, _____. Yo también me lo he pasado muy bien. ¿Te gustaría asistir conmigo a otro?

-Pensaré sobre ello.

-Por lo menos me llevo eso -Rió -También podría llevarte a alguna cita normal algún día. Bueno, buenas noches, _____.

Me dio un beso en la mejilla y se fue.

Vaya, no me podía creer que la noche de hoy hubiera pasado. Qué noche más mágica... Y todo se pondría mejor. Mi cumpleaños era pronto, y dentro de poco me graduaría. Pero por ahora me tocaba volver a casa y fingir que era la novia de Justin. Y encima la loca criada volvía dentro de poco.

Estaba tan cansada. Lo único que quería era un baso de agua, quitarme los malditos zapatos y irme a la cama. Era bastante tarde, por lo que pensé que todo el mundo estaría en la cama. Así que fui sin hacer ruido a la cocina. Pero estaba equivocada.

-¡Selena!  -Mierda. No podía decirle que había ido con David cuando se suponía que era novia de Justin. ¿Cómo iba a explicarle el porqué iba vestida así? -¿Qué haces despierta a estas horas? -Intenté actuar lo más normal posible.

-Rebuscando en la nevera. ¿Qué se supone que debería de estar haciendo? Vaya, no parece que acabas de estar en una clase de yoga.

-¿Clase de yoga?

-Sí, Justin me dijo que estabas en una clase de yoga, pero supongo que me ha mentido. Es casi media noche y vas vestida como una princesa. No creo que en el cuento de Cenicienta hubiera una clase de yoga.

-N...No...

-Entonces, ¿Dónde has estado?

¿Y ahora qué le decía?


El profesor |J.B y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora