Capítulo 2.- Desátame

390 67 16
                                    

Era de noche afuera, una brillante luna menguante iluminaba el cielo azul oscuro, una noche romántica, tal vez tierna para algunos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era de noche afuera, una brillante luna menguante iluminaba el cielo azul oscuro, una noche romántica, tal vez tierna para algunos... Pero para otros, NO.

—Le vuelves a tocar un pelo de su cabeza, te le acercas de nuevo a menos de 10 metros, ¡Y te corto los testículos!- Anya golpeó con su pequeño puño la cabeza de Bart, aprovechando que lo tenía boca abajo en el suelo, su cabeza de por sí tenía una herida sangrante, pero a ella no le importó —¡¿Entendiste animal?!- lo golpeó de nuevo.

—¡Sí!- gritó Bart todavía con mirada llorosa, picaba su cara, pues Anya le había rociado un poco de gas con picante en ambos ojos y luego había impactado un cenicero en su cráneo para lograr derribarlo
—¡Ya suéltame perra!- bramó el hombre. A sus treinta años de edad, nadie le había humillado de esta manera
—¡Quítate de encima de mí!

Una perversa sonrisa se formó en el rostro de Anya y preguntó inclinándose a su oído
—¿Cómo me llamaste?

—Perra.

—Tú te lo buscaste- Anya lo soltó y se puso de pie, tomó el celular de él, deslizó sus dedos por la pantalla. Le tomó una fotografía a Bart que a penas y comenzó a sentarse aturdido y preocupado por la hemorragia en su cabeza.

—¿Qué carajo haces con mi teléfono?- Bart quiso ponerse de pie, pero un mareo lo hizo tardar y tener que sostenerse de un pequeño mueble de madera a su alcance.

—Te muestro lo que una perra es- ella sonrió con malicia y mordió su labio inferior disfrutando lo que estaba haciendo, adjuntó la fotografía a un mensaje de texto y le dio "Enviar" a un número registrado como "Mi amor".

Bart ahora ya estaba de pie y empezó a caminar hacia ella.

Antes que la alcanzara, Anya presionó la opción "Audio" y empezó a grabar un mensaje de voz para que fuera enviado con la fotografía —Aquí tu marido Bart es un violador y un desgraciado. He llamado a la policía para que venga por él. Estamos en el hotel Chocolate, el muy infeliz me contrató para una sesión de sexo y ahora no quiere pagarme, aparte que no usó condón, ahí lo vas a encontrar con los policías, pobrecita de ti, que duermes con esta basura en tu cama- la sonrisa de Anya era amplia por lo que acababa de hacer. Bart llegó hasta ella y le arrebató el teléfono; ya tarde, la fotografía y el audio habían sido enviados.

—¡¿Cómo te atreves?!- Bart estaba furioso, ya ni le importaba el dolor de su cabeza sangrante
—¡Te voy a...!

El hombre era más alto y robusto que ella, una chica de estatura normal para sus 21 años de edad, cabello y ojos negros. Él alzó su mano en un puño para golpearla y ella corrió hacia una esquina y tomó un pequeño florero en sus manos decidida a usarlo como un arma.

Antes de que Bart llegara a Anya, su celular empezó a sonar. Era una llamada de "Mi amor"

Entre maldiciones Bart respondió la llamada y aunque no se distinguía lo que le decían, se escuchaban gritos de una mujer histérica del otro lado de la línea.

El hombre abrochó su pantalón mientras incómodo y molesto respondía la llamada, se puso sus zapatos y dándole una última mirada a aquella chica agresiva apretó con fuerza el teléfono en su mano.

Ella chupó dos de sus dedos y al sacarlos de su boca, le mostró su dedo corazón en una seña obscena burlándose de él.

Bart salió de allí azotando la puerta mientras trataba de calmar a la mujer que le gritaba por teléfono.

Anya suspiró cuando se fue Bart y volvió a colocar el florero en su lugar —Eso sí que estuvo cerca- dijo con alivio.

La chica caminó hacia la cama de aquel lujoso hotel —Ya puedes reaccionar- sonrió acercándose a su amigo.

—¡No puedo creer lo que hiciste Anya!- Su amigo estaba pálido como una hoja de papel
—Pudo golpearte ese idiota desgraciado, ¡Estás loca!- gritó el chico, de la misma edad que ella. Él era chaparrito, de piel pálida, cabello castaño y ojos color café claro —¡Te dije que hablaras a la policía, no que formularas un plan suicida!

Ella bufó y se cruzó de brazos
—¡Por favor Luigi!, ¿Cuándo ha hecho la policía algo bueno por nosotros?

—Nunca.

—Exactamente.

—Yo estaba bien de todas formas- mintió el pequeño castaño.

—Tienes un ojo hinchado que mañana estará morado- negó Anya con la cabeza.

—Podía usar maquillaje para cubrirlo- espetó él.

—Tienes el labio roto, está sangrando- Anya señaló la boca de él.

Los colores rojo y rosa cubrieron el rostro angelical de Luigi
—¡Aun así yo podría haberme defendido!

Ella comenzó a reír —Luigi, corazón de bombón, tus dos manos están atadas a la cama.

—¡Yaaaaaa!- gritó Luigi
—¡Desátame, desátame que Bart me secuestró, me trajo a la fuerza y para que yo no escapara apretó mucho la cuerda y ya no siento mis dedos!

La chica se acercó a él y comenzó a desamarrar las manos de su amigo.

Una vez libre, Luigi abrazó a su amiga y se puso a llorar en sus brazos —Gracias por venir por mí, si no hubieras llegado no sé lo que ese depravado me hubiera hecho. ¡Eres mi mejor amiga Anya!- sollozó —Eres la mejor del mundo, te juro de verdad que eres la mejor.

Anya no era muy buena consolando gente, dio toscas palmadas a la espalda de su amigo —Yaaa, yaaaa, no llores bebé, te quiero pequeño pingüino.

Luigi hizo un puchero —¡No me digas pingüino!, sabes que no me gusta y tampoco me digas pequeño eso me gusta aún menos. Tenemos la misma edad.

—Eres pequeño de tamaño y eres muy lindo para tener 21 te ves mucho menor, deberías considerarlo un alago- Anya puso los ojos en blanco —Deja de llorar pues o te haré un baile sexy- bromeó ella —Te haré excitarte con el contoneo de mis curveadas caderas.

—¡Qué asco!- rió Luigi
—Si haces eso te vomito encima.

Ambos empezaron a reír y se pusieron de pie —Anya, sácame de aquí por favor.

—Estás de suerte. Seré tu guía turística. Te haré descuento por ser VIP.

 Te haré descuento por ser VIP

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A La Novia Me Robaré Y Al Novio TambiénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora