Capítulo 27

2.2K 87 4
                                    

Hacia mucha calor en casa de Laura, así que después de que jugáramos un poco a la Wii, salí a tomar el aire a la terraza. Decidí mandar un mensaje a Justin para ver como iba todo en casa y que no se olvidara de apagara la alarma.

_____: Hey, ¿estás ahí?

Justin: Ajá. ¿Va todo bien?

_____: Sí, todo va perfecto. La fiesta está yendo bien, pero olvidé decirte que apagaras la alarma. No quiero despertarte cuando vuelva a casa, probablemente llegue tarde.

Justin: De acuerdo. La apagaré antes de irme a dormir :-)

_____: De acuerdo, gracias!

_____: Así que.... ¿Qué haces?

Justin: ¿De verdad la fiesta es tan aburrida que tienes que escribir a tu profesor un sábado por la noche? :-)

Esa carita del final me hizo levantar mi mano hacia mi boca mientras reía. Si mi madre estuviera aquí ya hubiera dicho que estaba hablando con mi novio.

_____: No es para nada aburrida, pero me siento mal por ti, sentado solo en casa un sábado por la noche :-)

Justin: Já Já, touche. Bien, gracias por tu lástima. Está bien estar solo a veces :-)

_____: Sí, estoy de acuerdo en eso. Bien, buenas noches, Justin.

Justin: Buenas noches _____.

Justin: ¡Diviértete!

Era divertido tener una charla amistosa con Justin y ver su sentido, casi inexistente, del humor. Había algo diferente en él. No era como ningún otro chico al que había conocido antes.

-¿Qué estás haciendo aquí fuera, _____? ¿No tienes frío? -La voz de David me sacó de mis pensamientos sobre Justin.

-Un poco, pero necesitaba aire fresco. Además, pensé que os vendría bien a Laura y a ti tener un poco de tiempo a solas.

-Eso es muy amable por tu parte, pero no deberías estar aquí. Puedes coger un constipado.

-Vaya, es la primera vez que veo a tu lado doctor hablar. Estoy bien, David.

-Bueno, en ese caso déjame traerte mi chaqueta.

-David, no hace falta que vayas a por ella, de verdad -Pero me ignoró y fue a dentro.

-Aquí tienes, _____ -Me pasó su chaqueta de cuero que olía a él.

-Muchas gracias por la chaqueta. Es muy amable por tu parte.

-Suenas sorprendida. Siento mucho que las chicas de ahora no os topéis con más chicos caballerosos.

-Ya estamos acostumbradas a ello. Además, aún quedan chicos caballerosos, mírate a ti.

-Eso es porque soy un poquito más mayor que los jóvenes de hoy en día. Soy de la vieja escuela, como decía mi padre.

-Bueno, a mi me gusta que seas caballeroso.

Estuvimos allí por un momento, simplemente mirándonos el uno al otro.

-¿Puedo decir que te ves hermosa esta noche o eso sería un poquito inadecuado?

-Es un poquito raro que digas eso, David -Reí.

-Oh bueno, entonces, lo siento mucho.

-No, no hace falta que te disculpes. Somos amigos, podemos ser honestos el uno al otro.

-Gracias, _____. Ahora que has crecido es difícil verte como a una 'hermana pequeña'.

-Eso es porque tengo tetas. Los hombres siempre os distraéis con las tetas -Reímos juntos.

-No voy a decir que no me distraigo distraerme, pero como doctor veo muchas -Vaya, no sabia que se ligaba siendo doctor.

-Vale, esa información sobrava.

-¡No! No lo decía de la manera en que estas pensando. Lo decía porque hago muchas mamografías y controles.

-Oh... Vaya siento haberlo malinterpretado -Reí.

-Es estupendo volver a verte, _____.

-Lo mismo digo, David. -Nos quedamos callados un rato -Bueno, creo que voy a ir a dentro con Laura.

-Yo también iré dentro, así que, después de usted, mi dama.

-Muchas gracias, señor.

Puso su mano en mi espalda baja y me guió a dentro.

-Aquí estáis -Dijo Laura cuando entramos -¿No hacía un poquito de frío fuera?

-En realidad se estaba... caliente -Me guiñó un ojo.

-¿Lo dices en serio? -Preguntó esperanzada.

Sabía que David estaba bromeando con Laura para ver su reacción.

-Pues claro que lo digo en serio. ¿Verdad, preciosa?

-¡Se esta metiendo contigo, Laura! -Reí.

-¡Jope _____! Esperaba que bromearas conmigo -Rió conmigo.

-¡No es gracioso! -Se enfadó -Pensé que _____ y yo íbamos a ser hermanas.

-Esa broma es lo que obtienes al jugar con fuego.

-Eso es verdad -Me apoyó David -Tienes que parar de maquinar planes en esa cabecita tuya.

-Nunca lo haré. Vosotros dos sois perfectos el uno para el otro. Sé que algún día terminareis juntos.

David y yo nos miramos y reímos juntos. Sabíamos que eso nunca iba a pasar.

El profesor |J.B y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora