El profesor |J.B y tú|

Capítulo 116

-Creo que se siente sola. Te echa de menos y quiere volver a ser cercana contigo. Ella de verdad hecha de menos a su hermano, Justin... Creo que siente que perdió a sus dos hermanos cuando Jaxon murió.

-Puedo entender que se sienta así. Tengo que hablar con ella -Suspiró -Pero primero tengo que hablar contigo. No puedo dejar que te vayas sin decirte lo que te tengo que decir. 

Eso no sonaba nada bien...

-La verdad es que no me ha tomado mucho tiempo llegar a esta decisión, fue mi primer pensamiento.

Esto es todo... Va a retroceder ahora.

>> Te quiero, ____. Y también quiero al bebé.

¿Había escuchado bien?

-¿De verdad?

-Eres estupenda con los niños, eres madura y me has hecho darme cuenta de muchas cosas sobre mi mismo que yo solo no me habría dado cuenta.

-¿Como qué?

-Por ejemplo, que ya no quiero más chicas de una sola noche. Quiero tener una familia. Quiero tener una mujer que me quiera, y unos niños que me adoren. Quiero ser un buen padre.

-Oh, Justin... -Empecé a llorar.

-Así que, ____, incluso si el bebé no es mío, quiero que sepas que te quiero, y que quiero ser una parte de tu vida. Te quiero, ____. Te quiero.

-Oh dios mío, Justin. ¿De verdad lo haces?

-Con todo mi corazón y alma. Quiero esto. No tienes que decir nada ahora mismo, solo piensa sobre ello. Piensa en mí -Sonrió -De verdad, espero ser al que tú elijas. Y si no... Pues bueno, al menos sé que puedo volver a amar otra vez. Y si el bebé es mío pero tu no me quieres, quiero ser una parta de la vida del bebé. Espero que me lo permitas.

-Claro que lo haré. Gracias Justin por ser tan honesto conmigo. No puedo expresar lo que significan para mí tus palabras. Voy a pensar sobre ello, ¿Vale? Pronto te diré mi decisión.

-Dios... Extraño tus labios, o oler tu pelo cuando acerco mi boca a tu mejilla.

-Bueno... creo que un beso no hará daño... -Quería besarlo, tenía muchísimas ganas de hacerlo.

-Oh no, no seré capaz de parar si comienzo, y no estamos solos.

Madre mía. Esas palabras enviaban pensamientos inapropiados a mi mente. 

-Bueno... Pues parece que tendremos que esperar.

-A la mierda -Gruñó.

Puso sus manos detrás de mi cabeza y me empujó hacia él, aplastando sus labios contra los míos. Y solo con eso, sentí como si él depositara una droga en mí. Me sentía en el noveno cielo.

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WOWOWOWOWOWOWOWOOWOWOWOW 

No puedo decir nada más, estoy como WOW.

-Pau.