Capítulo 7.- Interrogatorio

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Llegaron a una cafetería modesta, era un lugar especial para Anya, hacía muchos años solía llegar allí por un café cuando quería distraerse y pensar sobre su vida

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Llegaron a una cafetería modesta, era un lugar especial para Anya, hacía muchos años solía llegar allí por un café cuando quería distraerse y pensar sobre su vida. Era un lugar modesto pero agradable. Había un par árboles que lo decoraban de forma natural y no transitaba mucha gente por allí.

Dafne bajó después de Anya y en silencio la siguió hasta una de las mesas desocupadas; la pelinegra movió una de las sillas ofreciendo así, un asiento a la rubia.

Con algo de dudas, Dafne tomó el asiento y Anya tomó la silla del frente para ser el centro de atención de la otra —Yo solía vivir aquí hace unos cuatro años- comentó la pelinegra —Este era mi lugar favorito para pasar el rato. Es un lugar muy tranquilo.

—¿Viviste aquí?- preguntó Dafne algo curiosa, pero con voz tímida y pequeña.

—Si. Pero tuve que irme- respondió Anya e hizo señas a un mesero que de inmediato llegó y ambas chicas ordenaron un café.

Rato después, Dafne se miraba más contenta tomando su café frío
—Me alegra que te relajes, hermana de Luigi.

—Ya te dije que me llamo Dafne, odio que me digas así. Es muy molesto.

Anya rió —Todo lo contrario, me parece muy divertido.

Dafne hizo una tierna mueca indicando su disgusto, era una chica de facciones muy tiernas e inocentes, Anya no podía quitar sus ojos de la pequeña rubia.

—Dafne...- la habló la pelinegra calmando su risa y mirándola con seriedad —Necesito saber porqué vas a casarte con ese hombre.

La rubia se entristeció y bajó su mirada —No puedo decirte, es secreto.

—Rubia, mírame- Anya usó su voz mandona; Dafne obedeció.

—Tu hermano me envió a hablar contigo por un motivo, y no pienso irme de aquí hasta que me des una buena respuesta.

La rubia se puso de pie, enojada y con las mejillas un poco coloradas por el coraje
—¡Luigi no tenía que enviarte a arruinarme la vida!- alzó la voz exaltada —Y no voy a decirle mis secretos a una total desconocida.

El arrebato de la más pequeña, solo hizo que la curiosidad de Anya creciera; se puso de pie de la forma más tranquila, depositó un par de billetes en la mesa, para pagar lo que habían consumido y se acercó a pasos firmes hasta la otra, invadiendo su espacio personal. Pasó la mano por la nuca de Dafne para evitar que se alejara más, sus dedos acariciando sutilmente aquella ondulada y perfecta cabellera rubia —Hermana de Luigi...- comenzó a hablar con voz baja, disfrutando el ver como la ira de la otra chica cambiaba radicalmente al pánico, en extremo preocupada por si alguna mirada se centraba en ellas y aún así, no huía de su presencia —Cuando te digo que no me iré sin la respuesta, no es amenaza, es un hecho- Anya mordió su labio seductoramente, gesto que solo aumentó el pánico en la otra chica, pues a la vez que se notaba temerosa de las miradas desaprobatorias de algunos otros clientes, miraba a la misteriosa Anya con curiosidad y cierto deseo disfrazado de enojo.

A La Novia Me Robaré Y Al Novio TambiénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora