Capítulo 25

2.2K 85 1
                                    

Finalmente, estaba todo listo y en su sitio. Había sido un día muy estresante pero estábamos muy emocionadas por ver a David otra vez.

-Hey, ¿Estás bien Lau? -Le pregunté ya que estaba temblando.

-Sí, solo que estoy un poquito nerviosa, supongo. Tengo miedo de que la relación que tenía con él antes haya cambiado... Es el único miembro de mi familia con el que me llevo bien ya que nunca veo a mis padres. Él es todo lo que tengo _____, y han sido cinco años sin vernos, ni siquiera venía a casa por Navidad.

-Sé que puede ser un poquito raro verlo ahora después de tanto tiempo. ¿Pero recuerdas qué él quería ayudar a la gente? Él siempre ha sido un buen chico con ganas de ayudar a los demás. ¿Te acuerdas de que casi no va al Congo porque no te quería dejar aquí sola? -Asintió -Bien, tú lo convenciste para ir, porque querías que él cumpliera su sueño. Pero ahora está de vuelta, y puede que dentro de un mes se vuelva a ir a perseguir otra vez sus sueños, pero la cuestión es que tú le ayudaste a vivir su sueño y estoy tan orgullosa por ello, Lau. Lo dejase ir sabiendo que no lo verías hasta dentro de cinco años. Y estoy segura de que él te lo agradece. No tengo ninguna duda de que vuestra relación seguirá igual, o incluso mejor.

-¿De verdad piensas eso?

-Claro que sí, burra -Reí -Estoy segura de que es el mismo David que antes, o puede que un David incluso mejor.

-Gracias _____ -Me abrazó -Eso me ha ayudado mucho.

-Siempre estaré aquí para ti, Laura.

De repente sonó mi teléfono. Era mi madre que siempre llamaba en los momentos menos oportunos para fastidiarlo todo. Me fui a la terraza a hablar para no molestar a Laura.

-Hey mamá -Saludé -¿Pasa algo?

-¡Hola, _____! Solo quería saber como te iba todo. Te echo de menos.

-Yo también te echo de menos. Las cosas están yendo bien, y ahora mismo estoy con Laura en su casa porque esta noche llega David.

-¿David? ¿Él está de vuelta?

-Sí, y le hemos preparado una fiesta de bienvenida.

-¿Entonces qué haces aquí hablando con tu vieja madre? Vete a dentro con Laura y nosotras ya hablaremos en otro momento.

-Gracias mamá, te quiero -Me despedí.

Entré dentro y en vez de darle yo la sorpresa a David, fue él quien me la dio a mi.

Ya había llegado y estaba sentado hablando con Laura cuando entre. Me miró y cuando me reconoció, me sonrió. Dios mío, como había cambiado este hombre. Tenía el pelo marrón un poquito más largo, su piel más bronceada y ya no llevaba aparatos en los dientes, lo que le hacía tener una sonrisa preciosa.

El profesor |J.B y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora