Capítulo 14.- Un momento más contigo

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—Gail yo

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—Gail yo...

Pero Gail no esperó respuesta, irradiando odio los separó tomando bruscamente a Philip por la camisa —¿Quieres pasarte de listo conmigo imbécil?- luego lo empujó sin soltarlo contra la pared —Luigi es mío.

El más pequeño nunca había visto a su prometido celoso, le asustó verlo tan agresivo y amenazante
—¡Gail suéltalo!- Luigi corrió a tirar del brazo del mayor.

Pero la ira de Gail era muy grande, no controló su fuerza y movió su brazo con brusquedad, tirando a Luigi al suelo, incluso golpeó su hombro con una silla al caer.  Todo se congeló por esos segundos, donde el tierno rostro de Luigi se descompuso en una profunda tristeza y sus ojos se tornaron húmedos.

Al darse cuenta de lo que había hecho, Gail soltó a Philip y quiso acercarse al pequeño, pero al ver ese movimiento, Luigi giró sobre sí mismo y salió corriendo entre la gente, alejándose de aquellos dos.

—¡Luigi!- el primero en reaccionar y correr detrás de él fue Philip y pisándole los talones, les seguía Gail.






—¿Qué hacemos aquí afuera?- Dafne descubrió que en los labios de Anya estaba la libertad que tanto buscaba y se sintió dichosa, no quería parar de besarla y ahora, la pequeña rubia irradiaba alegría entre su borrachera, no importaba lo que fuera a pasar mañana, no importaba que su estado de ánimo fuera a causa del alcohol, solo importaba este momento, tanto ella como Anya estaban riéndose, ambas habían llegado al estacionamiento y se detuvieron junto al automóvil de Gail.

—Venganza, eso hacemos- fue la respuesta de Anya —Venganza es lo único que hará esta noche perfecta, ¡no recuerdo la última vez que me divertí tanto!

La pelinegra se inclinó y de su bota tipo militar, sacó una pequeña navaja, la colocó en el cofre del auto y comenzó a caminar a su alrededor, dejando una marca profunda en la pintura del mismo mientras reía.

La rubia tapó su boca para bajar el sonido de sus grititos y sus risas
—¡Anya esto es malo muy malo!

Deteniéndose, Anya se encogió de hombros —Este automóvil es del tipo que hace sufrir a tu hermano.

Dafne arrugó su nariz y puso una graciosa mueca de enojada
—Ráyalo más, entonces- determinó.

—¿Me ayudas?- Anya le ofreció su navaja y le guiñó un ojo.

Sin responder, Dafne tomó aquel objeto e imitó lo que Anya había hecho del otro lado y así el automóvil quedó con una fea y profunda raya de lado y lado.

—¿Dafne?- limpiándose las lágrimas, apareció Luigi.

—¡Nito!- la rubia devolvió el objeto a Anya y corrió hasta chocar con su hermano; lo estrujó en un fuerte abrazo que amenazaba con asfixiarlo.

Pero Anya notó inmediatamente que había llorado —¿Qué te hizo el tipo ese?

—Nada, no te preocupes- respondió Luigi mientras abrazaba con ternura a su hermana.

A La Novia Me Robaré Y Al Novio TambiénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora