Capitulo 5

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Cerré los ojos cuando su lengua paso por el costado de mi mandíbula y terminó en mi oreja. Gemí levemente. Bajó su mano por mi cadera hasta el borde de mi camisón. Comenzó a subirlo lentamente. Su mano estaba tan caliente que me estaba quemando. Gruñó en mi oído cuando posé mis manos en la cremallera de sus pantalones.

- Eres juguetona - Dijo mientras seguía mordisqueando entre mi cuello y el lóbulo de mi oreja.

- Solo un poco - Le dije y bajé el cierre de su pantalón. Se alejó un poco para mirarme a los ojos.

Bajo sus manos hasta donde estaban las mías y las cubrió.

- No sabes las ganas que te tengo, pero no puedo hacerlo. - Me dijo y subió el cierre.

- ¿Qué? - Cuestioné incrédula. Apretó los dientes.

- ¡Mierda Caitlin, no digas eso! - Dijo y se alejó un poco más. Lo miré confusa.

- Ya te dije que me vuelve loco tu 'qué' -

- ¿Me estás diciendo que no puedes hacerlo? - Le pregunté. Maldito perro, ¿para qué me tocó entonces?

- Tanto Dios, como yo no podemos tener relaciones carnales - Advirtió. Abrí bastante mi boca.

- ¿Me estás diciendo que nunca tuviste sexo? - Cuestioné sin poder creerlo.

- Hace una eternidad que vivo y... no, nunca lo tuve - Reveló mirándome fijo - Pero no sabes las ganas que tengo de tenerlo ahora.

- Eres el Diablo, ¿No se supone que tú haces lo que quieres? - Dije y volví mi vista al espejo, para terminar de arreglarme.

- No todo es como piensan que es - dijo. Revoleé los ojos y salí del baño. Él caminó tras de mí.

- Quieres dormir, puedes dormir en el sillón. Quieres comer, hay comida en la heladera. Quieres mirar la tele, ahí está el control - Le dije y entré a mi habitación.

Me acosté en mi cama, algo... enojada. No sé porque lo estoy, pero me molestó que haya hecho eso. Si no puede tener sexo, entonces que ni me mire. Es demasiada tentación, para ser virgen. ¿Cómo será tener relaciones sexuales con el Diablo? Y más si él es así de atractivo y poderoso.

Comencé a girar entre mis sabanas, no podía dormir. Me puse de pie y abrí la ventana, para que corriera un poco de viento. Me volví a acostar y cerré mis ojos. ¿Qué es lo que quieres a cambio de tu alma Caitlin? ¿Qué?

De repente sentí algo apoyarse contra mi espalda y una mano caliente se posó en mi vientre. Mi respiración se paralizo. Sentí su piel desnuda apoyarse contra mi cuerpo. Rápidamente me giré, para encontrarlo en mi cama.

- ¿Qué estás haciendo? - Cuestioné. Sonrió divertido.

- Hace frío, preciosa. - Dijo seguro. Mire hacía la ventana y estaba nevando.

- ¿Ahora también puedes controlar el clima? - Pregunté y le miré.

- Correcto - Asintió. Mis pechos se endurecieron al verlo sin camisa frente a mí.

¡Oh, Dios! Este hombre es perfecto. Cada parte de su cuerpo se contorneaba por firmes músculos. Carne fibrosa y dura. Mordí levemente mi labio inferior.

- ¿Puedes salir de mi cama? -Cuestioné cambiando el tema, algo molesta me alejé de él. Rió por lo bajo.

- Ya te lo dije, hace frío y no me gusta - Me dijo, abrazándome por atrás de nuevo.

- Pues, lárgate - Le dije y me alejé de sus fuertes brazos.

- Vamos preciosa, ¿estás enojada? - Me preguntó, mientras pegaba más su cuerpo al mío.

FIRE - Christopher Vélez -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora