Capitulo 11

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KAROL.

-¡Yo no hice nada mamá! -me dijo mi hijo una vez que entramos a la casa.

-Algo tuviste que hacer para que tu maestra nos haya citado a mi y a tu papa.

-¡No hice nada!, ella solo se molesta porque hablo en clase.

-Es que no puedes hablar en clase Matteo-le dije mirandolo mal.

-¡No! ¡Ella no tiene que dar clases cuando yo estoy hablando!

-Bajale al ego Matteo, tu papa te va a regañar ahora que llegues.

-Pero mama...

-¡Pero nada! Y ahora que llegues te mes vas derechito a tu habitacion y no me sales en todo el dia hasta la cena y espero que a esa hora ya este toda tu tarea hecha y nada de ir a la disquera en una semana si sigues asi.

-Se que me mi papa no va a permitir eso-me dijo cruzando sus brazos, Dios porque tenia que retarme igual que Ruggero.

¿-A no? Quieres que lo llame y lo averiguamos.

-¡Mi papa nunca me quitaria la disquera!-Dijo sentándose de mala gana en el mueble.

-Esperame aqui y lo averiguamos.

Subi de rapidez buscando a Ruggero o más bien a desatarlo, abri la puerta con cuidado y escuché su suspiro.

-¡Joder por fin!, ¡ven acá y desatame mujer!

-Lo hare pero para que me ayudes con algo-Le dije con el ceño fruncido y él pudo notar mi preocupación.

-¿Que paso?

-Tu hijo me tiene al borde de la locura-Dije abriendo las esposas.

-¿Qué hizo ahora?

-Nos citaron en el colegio porque anda conteston y retando a las profesoras.

-¿Ya lo regañaste?-me dijo mientras se ponía una pantaloneta.

-Si y le dije que le quitaria la disquera por una semana-Camine hacia la puerta y el me jalo.

-¿La disquera?, le quitaras la disquera-me dijo sorprendido.

-Amor apoyame en esto ok, si no quieres tener a uno hijo mimado que creer que es el rey del mundo paremos desde ahora antes que sea peor.

-Esta bien-Camino delante de mi-Pero solo porque el rey del mundo soy yo-Dijo caminado con la frente en alto haciendome reir-No te rías que es verdad.

-Si claro-Lo abrace por detras antes de bajar las escaleras-Tu eres mi rey mi único rey.

-Eso espero mi reina-me dio un último beso y bajamos los dos juntos al living donde se encontraba Matteo con los bracitos cruzados-¿Entonces qué hiciste?

-Nada-Le dijo de mala gana.

-¿Matteo Pasquarelli que hiciste?-Le volvió a repetir Ruggero con ese carácter con que el solo le sabe hablar.

-Estaba hablando en clase.

-¿Que más?

-Le conteste a una maestra.

-¿Que más?

-Nada más.

-Si, hiciste algo mas.

-No se que te habrá dicho ella-dijo señalándome a mí-Pero no he hecho nada.

-Primero ella es tu mama-Le dijo Ruggero serio, es algo raro que ver a Ruggero totalmente serio y autoritario me excite, es que Dios, su voz, su carácter, su facciones pero está regañando a tu hijo por Dios Karol!-Segundo, si has hecho algo más

-¿Que?

-Le has contestado a tu mama, a la personas que menos le debes contestar y le debes tener total respeto es a ella me oíste.

-Sí-dijo en un susurro.

-¡¿Sí que?!

-Si señor.

-Tu mama me ha dicho que te quito la disquera por una semana.

-Si, pero tu no dejaras que eso pase verdad papi-Le dijo casi rogando.

-No claro que no-Le dijo Ruggero sonriendole y Matteo le sonrio igual-Yo te la quitare por dos semanas-dijo borrando la sonrisa de la boca a los dos-En tu vida le vuelvas a hablar asi a tu mama y menos la trates de ella, ahora pidele perdon-Matteo me miro a mi con esa carita de niño regañado, ahora me da cosita con mi niño.

-Perdon mami.

-Es por tu bien mi niño-le dije abrazandolo-¿Despues hablaremos bien si?

-Esta bien.

-Ahora a tu habitación Matteo-Le exigió Ruggero.

-Pero papá...

-¡Nada!, te me vas ahora mismo para tu habitación-Y sin refunfuñar ni mostrar una sola mala cara lo obedecio, Ruggero me miró una vez que sentimos la puerta de la habitación cerrarse a lo lejos-¿Y mi hija?

-Está en su curso de danza tenemos que irla a buscar en dos horas-Le dije sonriéndole, si el supiera lo excitada que estoy en estos momentos.

-¿Porque sonríes?

-Es que me paso algo raro.

-¿Asi?-Me dijo sonriendo y yo asenti-¿Que raro te paso?

-Me acaba de excitar tu regaño contra Matteo-La sonrisa de él se abrió mas.

-Eso no es raro.

-Claro que si.

-No, no te excita los regaños, te excita mi caracter-Alzo una ceja acercandose a mi, Dios con esa pantaloneta se le podia notar claramente que Picky no estaba tan tranquilo como pensé-Y hablando de excitación, me debes una.

-Porque si no te he hecho nada malo-Le hable con total inocencia.

-¿A no?

-No-Le sonrei rodeando mis manos en su cuello, puso sus manos en mi cintura pegándome más a el.

-Voy a tener que castigarte a ti también, de hecho tu trasero tiene rato que no recibe un buen castigo mío.

-No Ruggero, no.

-¿No que?, acaso tu mandas en esta relación.

-De hecho si-Hable confiada.

-Hay mi niña-me habló con incredulidad-Ahora voy a ir a la cocina a tomarme un vaso con agua y quiero que cuando regrese a la habitacion te encuentre desnudita totalmente dispuesta para mi.

-Siempre lo estoy señor Pasquarelli.

-Me alegra señora Pasquarelli-Se alejo de mi-Ahora vaya la quiero lista.

-Como usted diga señor Pasquarelli.

-¡Te amo!-Me dijo dándome una nalgada antes de irse para la cocina.

Suspiré sonriendo pensando en lo que me espera.

ᴛᴜʏᴀ #4 (ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora