Capitulo 7

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- No, gracias – le dije y entré al baño. 

Suspiré aliviada cuando cerré la puerta. Prendí el agua y esperé que la bañera se llenara. Ya que no tenía que ir a trabajar me daría un merecido baño de inversión. Me quité la ropa, até mi pelo en un rodete y entré al agua caliente. Mi cuerpo se relajó completamente. La espuma parecía entrar en los poros de mi piel. Cerré levemente mis ojos para relajarme por completo. Nada se oía a mí alrededor. Todo era calmado y silencioso. Mis sentidos se agudizaron. Sentí una gran mano pasar con delicadeza por mi nuca. Abrí rápidamente mis ojos y giré para encontrarme con su mirada penetrante.

- ¿Qué haces aquí? – le pregunté nerviosa.

- Déjame ayudarte, preciosa – me dijo con la voz ronca.

Tomó la esponja y comenzó a pasarla por mi hombro. Giré lentamente para que pudiera pasarla bien por mi espalda. Sentía el roce de sus fuertes dedos por mi piel. Era delicado y profesional. Era tan ardiente su contacto.

- Una pregunta... – Dije luego de unos largos minutos.

- La que quieras – Respondió sin dejar de pasar la esponja por mi espalda.

- ¿Puedes besar? – Pregunté. Mi garganta se secó.

- Claro que sí, pero nunca lo he hecho. Es algo que no me gustaría compartir con cualquiera – Aclaró. Sin que me viera sonreí levemente.

Giré y quedamos muy cerca. Yo estaba totalmente desnuda. El agua y la espuma cubrían mi cuerpo. Su mirada se posó en mi boca. Mi respiración se agito un poco. Era tan bello. Nunca había conocido a un hombre tan hermoso como él. Mordí mi boca levemente sin dejar de mirar la suya. Una boca es llamativa. De labios perfectamente masculinos y finos. Parecían suaves y que estaban completamente llenos de deseo. Subí mi mirada a través de la de él. Esa mirada café penetrante que parecía prometer el paraíso mismo.

- ¿No se supone que el Diablo tiene cuernos y una cola larga y roja? – Cuestioné sonriente. Soltó una carcajada, aún cerca de mi rostro.

- Ay preciosa, como me haces reír – Sonó divertido y se puso de pie. Caminó hasta la puerta – Cuando salgas te cuento todo lo que quieras saber. El desayuno está listo.

- De acuerdo – Le dije. Christopher salió y con él se llevó todo el fuego y calor que había allí.

Luego de estar unos cuantos minutos dentro del agua, salí. Entré a mi habitación y me puse algo cómodo. Unos jeans y un top negro. Encima de eso una camisa sin mangas color morada. Salí de la habitación y el olor a medialunas llenó por completo mi cuerpo. Me acerqué a la cocina y la mesada estaba bien puesta. De todo había allí. Tostadas, medialunas, rosquillas, tartas de fruta. Lo miré frunciendo el ceño.

- No hace falta que pregunte como has hecho todo esto, ¿no? – Dije alzando las cejas. Levantó la mirada y sonrió.

- Creo que no preciosa – Me dijo. Me acerqué hasta él y me senté – Lo siento si es mucho, pero me gusta comer bien.

- No, está perfecto – Dije y tomé una tostada. Mi panza se quejó ante tal

- Mejor come una rosquilla, preciosa – Dijo divertido y me la alcanzó. Reí por lo bajo y la tomé.

- ¿Hay café? –Pregunté. Se dio vuelta y tomó un paquete. Starbucks - ¿Fuiste hasta ahí? – Cuestioné tomando el café.

- No, no hizo falta – Dijo sonriente. Negué divertida – Sobre tu pregunta en el baño. No, no tengo cuernos y tampoco tengo una cola larga y roja – Reí con ganas.

- ¿Y qué tienes de especial? – Pregunté y tomé un poco de café.

- Ya lo viste. Un lindo tatuaje en el final de mi espalda – La sangre se concentró en mis mejillas – Eso es el centro de todo mi poder – Dijo serio.

- ¿Por qué nunca has besado a nadie? – Cuestioné frunciendo el ceño.

- Casi siempre los que venden su alma son hombres o en su defecto mujeres, pero de muy avanzada edad.

- Tú no eres muy joven que digamos – Comenté divertida. Él rió por lo bajo.

- Una sola vez una chica de unos 18 años me vendió su alma por ser la modelo más famosa del mundo – Aclaró. Los celos me invadieron.

- ¿Te gustaba? – Pregunté.

- Era linda, muy linda. Pero era demasiado pequeña, no tenía experiencia en la vida y nada de eso. Una adolescente. Me dio pena llevarme su alma luego, pero un trato es un trato – Dijo con los labios fruncidos. Lo miré con odio.

- No contestaste mi pregunta – Le aclaré. Él me miró en silencio – Te gustaba – Afirmé.

- No preciosa, no me gustaba – Dijo haciendo que mis raros celos desaparecieran – Tú me gustas, y mucho.

- ¿Qué quieres hacer hoy? – Le pregunté, algo nerviosa. Cambiando de tema rápidamente.

- Hay muchas cosas que quiero hacer – Admitió. Y creo que entendí a que se refería.

- Que gracioso –Comenté de forma irónica. Rió divertido.

- Y mira esto es muy raro para mí. Por lo general no tengo que esperar mucho tiempo para que me digan que es lo que quieren a cambio de su alma – Lo miré detenidamente. Él solo alzó los hombros.

- Lo siento – Dije algo apenada, bajando mi mirada a la vez.

- No tienes porque, me encanta estar contigo – Volví mi vista nuevamente a él.

Terminamos el desayuno y juntos lavamos las cosas. Me siento muy rara, me siento muy distinta. Ésta ayer no era yo. No sé qué me pasa. No sé qué pasa por mi cabeza. Tengo miedo de algo que nunca sentí en mi corta vida. Algo que no tiene sentido, ni forma para mí.
Algo aturdida salí de la cocina.

- ¿Qué pasa? – Me cuestionó. Esta vez no lo miré.

- Nada – Respondí por lo bajo. Se acercó a mí y maldije eso. Tomó mi rostro con una de sus manos y lo levantó para que lo mirara.

- ¿Quieres que lea en tus pensamientos? – Me preguntó. Me sobresalte.

- No, no – Negué y me aleje de él – Ni se te ocurra hacer eso.

- Entonces dime, ¿Qué te pasa? – Repitió serio. Por primera vez desde que me lo encontré me causo miedo.

- Tengo miedo – Dije mientras trato de inventarme algo.

- ¿Miedo? ¿De mí? – Preguntó. Lo miré fijo. Estábamos, por suerte, bastante alejados.

- No, de mí –Admití. Frunzo el ceño y lo tomo de la mano - ¡Pero no importa! ¿Vamos?

- ¿A dónde? – Cuestionó frunciendo el ceño.

- ¿Has ido alguna vez a una feria? – Pregunté sonriente.

- No, nunca – Admitió. Sonreí levemente.

- Entonces vamos a una – Le dije risueña y tomé mi bolso.


Hello dolls, apenas me aparezco por aquí. Pero ahora vuelvo, tengo unos capítulos que les encantarán un poco mas adelante.

Espero que no se molesten por mi demora. Mañana subiré otro capitulo, gracias por leerme y no les quito mas tiempo. Las adoro.

FIRE - Christopher Vélez -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora