XI

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Hablamos durante mucho tiempo sobre los mangas que tenía, sin embargo, el pensamiento de su hermana rebotaba en mi mente, con mi hermana y madre...

Abracé suavemente mi mochila.

Un nudo en mi garganta comenzó a crecer.

- Este... Creo que debería contarte algo... - Le dije suavemente y con seriedad.

No era muy común que habláramos de esa manera, siempre y todo eran juegos, aunque el tema tuviera que ser bastante serio.

Pero quería sentir que él iba a reaccionar de una manera diferente, no la normal. Quería que él entendiera qué pasaba, no solamente lo poco que su pobre cerebro pudiese procesar con rapidez.

- ¿Sabes dónde está tu hermana?-Pregunté
- ¿No lo sabrás tú? - Dijo, en tono acusador. Tal vez porque sabía que ella y yo traíamos onda.
- No me refiero a eso, idiota. Dime, ¿Sabes o no?

Él por un momento se quedó pensando. Probablemente pensaba en que se había ido hace horas y le parecía raro que yo estuviera presente.

- Ella de fué hace horas, y me parece raro que estés aquí...

(Como lo pensé)

- ¿Sabes eso de la nueva enfermedad?
- Sí.
- Ella...

Está muerta, no puede ser

...murió.

El silencio reinó en la habitación.
Tal vez fué el impacto de las palabras o porque fuí bastante directo; o puede ser, que me esté tomando a loco.
Tenía esperanza, de alguna manera, que me tomara a loco.

- Men, déjate de tonterías, ya tengo suficiente con los gritos de dolor y desprecio que pega mi abuela, tía y madre como para que me metas más preocupación porque no llega eso jodida mujer... - Se le veía burlón, aunque asustado por dentro.
- Es verdad... Y yo... No pude hacer nada...

Ambos queríamos llorar.
Lo que sucedió no había sucedido más que una vez, y pasó porque fué cumpleaños mío y su madre le estaba obligando a abrazarme. Pero ahora surgió tan naturalmente que, al darnos cuenta después de derramar una o dos lágrimas, asqueados, nos separamos rápidamente.

- ¿Dónde... Está...? - Preguntó Cristopher.
- Escucha, no estoy seguro, pero... La ví en mi casa, dentro... Seguramente mi madre le abrió, y ella ya estaba infectada...
- ¡Mierda!

Mi pobre amigo comenzó a temblar.

- Compartía con ella todo, era mi hermana, era mi amiga, a pesar de todo... Joder, era joven...
- Oye, tranquilo... Vamos, enfrentemos esto, ¿Está bien?

Él se quedó en un silencio bastante inquieto y profundo.

- No, no, no quiero, no, por favor, no me lleves, no lo voy a soportar, no... - Comenzaba a ponerse histérico.
- Hey, ¡Cálmate!

Prontamente se escuchó un pequeño estremecimiento en otra habitación.

- Mi abuela...

Nos vimos por un momento a los rostros y nos levantamos corriendo a ver las otras habitaciones, pero parecía que no había nada fuera de lo común

Nos quedamos como espectadores viendo todo el lugar...
Había una TV de caja, sobre una mesa de madera café - naranja, enfrente de la cama.

La puerta de madera café estaba abierta, ya que entramos.

- Abuela, ¿Todo bien?

No hubo respuesta.
Dentro de la cama, estaba su abuela, o más bien, un bulto tapado por muchas sábanas.

- ¿Abuela...?

Un sonido extraño comenzó a percibirse, y nos alertamos.

(Conozco ese sonido...)

La sábana comenzó a tener un bulto cada vez más grande...

- No, no... Cristopher, ¡Corre!

Me volteó a ver, y al regresar la mirada, vimos unos ojos super dilatados debajo la sábana.

- ¡CORRE, MIERDA!

Nuestros pies fueron lo más rápidos que pudieron, y salimos de la casa, mientras escuchábamos un sonido terrible de pasos extraños acelerados.

Cerramos la entrada, y nos apoyamos ambos en ella, respirando rápidamente...

PANDEMIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora