Capítulo 10: Acorralado.

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CAPÍTULO 10

Acorralado.



Hal negó con la cabeza ante el pedido de Batman. No abriría las puertas. Quería a Superman allí encerrado en la sala de reuniones y no habría nada que le hiciera cambiar de parecer. Tenía asuntos que atender con él y no iba a esperar más.

Ya había tolerado demasiado.

—Me contuve la última vez, Bruce. Esta vez ya no. —La energía de su anillo resplandeció con fuerza, iluminando toda la habitación y fue directamente hacia Superman para asestarle un potente golpe al rostro, uno que hizo que Clark retrocediera unos cuantos metros hacia atrás.

El Kryptoniano se incorporó, era hora que humillara al Linterna para invitarlo a salir corriendo. Se movió a una gran velocidad y le propinó un gancho en medio del estómago que lo sacó de su eje y lo hizo golpearse contra la puerta dejándolo un poco ahogado. Hal se sostuvo el vientre con fuerza mientras aspiraba profundas bocanadas con la boca abierta para recuperar el oxígeno que había perdido.

—Solo estoy devolviendo los golpes, B. No tengo intenciones de pelear. —Levantó sus manos en señal pacífica.

—¿No tienes intenciones de pelear? —Bruce estaba más que indignado—. ¡Pues no lo parece, Clark! —gritó. Se interpuso entre el Linterna y el kryptoniano—. Últimamente no pareces tú mismo. ¡Tú no eres así! Hace semanas que faltas a tu trabajo en el Planet, hiciste explotar el volcán y le echaste la culpa a Hal. ¡Hasta quemaste su casa! —Ahora respiraba con dificultad, estaba realmente alterado. Bruce había perdido el sentido común. Ver a Jordan intentando recuperarse de aquel golpe atestado por el que consideraba su mejor amigo, había sido demasiado—. ¿Qué es lo que te pasa, Clark? ¿Quién te está haciendo esto? —Bruce seguía sin quererse creer que Kal-El actuara por voluntad propia. Se resistía a la simple idea de tan siquiera pensarlo.

—No sé de qué estás hablando, Bruce. Soy el mismo de siempre. —Caminó hasta su lado y lo miró de reojo, estudiándolo. No era el momento de armar más lío allí. No por ahora—. Y esas acusaciones son muy serias. Tienes que tener suficientes pruebas como para decir algo así con total libertad. —Sonrió de lado y siguió su camino hasta Jordan que ya estaba nuevamente de pie.

El piloto lo miraba con la ira inundándole las entrañas, Clark simplemente le devolvía el gesto desde más arriba con total indiferencia. Con un movimiento de su cabeza le pidió al Linterna que abriera la puerta, y éste bajando los humos, deshizo la traba que tenía la cerradura.

—Éste no es lugar para luchar, Superman. Aquí solo causaríamos daño al satélite. Que dejara de pelear no significa que me haya rendido ni mucho menos que me haya retractado —le dijo llamándole la atención desde el hombro y el reportero volvió a reírse con suficiencia.

—Créete eso, Hal. Créete eso. —Salió por la puerta, campantemente, mientras sus largos pasos hacían ondear la enorme capa roja.

De inmediato, la puerta volvió a cerrarse y el policía espacial cayó rendido de rodillas, sujetándose el abdomen nuevamente por el dolor. Le había realmente maltratado. Si no hubiera sido por el campo protector del anillo, definitivamente ya estaría muerto con ese golpe.

—Así que no estaba equivocado —le habló Hal a Bruce, mirándolo con una expresión llena de dolor—. Entonces, en verdad fue él quien provocó aquella explosión. Ahora todo tiene sentido. —Sonrió y comenzó a reír suavemente para luego mostrarle a Bruce lo que había hecho—. ¿Mi actuación fue buena? —preguntó respirando hondo para soportar el dolor—. Debía ser creíble para poder acercarme sin que sospeche. Aunque en verdad estaba furioso por sus palabras. Pero definitivamente no es él, algo le está haciendo actuar así. —Usó la energía de su anillo y una luz titilando en un holograma esmeralda se hizo presente—. Quizás tú no puedas localizarlo con los satélites, pero yo sí con la energía del anillo. —Le sonrió de lado—. Usé la cabeza como sugeriste, Bruce. Podremos ver por donde se mete. Pero antes que nada... no me vendría mal una siesta.

No te enamores de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora