Capítulo 18: ¿Qué ha hecho esta vez?

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CAPÍTULO 18

¿Qué ha hecho esta vez?


16:00 de la tarde al día siguiente. Mensaje de Bruce a Hal (WhatsApp):

"¿Dónde estás?".

"Hola! Cómo estás Bruce? Que gusto leerte de tan buen humor ¬¬ Estoy en la casa de un amigo que me está dando asilo".

"¿Barry?".

"No. No quería molestarlo más de lo que ya lo hago. Además, su departamento no es tan grande para que estemos los dos, y sé queja que le saqueo la heladera XD Estoy con otro amigo. Todo en orden? Escribías para arreglar vernos?".

"¿Qué amigo? ¿Por qué no te quedaste en el hotel?".

Hal rodó los ojos con frustración, parecía ignorar por completo lo que le escribía y sólo se centraba en lo que tenía interés. De cierta forma le divertía la actitud de Bruce. Cuando algo se escapaba de su control, se volvía notoriamente frustrado.

"Alguien de la fuerza. Y porque me di de baja en cuanto volví de la costa. Dato curioso sin importancia, me pasas el número de tu cuenta bancaria? Solo así, sin que le des muchas vueltas al asunto. Quieres leer un chiste? Me sé algunos muy buenos", era una estúpida idea para intentar desviar su atención. Claramente no funcionó.

"No quiero tu dinero, Hal. Tengo más de lo que puedo gastar".

Y esa era la respuesta que se esperaba. Jordan soltó el celular con cara de pocos amigos, quería de alguna forma devolverle lo que Bruce le había prestado, por mucho que le costara. Aunque había amado el gesto de ayudarlo, todavía le irritaba sentirse en deuda con él. No se trataba sólo de una cuestión económica, sabía que Wayne tenía dinero de sobra, sino que era su propio orgullo al que necesitaba dejar en paz. No le confesaría que sus decisiones se habían basado en un arranque furioso por lo sucedido entre ambos. Con esa idea, se acercó a su amigo que estaba cocinando y miró por arriba de su hombro.

—Huelen deliciosas tus tostadas. ¿Cómo lo haces? —intentó adularlo con sonrisita coqueta. Tenía dobles intenciones y esperaba suavizar el temperamento de Mike.

—No bromees. No es tan difícil, Hal, son solo tostadas. ¡Y no te atrevas! —Supo las intenciones del piloto al verle estirar la mano, no iba a permitir que le robara una antes de que estuvieran listas. Ya tenía el tenedor preparado para golpearlo si intentaba tocarlas—. En un minuto podremos merendar. No seas ansioso.

—Es que tengo hambre —se quejó exageradamente tocándose la barriga—. De todas formas, vine para hacerte una consulta. Necesito un favor. ¿Conoces a alguien que pueda averiguarme algunos datos? Quiero saber algo de alguien, y tiene que ser muy confidencial. —Se recostó sobre la mesada mientras le miraba hacer la tarea.

—Sí, conozco. ¿Qué necesitas saber? ¿En qué lio te has metido ahora? —preguntó alzando una ceja.

—Nada grave, después te digo. Qué ideas tienes de mí. —Volvió al celular para continuar escribiéndole a Bruce con una sonrisa—. Nunca te he dado problemas, ¿no?

Mike puso su mejor cara incrédula—: Eso es una vil mentira. Estuve a cargo de varias de tus extrañas desapariciones. Los hechos hablan por sí solos. —Negó con la cabeza al ver que su amigo le restaba importancia con un gesto de su mano. Luego se sonrió alegre al notarlo más animado, había observado su horrible desazón el día que había tocado a su puerta pidiendo alojamiento.

No te enamores de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora