Capitulo 23

2K 100 3
                                    

Lo miré con seriedad y luego la miré a ella. Eso no era verdad, él solo estaba jugando conmigo, jugando con mis emociones. Emociones que jamás pensé sentir, no pensé tener...Un hijo. Maldita sea barba, no juegues conmigo.

- ¿Qué? – Murmuré luego de unos segundos.

Él caminó hasta mí y se colocó a mi lado para mirar hacia Caitlin. Giré mi cabeza para observarlo.

- No te estoy mintiendo, si es lo que estás pensando eso. Tú sabes que yo no miento, eso no es de mi agrado – Dijo con toda la serenidad del mundo.

- ¿Qué quieres de ella? – Le pregunté apretando los dientes.

- Caitlin me dió su vida a cambio de tu eternidad, amigo – Sonrió de lado.

Lo miré frunciendo el ceño, sin poder creerlo.

¿Qué mierda era lo que estaba pensando esta chica para hacer una cosa así?

- Ya te lo dije, hermano. La dejas ir o vamos a estar en serios problemas – Le amenacé. Él rió por lo bajo.

- ¿Quieres saber que será tu bebe? – Me preguntó. No dije nada. Sólo me quedé quieto en mi lugar – Va a ser un varón.

- ¡NO JUEGUES MÁS CONMIGO! – Grité.

- Ya te dije que no te estoy mintiendo, Christopher.

- Entonces, déjala – Le dije rápido y quise acercarme de nuevo a ella.

Para mí desgracia, el lame botas de Gabriel se metió en mi camino. Lo miré con furia, pero el maldito albino ni siquiera parpadeó.

- Quítate de mi camino, lame botas – Le exigí.

- No puedes acercarte a ella, Christopher. No puedes tocarla, no puedes hablarle, e intenta no mirarla. – Dijo, logrando que mi odio hacia él creciera aún más.

- Oh Gabriel, no estoy para tus juegos de ángel perfecto – Dije e intenté acercarme de nuevo, pero nuevamente me detuvo.

- Si solo hubieses cumplido tu pacto – Rió el albino – Esta pobre mujer ahora no cargaría en su vientre al hijo del pecado.

- No hables así de mi hijo – Le gruñí cuando escuché las palabras salir de su boca.

- Ya Gabriel, déjalo en paz – Dijo Dios con tono divertido.

- Tú lo quisiste así, barba. Ahora vamos a ver quién es más débil – Dije por última vez y desaparecí.

Comencé a buscar a Jazzy, maldita sea ella tiene toda la culpa.
¿Por qué mierda no me dijo antes lo que él quería?
Ahora mi hijo no tiene derecho a nacer, porque es mi hijo. Eso no es justo y tampoco es justo que dios pueda tener hijos y yo no.

Encontré a mi hermana sentada en una vereda, esperando seguramente lo que sería otra muerte.

- Ahora mismo me das tu agenda – Le ordené

Me miró alzando una ceja.

- ¿Qué? – Preguntó poniéndose de pie.

- Aquí va a correr sangre, Jazzy. Así que prepara una bolsa nueva para las almas que vas a llevarle al todopoderoso.

- Christopher, tú no puedes hacer eso – Negó con el ceño fruncido.

- ¿Ah no? ¿Quién va a impedírmelo? ¿Tú? No lo creo – Dije con más que enojo.

Tomé con algo de furia lo que estaba buscando y sin seguir dando vueltas me desaparecí de allí.

Ellos dormían, siempre lo hacían cuando yo no estaba ahí. Y ellos iban a hacer todo lo que yo tenía pensado que hicieran. Siempre fueron mis compañeros, y ahora sé que de algún modo ellos me quieren.

FIRE - Christopher Vélez -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora