Capitulo 12

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Narra Nerea
Empieza la clase y cada dos minutos estaba revisando el móvil para ver si Omar me había mandado algún mensaje. De repente noto como la pantalla de mi iPhone se ilumina sola. Me había llegado un mensaje. Era de Omar.

Smokepurpp💖:
Pequeña, he llamado a la policía porque cuando he llegado al callejón no había nada.
Había un charco bastante grande de sangre...

Nerea:
Vale...
¿Y él?
¿Sabes dónde está?

Smokepurpp💖:
Sí.
No te asustes.
Está en el hospital.
Ahora iré a verle.
Cuando salgas vente al hospital que hay al lado del parque del Sol.

Nerea:
¿Como que en el hospital?
Joder. Cuando salga voy para allí.

Smokepurpp💖:
Vale pequeña.
Yo estoy llegando ahora te digo cosas.

Nerea:
Vale...

Pasa lo que quedaba de clase y seguía sin recibir ningún mensaje de Omar. Cuando toca el timbre rápido me dirigo hacia la salida y me cruzo con Cati y X.

—Mi niña, ¿cómo estás?—dice Cati mientras me da dos besos.

—Hola nena, bien.—le sonrío.

—¿Sabes algo?—me pregunta X.

—Me voy al hospital.

—¿Que hablas?

— Sí. Le pegaron una paliza.

—¿Y sabes quien es?

—¿Y quien va a ser, tía?

—No puede ser.

—Te dije que tenía miedo. Mira lo que ha pasado al final.

—¿Que está pasando?¿De quien habláis?—pregunta X.

—Mi ex. Bueno, me tengo que ir. Lo siento.

—Tranquila, háblame esta tarde. O si eso vamos al hospital.

—Vale, gracias.—me alejo mandándoles besos con la mano.

—Dinos cosas, te queremos.—dice Cati repitiendo el mismo gesto que había hecho yo.

Le sonrío y salgo del instituto. Me pongo los cascos y meto la mano en el bolsillo pequeño de la mochila y saco un paquete de Marlboro y un clipper. Saco un cigarro y me lo pongo en los labios, lo enciendo y le doy la primera calada.

Lo había dejado hace tiempo, pero siempre llevaba un paquete con unos cuantos por si acaso. Y la verdad, era un buen momento para fumarme uno, o dos, o cinco si hacía falta.

El camino desde el instituto hasta el hospital fue de 10 minutos. Al llegar al hospital tiro al suelo la segunda colilla y saco el móvil. Marco el número de Omar y pulso el botón verde.

—¿Si?

—Omar, soy yo. Estoy en la puerta.¿Donde tengo que ir?

—Hola pequeña. Mira, entras y a la izquierda subes por el ascensor hasta la segunda planta y sigues el pasillo de la derecha y vas hasta la habitación 287.

—Vale, gracias. Ahora nos vemos.

Sigo sus indicaciones. Me meto en el ascensor y pulso el botón con el número "2". El ascensor comienza a subir y se para en el primer piso para recoger a una pareja de ancianos. Les miro sonriendo y en la siguiente planta en cuanto se abren las puertas salgo rápido hacia el pasillo de la derecha. Voy hasta la habitación que me había dicho y aún temblando consigo tocar flojito a la puerta. La abro poco a poco.

Veo como Omar se gira a verme, sonriendo. Paso cerrando la puerta y miro a la cama que había. Ahí estaba él. Con un ojo morado, una brecha con puntos en la cabeza cerca de la frente y algo paliducho. Estaba durmiendo, tenía una leve sonrisa en la cara.

Se me aguan los ojos y me acerco a Omar. Este me pasa la mano por encima de los hombros y me da un beso en la cabeza.

—¿Ves? Esta bien.

—Bueno, bien bien.

—No te preocupes, le han tenido que poner un calmante por que estaba muy nervioso. No ha dejado de preguntarme por ti. El médico me ha dicho que aparte de los golpes en la cara le rompieron dos costillas, y tiene un esguince en la mano izquierda.

—¿Cuando se va a despertar?

—No tardará mucho. Si no te importa que vaya a tomar el aire.¿Te quedas tú con él no?

—Sí, sí. Tranquilo.

Le sonrío y me siento en una pequeña butaca que había al lado de la cama y le cogí de la mano. Veo como Omar sale de la habitación y desaparece por el pasillo.
Pasa una hora y veo como Gazzy empieza a moverse levemente.
Abre los ojos poco a poco.

—Bebé...

—Mi niña...—susurra.

—¿Como estás?

—Bien, me duele un poco.

Se me habían aguado los ojos. Él estaba así por mi culpa, y eso me estaba matando.

—Te echaba de menos.—digo sin mirarle y jugando con su mano.

—Y yo a ti. Lo siento por haber dejado que la gente entrara a mi casa.

—No te preocupes.

Le miro sonriendo aun con lágrimas en los ojos.

—Te veo cansada.

—No he podido dormir.

Me acerco un poco a él y me sonríe.

—Creo que me debes bastantes besos.

Me río y me acerco poco a poco. Junto sus labios con los míos hasta que se escucha que alguien tose para llamarnos la atención. Me separo y miro a la enfermera que había parada en la puerta. Era joven y bastante mona. Se había desabrochado un botón de más de su uniforme. Me mira con asco y se acerca a Gazzy.

—Vengo a llevarte a hacerte una radiografía.¿Puedes incorporarte cariño?

Gazzy asiente a la vez que con esfuerzos se levanta y queda sentado. La enfermera me vuelve a mirar con asco.

—¿Puede acompañarme?—dice Gazzy refiriéndose a mi.

—No, será mejor que se quede aquí.

Le vuelvo a mirar con más asco que antes y cogo el paquete de tabaco de la mochila y salgo a un pequeño balcón que tenía la habitación. Dejo la puerta abierta para escuchar lo que decían, me enciendo el cigarro, me apoyo en la barandilla y cierro los ojos mientras expulso el humo.

—Bueno voy a por una silla de ruedas y vengo a por ti, no te muevas mucho cielo.

Zorra.
Necesitaba relajarme.

Anxiety.[Lil Pump]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora