Capítulo 16.

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Harry

Por fin había llegado el bendito sábado, lo estaba esperando con ansias. No por el hecho de tener que hacer terapia para personas depresivas, sino porque volvería a ver a Louis.

Al pasar la semana, me había seguido viendo con Niall. Eso me hacía muy feliz. Gracias a él no había hecho mis "travesuras nocturnas" en fiestas ni había querido hacerme daño. Aunque debo admitir que eso también lo hice porque quería causarle una buena impresióna Louis.

Sólo nos vimos una vez, y hablamos menos de 5 minutos; pero... ¿Quién sabe? Tal vez algo podría surgir allí. No lo sé. Seguramente nunca le gustaré, porque él es tan perfecto y yo tan... yo, que tal vez ni siquiera me mire como algo más que un conocido. 

Lo único que me mantenía con algo de esperanza, era el hecho de saber que Louis era gay.

"Suerte en tu sesión y para la próxima me llevas así conozco a tu príncipe azul ;) " Fue el mensaje que me había enviado Niall apenas me levanté temprano por la mañana. Es tan idiota que me hizo sonreír. 

Obviamente no pude contenerme de contarle a Niall sobre mi "crush", estuve tanto tiempo sin un mejor amigo al que contarle mis cosas que ahora iba a recuperar el tiempo perdido. Parecíamos dos colegialas hablando de mi "amor a primera vista", patético, pero podría haber resultado muy cómico de ver.

En ese momento me encontraba en mi habitación decidiendo que ponerme para ir al centro de rehabiitación, a ver a Louis.

Al ver que se me hacía tarde, me decidí por uno de mis conjuntos clásicos. Me subí a mi auto rogando porque esas prendas alcancen para impresionar al chico de ojos celestes.

Conducí por las calles de Londres hasta llegar a la institución en dónde tenía las sesiones en grupo. Eran las 7.50 AM, estaba inseguro sobre si Louis habría llegado ya.

Estacioné mi adorado vehículo y me encaminé al edificio. Tenía el propósito de pasar a saludar a Blanche, la recepcionista. Me dirigí a la que recordaba que era su oficina, pero al asomarme por la puerta y ver quien estaba sentado en su escritorio se me aflojaron las piernas, mi respiración se cortó y mis mejillas seguramente estaban rojas. Azul y verde se volvían a encontrar.

Louis

El sábado a la mañana había amanecido más alegre de lo normal, en realidad, todos los días desde que me mudé a Londres he estado más que feliz; pero justamente ésa mañana era especial. Iba a volver a ver al rizado que me quitó el sueño, literalmente.

Me encontraba entrando en mi lugar de trabajo, y aunque llevaba menos de una semana allí, muchos me saludaron. Me disponía a buscar unos papeles que debía entregar cuando Blanche me pidió que la cubriera en su puesto por un rato. Yo acepté, obviamente.

Atendí algunas llamadas y le indiqué las salas correspondientes a algunos pacientes, todo bien hasta allí. Pero luego un chico alto se asomó por la puerta con una sonrisa que podría derretir un cubo de hielo, subí mi mirada hasta sus ojos y me encontré con esa mirada verde que me había obsesionado.

Al igual que en nuestro primer encuentro, ambos nos quedamos callados. Observando al otro. Se creó una atmósfera casi mágica en la pequeña oficina, y juro que por un momento, dejé de oír los sonidos de las personas provenientes de afuera, sólo concentrándome en Harry.

No se como se pueda explicar eso, pero una sensación increíble recorrió mi cuerpo cuando observé las mejillas rosadas del chico que estaba en frente mío. Se veía muy adorable.

No sabía que cara tenía yo, ya que toda mi atención estaba puesta en Harry, en ese momento podría haber estado chorreando baba de mi boca y no ni cuenta me había dado.

Le sonreí y pestañeé rápidamente para salir del trance en el que estaba envuelto, seguramente él pensaría que soy raro y le estaba incomodando. Además, lo mas probable es que Harry fuera heterosexual y eso sólo debe provocar que mi mirada sea aún más rara sobre él.

- Hola - Dije y mi voz salió algo más grave que de costumbre.

- Hola - Respondió sonriendo a más no poder. ¿Lo hacía a propósito? Era demasiado adorable.

- ¿Cómo estás Harry? - Quise seguir con la conversación.

- Bien Louis, gracias. ¿Y tú? - Me resondió con una nota divertida en su tono de voz.

- Muy bien... - Mi frase quedó en el aire, en serio no sabía que tema sacar para seguir hablando con él - ¿Vienes a tu sesión, verdad?

Su rostro se ensombreció un poco, y quise auto-golpearme. Seguramente a él le incomodaba el hecho de que un extraño supiera sus motivos para venir aquí.

- Sí... - Bajó su mirada.

- Faltan unos 5 minutos para que empiece, si quieres te acompaño. - Dije dispuesto a estar un poquito más de tiempo con él. La sonrisa de Harry volvió y sus mejillas se tiñieron de un bonito rosa, pero luego pareció recordar algo.

- ¿Pero no estás cubriendo a Blanche? - Oh, cierto.

- Tienes razón... - Dije frunciendo el ceño, a él pareció darle gracia ese gesto mío porque sonrió disimuladamente. - Y no sé si voy a tener tiempo libre para vernos cuando termines.

Se produjo un breve silencio "pensativo", en el cual me di cuenta de que yo estaba sonando como un chico que busca una cita, pero esa no era la impresión que quería dar. Yo quería averiguar si realmente él era gay o sólo lo parecía. 

Seguí pensando una solución a nuestro "problema", pero su voz gruesa se escuchó.

- Tal vez si... Si quieres... ¿Puedes... - Al parecer no sabía como decirme lo que tenía en mente. Se veía nervioso, y yo lo tomé como una buena señal, tal vez sí es homosexual y le intereso... - Intercambiemos números así luego arreglamos para quedar en algún lugar.

Dijo esa frase muy rápido, algo así como ensayada.

- Oh, buena idea. - Me acerqué a él sacando mi teléfono del bolsillo y se lo tendí para que se agendara a sí mismo, él hizo lo mismo.

Intercambiamos números y ambos sonreímos como idiotas. Nos veíamos estúpidos, lo sé. 

- Oye, ¿te puedo sacar una foto para ponerla en imagen de contacto? - Le dije. 

- No me gusta sacarme fotos, lo siento. No soy muy fotogénico que digamos. - Me dijo haciendo una mueca. ¿Cómo diablos siendo tan guapo puede salir mal en las fotos?

- Vamos, Harry. Seguro sales bien. - Le sonreí, pero él hizo una mueca triste.

- No Louis, lo siento... - Oh, no quería que se pusiera triste por una estupidez como esa.

- Ok, no te la saco. - Sonreí, y él me imitó. Tuve una idea - No te la saco... solo. Nos sacamos una los dos y aparecemos juntos en tu foto ¿si?

Hice mi mejor cara de perrito y, como era de esperar, funcionó. Harry asintió y se acercó a mí, activé mi cámara frontal y saqué la foto.

La observamos y sonreímos. Salió perfecta.

Subimos la mirada y nos dimos cuenta de que estábamos más cerca de lo que creímos viendo mi celular. Pero no nos apartamos, no. Sólo, nos perdimos en las orbes del otro.

Otra vez esa atmósfera extraña y "mágica" entre los dos, y no tenía intenciones de terminarla esta vez.

- ¡HOLA! - El casi-grito de Mike entrando a la pequeña oficina hizo que demos un respingo y nos separemos levemente.

¿Podrás Rehabilitarme? | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora