El profesor |J.B y tú|

Capítulo 59

-¿Te gusta?

La sala de baile estaba decorada con flores preciosas y luces que caían del techo. Había una larga mesa con todo tipo de entremeses y vinos, iluminada con largos candelabros, que hico mi boca agua. Había mujeres hermosas en preciosos vestidos y hombres guapísimos en trajes de etiqueta. 

-¡Todos se ven tan glamurosos!

-Puede, ¿Pero no has visto como te han mirado todos cuando has entrado?

Definitivamente David estaba coqueteándome.

-También te han mirado a ti, David.

-¡¿David, de verdad eres tú?! -Una mujer pelirroja se acercó a nosotros.

-¡¿Alice?!

Wow... ella se veía como una princesa. Su vestido le daba mil vueltas al mío.

-¡Qué bueno coincidir contigo aquí!

-¡Ya ves! ¡Estás hermosa!

O bueno... A lo mejor él es encantador y bueno con todas las mujeres.

-Tú también. ¿El Congo te ha tratado bien?

Y esto es muy raro. ¿Soy invisible?

-Muchísimo, ha sido una increíble experiencia. ¿Dónde has estado tú estos años?

-He estado en Nueva York. Conseguí un trabajo en el Gracie Hospital justo después de graduarme.

¿De verdad que ella aún no me había visto? ¿De verdad era invisible? Al final me tendría que presentar yo sola.

-Hola, yo soy _____. Encantada de conocerte, Alice.

-Oh hola. Encantada de conocerte a ti también.

-Oh, ¿Dónde están mis modales? ¡Lo siento mucho _____! - Dijo David. Ya puedes sentirlo... Pero ahora mismo no era tiempo para mis enfados, me tenía que comportar debidamente. A lo mejor ellos eran muy cercanos -Alice era mi mejor amiga en la universidad. Y uh...

-Y su novia durante 3 años -Completó Alice al ver que David no acababa la frase.

¿Así que esto es con lo que estoy compitiendo ahora mismo? ¿Una doctora/hermosa princesa/mejor amiga/ex novia? Joder.

-Sí, eso también...

-Oh... Guay.

¿Era yo o el ambiente esta raro?

-Y Alice, esta es  _____, mi pareja esta noche.

-Guay. En cualquier caso, yo solo quería saludar. Deberíamos quedar un día de estos.

-Sí, definitivamente.

Alice se fue a saludar a otro invitado.

-Vaya... -Susurré.

-Lo siento mucho. Espero que no te haya hecho sentir incómoda.

-No seas tonto, estoy bien -Mentira.

-Me alegro de escuchar eso. ¿Quieres ir a respirar aire fresco en la azotea? ¿Solo tú y yo?

-¡Sí, me encantaría!

 De momento la noche había estado desastrosa. A lo mejor un poco de aire fresco y estar los dos solos, sin nadie más que pudiera interrumpir y estropear la noche, la mejoraba.

-Después de ti, milady -Hizo una reverencia.

Subimos unas escaleras y salimos a la terraza.

-¡Qué bien se está aquí! 

El salón de baile estaba alejado de la ciudad. Solo se escuchaba el sonido de los grillos y nuestras respiraciones. Las vistas también eran preciosas, se veía las luces de la ciudad desde lejos.

-Las vistas son muy bonitas.

Ahora que estábamos los dos solos podía aprovechar para preguntarle varias preguntas personales sin que nadie nos interrumpiera.

-Uh... Entonces, ¿Esto es una cita?

-No lo sé. ¿Tú quieres que lo sea?

-Aún no lo sé. Pero puede que después de esa noche lo sepa.

-Lo comprendo.

-Y.... Uh... Sobre Alice... ¿Cuándo rompisteis?

-Rompimos cuando me mudé. Y después perdimos el contacto. Decidimos que no queríamos estar en una relación a distancia. Tampoco quería retenerla y que perdiera el tiempo -Vaya, eso sonaba a que iban muy enserio -Bueno, ¿Volvemos abajo? Hay algo que me gustaría hacer contigo.

-Espero que te refieras a vaciar esa deliciosa mesa de entremeses. 

-Casi. Venga vamos.

Me cogió de la mano y volvimos a la pista de baile.