Capítulo 27.- La boda de Dafne

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—¡Aléjate Rafael, solo aléjate! ¡Me ahogas!- la rubia alzó la voz —No se supone que el novio vea a la novia antes de la boda

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—¡Aléjate Rafael, solo aléjate! ¡Me ahogas!- la rubia alzó la voz —No se supone que el novio vea a la novia antes de la boda.

El hombre la apretó entre sus brazos —Pero más tarde tienes que besarme enfrente de todos, se supone que estamos enamorados- la besó a la fuerza. Dafne lo mordió para soltarse.

—¡Estás arrugando el vestido!- gritó empujándolo lejos
—¡Suéltame!

—¡Vas a ser mi mujer, he sido muy paciente contigo!- gritó Rafael.

A ella se le escurrió una lágrima
—Si me haces llorar se va a escurrir el maquillaje y todos se van a dar cuenta que no quiero casarme contigo.

El joven la tomó con excesiva fuerza por la muñeca, le hacía daño
—Escúchame bien Dafne, me importa un carajo todo esto, si yo quiero te dejo plantada en el altar a ver qué haces con la histérica de tu madre.

—¡Suéltame, me lastimas!- se quejó la rubia.

Rafael la soltó solo para apretujarla entre sus brazos de nuevo, con una mano en la cintura de la chica la pegó hacia él y con su otra mano la tomó por el rostro, obligándola a mirarlo, apretando su barbilla
—Es tu última oportunidad para pensarlo Dafne, si llegas al altar y firmas nuestro matrimonio, vas a cumplirme como mi mujer esta noche. Vas a ser mía aunque no quieras, me importa un carajo que este matrimonio sea una farsa, pero tú me vas a cumplir esta noche como mi mujer.

—Te odio- respondió la chica con sus ojos empañados por el llanto a penas contenido.

—Eso no me importa- Rafael la empujó lejos y Dafne cayó sentada en el colchón de su cama.

—¿Dafne estás lista?- entró Rita a la habitación y notó que algo no iba bien.

—Claro que está lista- respondió Rafael, caminó hasta Dafne y le dio un beso en la cabeza.

—Eres un desgraciado- dijo ella con todo el coraje que pudo reunir.

El hombre sonrió y dijo a Rita
—Solo está algo nerviosa, me imagino que así se sienten todas las novias.

Rafael tomó la mano de Rita y depositó allí un beso —Con su permiso suegra, le veo a usted y a mi hermosa novia en el altar- se despidió y salió de la habitación.

—¡Qué encantador muchacho!- Rita caminó hacia su hija y dio un retoque a su peinado
—Tranquila mi niña, Rafael tiene razón, todas las novias se ponen nerviosas.

Por el espejo del tocador de Dafne, su madre pudo ver tristeza, la chica no quería casarse, de seguro estaba por decírselo, así que decidió seguir hablando para no darle la oportunidad de expresarse
—Tu abuelo estaría tan contento de verte ahora...

Dafne suspiró con melancolía, su madre hacía quien sabe qué cosa con su cabello.

—Él estará muy orgulloso de que cumplas su última voluntad. Eras su nieta favorita ¿Sabías?- Rita movía sus dedos entre el cabello de su hija, haciendo que el peinado se viera más esponjoso, Dafne tenía que verse perfecta, todas sus amigas estaban en la terraza de su casa, esperando una gran boda
—Tu abuelo quería verte vestida de blanco, por eso solo a tí te dejó esta herencia, él sabía que serías la novia más bella.

A La Novia Me Robaré Y Al Novio TambiénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora