¿Podrás Rehabilitarme? | Larry Stylinson

Capítulo 24.

Harry

Había pasado una semana desde que pasé mi día con Louis. No había bebido, ni me había cortado ni drogado como solía hacer; no. Estaba muy ocupado pensando en Louis. En el cariño que le había tenido en tan poco tiempo, en la forma en la que solía perderme en sus ojos, en lo bonita que sonaba su risa... Me asusté un poco al descubrir que nunca lo querría como amigo, que seguramente eso me traería mucho más del dolor que cargo conmigo todos los días, pero por ahora quería aprovechar todo el tiempo posible para estar con él. Como amigos.

Mientras desayunaba ese sábado por la mañana, el típico sonido de Whatsapp proveniente de mi celular me indicó que me había llegado un nuevo mensaje. Las únicas personas que podrían escribirme un sábado a la mañana esperando que les responda eran Niall o Louis.

Al desbloquear la pantalla de mi celular y ver que era un nuevo mensaje de la conversación que llevaba con Lou, una sonrisa se asomó a mi rostro. Me parecía algo raro en mí, porque antes siempre me preguntaba: ¿para qué sonreír si no había nadie que viera tus sonrisas? Pero ahora ya no creía eso, ahora me deba cuenta de que algunas veces también podemos sonreír para nosotros mismos. Y esas sonrisas, suelen ser las más sinceras que darás en toda tu vida.

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Estaba entrando en el centro de rehabilitación algo más emocionado de la cuenta, desde la salida del sábado pasado que no veía a Louis.

Me contó que su madre se había enfermado, pero nunca me dijo de qué. Me llamó para decirme que no podría salir entre semana por el trabajo y porque dedicaría todo su tiempo libre para cuidar a su madre. Me contó que ea una enfermedad común, pero justo en esos días se puso algo delicado. Nuevamente, no me dijo que tenía su madre, pero me contó todo con una voz tan despreocupada que no le di importancia. Es más, me pareció adorable que cuide tanto de su mamá. 

Ojalá yo tuviera una aquí conmigo, pero ese no era momento para recordarla y ponerme triste. En ese momento sólo quería ver a Louis.

Llegué más temprano para poder pasar el mayor tiempo posible con él antes de irme a la sesión, y cuando lo vi a espaldas solo en la recepción quise acercarme lenta y silenciosamente para asustarlo o algo. Pero al ver que estaba hablando por su celular paré a unos dos metros de él, lo suficiente para oír las palabras que salían de sus labios.

- Liam, yo... Ya no sé que hacer. - Dijo con la voz rota, no estaba llorando, pero su voz se notaba cargada de angustia. Sentí una opresión en mi pecho. - Ella está muy mal, Li. Tu la viste el otro día. Su estado es muy delicado, no sé que haré con las niñas si le llega a suceder...algo. He hecho todo lo que he podido, pero nada parece  servir.

Liam, Liam Payne seguramente era con quien estaba hablando. Ese era el chico que era su amigo y que le había ofrecido uno de los departamentos de los cuales era dueño. Pero Louis no me había contado contado como se conocieron.

- Está bien, nos vemos en casa. Gracias. Adiós. - Dijo antes de colgar y quedarse parado mirando a la nada, luego se giró y se encontró conmigo. Sus ojos no se soprendieron al verme, tal vez había sentido mi presencia antes.

- ¿Desde hace cuanto tiempo estás parado ahí? - Dijo con sus hermosos ojos tristes. Nunca quería volver a verlos así.

- El tiempo suficiente como para tener muchas preguntas y querer ayudarte. - Dije en voz baja.

Él bajó su mirada al piso.

- Esta noche salimos a algún lado y te cuento todo, pero ahora tengo trabajo para hacer. - Dijo yéndose de la habitación, pero alcancé a ver sus ojos aguados.

Me quedé observando como caminaba y se perdía en un pasillo, preguntándome que era eso que lo tenía tan mal y que debía ser tan importante para él. Me debatí entre seguirlo y consolarlo, o respetar su espacio. Me decidí por la segunda opción. 

Algunas veces, ninguna persona te puede brindar el consuelo que necesitas.

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- ¿Y? ¿Les ha pasado algo interesante esta semana? - Preguntó un sonriente Mike que estaba sentado a mi izquierda. 

Él siempre sonreía, pero esta vez se excusó con que estaba saliendo con alguien. Si no estuviera preocupado por Louis, estaría feliz de que ya no vería más a mi amigo. No se si llamar "amigo" a Louis en mi mente, quisiera que fuera algo más. Podría llamrlo "novio" en mi mente, total, el único que escucha mis pensamientos soy yo.

Entonces podría pensar que, Mike ya no estaría mirando a mi novio. Sí, así sonaba mucho mejor.

Nadie respondió la pregunta formulada, y decidí que si quería acabar con esto, debía mostrar resultados al coordinador. Ésta era una oportunidad.

- A mí si me pasaron cosas interesantes. - Dije, y todas las miradas se posaron en mí.

- Oh, vaya, ¿qué te ha pasado últimamente, Harry? - Dijo Mike incitándome a seguir.

Habían tantas cosas que podría contar, pero me decidí en una simple frase.

- Ahora soy capaz de sonreírme a mí mismo. 

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El próximo capítulo va dedicado al primer comentario. Gracias por leer :)