Dafne llegó antes de la hora acordada, subió a planta alta, donde había acordado verse con Luigi. Habían pocas personas y se miraba agradable.
Media hora después comenzó a sentirse incómoda, parejas bailaban juntas, otras caminaban de la mano, otras platicaban juntos y ella sola como siempre.
Cerca de ella, miró a un par de chicas risueñas, reían y por debajo de la mesa entrelazaron sus dedos y estaban tomadas de la mano. Fue tan tierno, que Dafne no sabía si llorar de ternura o de envidia, enamorarse no era algo que le sucediera amenudo, y aunque le sucediera, no existía ser humano en la tierra que pudiese soportar a su madre.
Además iba a casarse. Rayos, qué asco puede ser la vida a veces.
Miró su reloj de mano, su hermano no llegó a la cita, eso la entristeció mucho más —¿Desea ordenar algo?- Preguntó un mesero.
Dafne miró a su alrededor y dudó un momento —Sí- respondió finalmente —Quiero uno de esos.
La rubia no sabía de bebidas alcohólicas, pero una pareja estaba tomando algo de color blanco espumoso y ella quiso probarlo.
—Excelente, en un momento se lo traigo- el joven cumplió y con rapidez ya estaba de vuelta.
Dafne comenzó a tomar y la terminó en menos de cinco minutos, habló al mesero y ahora pidió una cerveza.
La cabeza le comenzó a dar vueltas, pero por alguna razón extraña, ya no se sentía triste, ahora solo quería reír por nada y ahi solita comenzó a bailar mientras tomaba.
Anya y Luigi estaban en una de las mesas del antro Rixton, luces de neón lo adornaban y la música era romántica y suave. Ninguno de ellos estaba tomando nada, solo veían a todos lados si llegaba Dafne.
Sin embargo, quien llegó y se detuvo a hablar con ellos fue Gail
—Hola, buenas noches- saludó.—Eran buenas, hasta que llegaste- respondió Anya cruzándose de brazos.
—Es una forma hostil de recibirme, teniendo en cuenta que tienes mi coche y yo he tenido que llegar en autobús.
Ella sonrió, sacó las llaves de su pantalón de mezclilla color azul oscuro y se las arrojó contra el pecho a Gail al mismo tiempo que se ponía de pie —Por mí, te puedes ir a la mierda con todo y tu coche.
El hombre la miró con sorpresa ya que ella nunca le había tratado tan mal. Sin embargo ella no le permitió hablar, solo miró a Luigi y le dijo —Esperaré a tu hermana en la barra, no soporto visitas desagradables y tú tampoco deberías de hacerlo.
—Esta bien Any, te entiendo- Luigi se sentía muy incómodo con esta situación.
Gail se sintió ofendido —Que quiera mantener mi vida privada no es motivo para que me faltes al respeto Anya.
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A La Novia Me Robaré Y Al Novio También
Romance¿Y si el amor de tu vida se va a casar con el peor error de su vida?... Dafne sigue las intrucciones de su madre para ser una buena esposa aunque ella no sienta amor por aquel hombre.. Luigi tiene una relación seria con Gail, pero su amor no le es...